ENBIGA 2016 1ª fase: Chile, Región de Los Ríos o el placer de los sentidos

EXPRESO - 14.01.2017

ENBIGA no es una incorrección gramatical; ENBIGA es un ENcuentro BIoceánico de GAstronomía propiciado por un grupo de entusiastas patagónicos, con el fin de lanzar el turismo de esta región

ENBIGA no es una incorrección gramatical; ENBIGA es un ENcuentro BIoceánico de GAstronomía propiciado por un grupo de entusiastas patagónicos, con el fin de lanzar el turismo de esta región. El Encuentro, así con mayúscula, de dos países, Chile y Argentina, que tradicionalmente se han mirado por encima del hombro, y que quizás a partir de ahora se avengan a mirar juntos hacia el futuro. Bioceánico, es decir, del Atlántico al Pacífico, porque, aunque los geógrafos no se pongan de acuerdo con el lindero Norte, al menos en la parte chilena, sí están claros los límites E y O: de océano a océano. Gastronómico, porque los asuntos del estómago unen mucho, sobre todo cuando traspasan el ámbito puramente digestivo, para mutar en el placer de los sentidos.

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Es verdad que el movimiento conocido como ‘Corredor Bioceánico’ nació hace unos diez años para fomentar la colaboración entre los dos países, pero es precisamente ENBIGA2016 el primer capítulo de este ambicioso proyecto turístico, concebido en clave culinaria por un grupo de gente de la chilena Región de Los Ríos y de la provincia argentina Río Negro, liderados por Boris González y Carlos Snaimon, respectivamente, que atemperaron con entusiasmo la barrera andina para enseñar al mundo, no sólo el magnífico potencial de sus productos de mar y montaña, sino la rebosante belleza de sus bosques, volcanes, glaciares, lagos y, sobre todo, la calidez humana y ansias de agradar de sus habitantes.
Transcurrió el evento desde el 27 de noviembre al 3 de diciembre, aunque el trabajo ‘duro’ se concentró del 27 al 30 con sucesivas actividades de los 10 chefs participantes (5 chilenos, 4 argentinos y 1 ecuatoriano) a la vez que nos desplazábamos desde la cordillera al mar, desde el territorio de los pehuenches (o peunches) hasta la costa de los huilliches, pero casi todo el recorrido en pleno dominio mapuche. La actividad principal se desarrolló en las comunas de Panguipulli, Los Lagos, Valdivia y Corral; todo dentro de la XIV Región de los Ríos, en Chile.
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En la segunda fase, más lúdica, nos trasladamos de nuevo a la cordillera, cruzando el Parque Natural Puyehue y la frontera con Argentina, para, bordeando el Nahuelhuapi, llegar a Bariloche. Aún atravesaríamos otra vez la cordillera, esta vez casi toda en barco, para volver a Chile y completar el periplo finalizando en Puerto Varas y Puerto Montt, en el corazón de la Región de los Lagos. Por lo que se refiere a la prensa, además de numerosos medios de los dos países anfitriones, ENBIGA 2016 contó con la presencia de periodistas de Colombia, Costa Rica, Ecuador, Uruguay y España, entre los que se encontraba Expreso.
El cronograma, palabra usada con acierto en esta tierra para referirse al calendario de actividades, abarcaba seis maratonianas jornadas, de las cuales, la primera se destinaba al traslado de la sección argentina desde Bariloche a Puerto Fuy, via San Martín de los Andes y lago Pirihueico, para llegar a la hora de la cena a Huilo Huilo. Ésta nos la perdimos porque nosotros entrábamos en Chile vía aeropuerto internacional de Santiago-Pudahuel, desde donde volamos a Temuco, capital de la Araucanía.
Nuestra llegada no podía ser más afortunada: nada más aterrizar, nos aguardaba Jorge, vecino de Neltume y hombre de confianza del fundador del mágico complejo hotelero donde nos alojaríamos por una noche; se iba poniendo el sol mientras nos adentrábamos en el reino del puma y del huemul del sur, la selva fría de la Patagonia, cuyos árboles gigantescos aún recuerdan el paso sigiloso de nawel, el extinto felino ancestral que todavía parece acechar. Estábamos a punto de llegar a Huilo Huilo e incorporarnos a ENBIGA 2016.
 
