Trinidad de Santa Bárbara. De las rajitas de ocote a las Chimeneas Gigantes

EXPRESO - 20.12.2023

Las Chimeneas Gigantes de Trinidad reviven cada año una tradición ancestral que desde el inicio de este siglo XXI se convirtió en celebración multitudinaria y turística.

Es tradición en esta tierra hondureña la realización de hogueras con leña de ocote, llamadas chimeneas, ante la llegada de la Navidad. Y también con teas de esta madera se ilumina el paso de las procesiones en honor a la Inmaculada Concepción de María.

Pero es en el año 2001 cuando la Sociedad Cultural Triniteca Palito Verde incorpora el arte a la costumbre, transformando las pilas piramidales de leña en esculturas y promoviendo la creación de una "Chimenea Gigante" en cada barrio de Trinidad.

Sin detrimento de las celebraciones religiosas, muy arraigadas en estas tierras y cuya devoción se hace patente en cada poblado, las Chimeneas Gigantes de Trinidad dieron un salto hacia el mundo del arte, logrando la aceptación incondicional del pueblo hondureño, que inunda en estas fechas las empedradas calles trinitecas, de tal modo que ya son Patrimonio Cultural de la Nación de Honduras desde 2022.

Con temática renovada en cada edición, este año 2023 se dedicó al ‘mundo fantástico de Tecolandia’, bajo la coordinación general de José Luis López, exultante y foco de medios de comunicación y multitudes durante todo el desarrollo de la actividad el pasado día 9 de diciembre, y la dirección artística de Ramón Rivera, diseñador y pintor que además elaboró una edición especial de sombreros decorados, por encargo del IHT, el Instituto Hondureño de Turismo.

Esta vez, en ese ‘mundo fantástico’ en el que se mezclaban animales mitológicos y personajes de la literatura universal, con la exaltación de productos esenciales como el maíz, el mismo José Luis creó su propia chimenea dedicada a otra de las riquezas de la comarca, por medio de una humeante y gigantesca taza de café, tras la cual se hallaba la inequívoca alusión a la amistad y admiración hacia alguien muy especial: Angélica Mª Fajardo Guzmán (*), persona muy implicada en esta festividad de las Chimeneas, fallecida tres meses atrás.

En su homenaje destacó la participación de una delegación valenciana, por medio de la ONG UNAHIS (unión de naciones hispanas).

Precisamente unos días antes el Consulado General de Honduras en Valencia oficializó el hermanamiento entre Las Chimeneas Gigantes de Trinidad de Santa Bárbara, Honduras, y Las Fallas del Convento Jerusalén de Valencia, España, gracias a  la gestión de dicha sede consular en colaboración con Carmen de la Cagiga, presidenta de UNAHIS y la Embajada de Honduras en España.

Este encuentro propicia nuevos intercambios culturales que se materializarán en las próximas Fallas de Valencia, a las que asistirán varios artistas trinitecos para familiarizarse con los materiales y técnicas que emplean los escultores y pintores españoles.

Esta manifestación artística de Las Chimeneas Gigantes tiene suficiente entidad para atraer a miles de visitantes que se incrementan en cada edición, descubriendo por ese medio una cuidada población de traza colonial, en la cual las bondades del clima hicieron que los fundadores prosperaran, al punto que un censo realizado en 1791 por el obispo de Comayagua arroja un resultado de 36 españoles, 14 ladinos y 16 solteros, según cuenta Iván Stanley Fajardo Rosa, extraído de 'Los Judíos en Honduras', de Jorge Alberto Amaya Banegas.

Dichos fundadores, a finales del siglo XVIII, dejaron frente a la iglesia (se dice que para señalar el lugar en que habría de construirse ésta) ‘una cruz de madera, ocote fino, con la siguiente inscripción en su base’: MONUMENTO A LA VIDA.

Desde el subsuelo profundas raíces gigantescas sustentan las venas milenarias de los trinitecos. Por la divina gracia de quienes nos dieron un lugar para nacer, fuimos alúas, españoles, peninsulares y criollos. Hoy somos agua, fuego, amistad, alegría. Nuestra conciencia histórica tiene origen, dignidad y orgullo ancestral. Y así será para siempre.

Trinidad, 14 de mayo de 1794

 

Este año se sobrepasó con creces la barrera de los 50.000 visitantes y también fue numerosa la participación de medios de comunicación hondureños, destacando la presencia de las principales cadenas de televisión, además de representantes españoles de RTVE y EXPRESO, diario de viajes y turismo.

El solicitado José Luis López nos expresaba su desazón por la falta de ayuda de parte de las instituciones locales y del sector privado, a pesar del evidente beneficio que aporta este acontecimiento a los hoteles y restaurantes de la comarca.

José Luis

No obstante, ve con claridad el futuro de las Chimeneas Gigantes, aunque tenga que blindarlas con la creación de un espacio cerrado y gestión totalmente privada’. Y es que su proyecto va mucho más allá de esta jornada pirotécnica, a la que denomina primera fase.

La segunda es la recuperación de las estructuras de alambre, las verdaderas piezas escultóricas, ‘limpiándolas, pintándolas de blanco y colocándoles luces de navidad; la misma inversión con un concepto diferente’; tercera etapa: ‘después de la Navidad pasamos a la restauración con fibra de vidrio.../... para que dure unos años más y tener un patrimonio cultural.../..., cuando ya no tengamos espacio en Trinidad, que tendría turistas todos los fines de semana, entonces llegará lo más bonito, la donación; podríamos empezar con las comunidades de alrededor, nuestras 28 aldeas, luego con los 24 municipios de nuestro departamento, después con los 18 departamentos... Una escultura para cada departamento. El problema es el factor económico, que tampoco lo es cuando todos logren entender que lo que hay que aportar no es un gasto, sino una inversión...¡

Mientras tanto, trinitecos y forasteros llenaban la Avenida de las Chimeneas, degustando papas de feria y manzanas caramelizadas o bailando al son de una marimba a seis manos. Griterío, color a raudales, selfis multitudinarios; cámaras y grabadoras acumulaban las últimas emociones de artistas y artesanos... Y las carrozas desfilaban aproximando las chimeneas a su mutación ritual, con ayuda de mimos y zanqueros con antorchas encendidas...

Expreso. Redacción. M.B

(*) Resulta curiosa la coincidencia de apellidos de Angélica con las primeras autoridades de Trinidad, los hermanos Juan José y Cayetano Fajardo Morillo, primer alcalde y primer regidor mayor del municipio en 1794, aunque el apellido Fajardo es común en la región.

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