Panamá: un paraíso para los amantes del ecoturismo

EXPRESO - 01.09.2010

Panamá es un sitio emblemático; es un puente de dos continentes y enlace marítimo de dos océanos

Panamá es un sitio emblemático; es un puente de dos continentes y enlace marítimo de dos océanos. País tropical de múltiples atmósferas, privilegiado por la naturaleza y con una biodiversidad que lo ha convertido hoy en un paraíso para los amantes del ecoturismo. Panamá es el hábitat del ave arpía –su ave nacional- y de fantásticas especies como el quetzal.

Panamá siempre ha valorado su patrimonio natural y por ello se ha dado a la tarea de proteger su medio ambiente destinando más del 30% de su territorio nacional a reservas naturales. La variedad de ecosistemas de este país tropical, llevo al reconocido Smithsonian Institute a establecer aquí su Instituto de Investigaciones Tropicales, en el año de 1923. 
Actualmente, se encuentra en construcción un museo interactivo único en su género: el Biomuseo de Panamá, cuyo edificio Puente de Vida –localizado a la entrada del Canal de Panamá- es obra del famoso arquitecto Frank Gehry.
El variado territorio panameño ofrece posibilidades ilimitadas para el viajero apasionado por la naturaleza, empezando por las playas y costas del Caribe y las del Océano Pacifico en donde se puede avistar una increíble fauna marina al tiempo de practicar kayak, snorkel y buceo. También encontramos los imponentes paisajes montañosos de la zona occidental y su infinidad de especies de árboles y ríos caudalosos, donde se pueden realizar largas caminatas, acampar y observar cientos de especies de aves.
Y para terminar, el bosque tropical húmedo, con sus miles de especies vegetales, y una inusitada fauna. Lo cierto es que Panamá cuenta con los más diversos terrenos, microclimas y hábitats como para satisfacer las pasiones y gustos de todo tipo de viajero. 
Apasionados del mar
Para aquellos interesados en la fauna marítima y la vida en el mar, la costa del Pacífico de Panamá cuenta con inexploradas islas de arenas blancas y aguas cristalinas, como las del archipiélago de Las Perlas y las del Golfo de Montijo. Coiba es la isla más grande del litoral, y el principal atractivo que ofrece es el avistamiento de ballenas, ya que el área es un importante sitio de apareamiento de estos cetáceos. Tanto la Isla de Contadora como la Isla de San José son paradisiacos sitios donde se puede practicar el buceo, snorkel y kayak, deleitándose con el paso de ballenas, delfines y tiburones.
El Caribe panameño ofrece también islas exóticas como las islas de Bocas del Toro, con sus remansos de aguas transparentes, y las 365 islas que conforman el asombroso paraíso isleño de Kuna Yala, con cientos de playas de arenas blancas y aguas color turquesa.
Panamá, santuario de aves
Los amantes de aves encontraran en Panamá un edén con las más variadas especies. En el Camino del Oleoducto y otros de sus parques nacionales se han identificado alrededor de 385 diferentes aves en 24 horas.
En la provincia de Chiriqui se encuentra el Parque Nacional Volcán Barú, el pico más elevado de Panamá. En esta tierra fértil de espesos bosques, el viajero puede realizar alpinismo y caminatas mientras observa algunas de las 250 especies de aves registradas en esa región.
Otro importante sitio para avistamiento de aves es el Parque Internacional La Amistad, donde se han identificado más de 425 especies de aves de las 925 encontradas a nivel nacional. Este parque brinda la oportunidad de conocer comunidades indígenas, como el grupo étnico Teribe, y recorrer senderos ecológicos como La Cascada y El Retoño.
Y para avistar al majestuoso quetzal es indispensable visitar el Valle de Cerro Punta, orgullo de las tierras altas chiricanas, con un agradable clima templado de altura que favorece la producción de hasta el 80% de los vegetales de Panamá. Valles y Cañones:
Para caminar, escalar y nadar en piscinas naturales no hay lugar tan especial y de asombrosa belleza como el Cañón de la Angostura, localizado en la provincia de Cocle. Enormes piedras de inusuales formas y colores se levantan a lo largo del río, unas sobre otras en caprichosa distribución, invitando al viajero a conquistarlas y descansar en ellas mientras escucha el sonido del río en su rápido paso entre las montañas.
Un recorrido fascinante en esta misma provincia es la caminata a la cima del Cerro del Gaital, área protegida con una diversa flora y fauna. Las especies que uno puede encontrar incluyen la elusiva rana dorada y unas 100 especies de orquídeas, una de las cuales es la Flor del Espíritu Santo, símbolo patrio panameño.
Para quienes gustan del turismo de aventura, una experiencia inolvidable es el recorrido en canopy sobrevolando la exuberante vegetación y la espectacular caída de agua El Chorro del Macho. Esta cascada de 35 metros de altura se encuentra en el Valle de Antón, refugio ecológico de una riqueza sin igual.
Panamá es una tierra privilegiada y un destino insuperable para el viajero entusiasta y apasionado de las riquezas naturales, la biodiversidad y el medio ambiente. 
Expreso. Redacción. A.R

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