Texto y fotos: Manolo Bustabad Rapa y Pilar Alonso Canto 
 
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Huilo Huilo, confort real en la selva patagónica
Huilo Huilo es una Reserva Biológica que abarca 100.000 hectáreas de Bosque Húmedo Templado en el Noroeste de la Región de los Ríos. Con el objeto de conservarlo nació en 2004 la Fundación Huilo Huilo, abriendo un nuevo concepto de desarrollo sustentable apoyado en tres pilares: Uno, conservación a través de investigación, difusión y proyectos emblemáticos; dos, integración de las comunidades locales y tres, turismo sustentable. Estamos hablando de una Reserva Natural privada, que no se limita a proteger y reubicar el puma, el huemul, el sapito de Darwin o el guanaco, además de elaborar una Linea base y herbario de flora nativa, para mejorar la conservación del bosque; sino que centra la actividad en la formación e integración de las gentes de Neltume y Puerto Fuy, a través de un Proyecto de Escuela Artística y numerosos Talleres escolares, que abarcan repostería y chocolatería, tallado de madera, emprendimiento apícola, bordado...; incluyendo publicaciones y elaboración de cartografía. No es extraño, pues, que sea conocida como la ‘Reserva Biológica del Sur del Mundo’ y que haya sido declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2007.
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Pues bien, en ese marco extraordinario, bajo la mirada del volcán Mocho Choshuenco, está ubicado el complejo hotelero más acogedor e integrado en la naturaleza que se pueda imaginar. Un núcleo central de inspiración arbórea, Nothofagus, hotel & spa; un módulo que recuerda el mundo de las setas, Reino Fungi, lodge, y el más camuflado y también fotografíado: La Montaña mágica, lodge. Todos están construidos integramente con madera y conectados entre sí. Pero lo verdaderamente exclusivo de este hotel está en Nawelpi lodge, doce habitaciones distribuidas en seis módulos independientes, en la ribera del torrentoso río Fuy, que ruge desde el Salto de la Leona, entre lengas, tepas y colihues...
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El recibimiento, con un gran fuego en la chimenea del vestíbulo, ya te da sensación de gran confort; el alojamiento te incrusta en la naturaleza, por los materiales y por el panorama, que te hace sentir en la copa de un árbol; la mesa, repleta de productos autóctonos: quinoa, papas, truchas ahumadas, caza, chancho, setas...; todo tratado con mimo mapuche por el legado del chef Miguel Catricheo, que hasta hace pocas fechas dirigía aquí los fogones y que nos encontraremos en las siguientes jornadas. Queremos mencionar aquí a su jovencísimo discípulo Aaron Mardones (sin duda futuro chef a tener en cuenta), quien nos aseguró que ‘Catricheo marcó un territorio dentro de la gastronomía Mapuche’. En nuestras notas prrevias ya figuraba su nombre, por eso días más tarde fue objetivo de una de las entrevistas que publicaremos ligadas a ENBIGA 2016.
Sólo nos quedaban unas horas para disfrutar de tanta magia. Entrábamos en la segunda jornada y nos esperaba la ‘tierra de pumas’.
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Panguipulli, fusión total
Efectivamente, Panguipulli, en mapudungun (la lengua de los primeros pobladores), significa tierra de leones, que también así se les llama aquí a los pumas. El vocablo da nombre a la montaña, al lago, de unos diez kilómetros de largo, y al pueblo que se asienta en su extremo más occidental. Hace cien años Punguipulli era ‘un fundo de unos 250 habitantes’, hoy es una próspera villa, centro de una comuna que sobrepasa los 33.000. Este rápido crecimiento, que en realidad se produjo en los últimos setenta años, fue debido a la explotación de la inmensa riqueza maderera de la región, tras la construcción del ramal ferroviario (hoy desaparecido).
Ahora el Turismo es su principal fuente de riqueza debido sobre todo al ‘Destino Sietelagos’, conocido internacionalmente y de indudable interés por las actividades que propone, como senderismo, observación de flora y fauna, rafting, deportes de nieve..., y por los parajes únicos que encierra, entre los que se encuentra la Reserva del Mocho Choshuenco y la Reserva Biológica del Sur del Mundo Huilo Huilo, ya mencionada.
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Intimamente ligado al mundo del Turismo está el Liceo People Help People que, con sus 700 alumnos, en régimen de internado de lunes a viernes, es una referencia a nivel regional. Se imparte enseñanza de hostelería (400 alumnos), electricidad, instalaciones sanitarias, agricultura, ganadería... En el PHP asistimos a una exhibición gastronómica de los alumnos, dirigidos por la chef Christiane Stein, asesora y gerente del centro.
Quizá sea este el momento de decir que el índice de delincuencia en este municipio es cero absoluto, lo cual dice mucho del sistema educativo. El contrapunto está en que un elevado porcentaje de estos jóvenes se marcha en busca de un puesto de trabajo, de ahí la importancia de potenciar el turismo para consolidar la economía.
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La principal actividad de ENBIGA 2016 en este pueblo se realizó en Playa Chauquén, un espacio de gran belleza, en la orilla del lago Panguipulli y con el volcán de fondo. Consistió en una triple lección magistral de cocina a cargo de tres chefs que (no sé si lo habrá pensado así la organización) representaban fisicamente la composición multiétnica y cultural de la colectividad local, no solo de Panguipulli sino de toda la región. Efectivamente, en esta zona la población se compone básicamente de: comunidades indígenas, representadas por el mapuche Miguel Catricheo; una mezcla de gente llegada de todo el ‘Cono Sur’, que bien podría representar el argentino Gerardo Perticone, profesor de Gastronomía en la Universidad Nacional del Comahue, en Neuquén; y una fuerte colonia alemana, de la que seguramente proviene la chilena Christiane Stein.
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En cualquier caso, el éxito fue rotundo, elaborando, Perticone, dos platos que combinan tierra y mar: un Ceviche de trucha chilena con quinoa ahumada de cerdo y mote picante y Envoltini de cerdo con langostinos con Crocante de papas y longanizas, mini flan de hongos, mix de hojas frescas y brotes. Catricheo, dos platos de inspiración ancestral: Costillar de chancho ahumado con milloquines de arvejas y piñones, cocinado directamente sobre una piedra caliente, y Trucha de la región con ensalada mapuche de trigo mote, quinoa y avellanas. Y Stein preparó exquisitos postres de origen teutón con productos de la región: Kuchen y strudel de peras y manzanas con nuez crocante, Leche nevada de canela con cola de mono y Leche asada con frutos rojos acaramelados y helado de harina tostada.
Con pesadumbre dejamos Chauquén, este bello escenario de paseo y playa, que, por cierto, es el marco de una feria costumbrista multitudinaria, que tiene lugar todos los años en febrero, para continuar nuestra ruta, en dirección Suroeste, siguiendo el curso del río San Pedro.
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Los Lagos, sabores auténticos
La antigua Quinchilca de los huilliches se encuentra en el km 834 de la Ruta 5 Sur y casi equidistante entre Panguipulli y Valdivia. La ciudad está cruzada por los ríos Collilelfu y San Pedro, el desaguadero del lago Riñihue, para el que los laguinos siguen mirando con respeto. Y es que aún está en la memoria viva la catástrofe de 1960, cuando el barro lo sepultó todo después del terremoto. No sé si es porque ya nos lo habían contado, pero en los rostros, serios aunque serenos, que nos encontramos, parecía adivinarse aún el desconsuelo.
El lugar elegido para recibir a ENBIGA 2016 fue el salón principal del restaurante Cuartel 50, que nos ofrecía un idílico y profundo paisaje, digno de un póster promocional de la región: A nuestros pies, un meandro del río San Pedro y al fondo, la cordillera coronada por el Choshuenco; en medio, la inmensa pradera señoreada por las vacas y rodeada de bosques. En ese comedor, transformado para la ocasión, nos aguardaba la mejor representación de la restauración laguina para ofrecer sus especialidades, basadas todas en los magníficos productos de esta tierra. Por eso, y por su entusiasmo, queremos dejar aquí una breve reseña de cada una, con su dirección, pues será interesante visitarlos uno a uno para deleitarnos con su cocina.
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El restaurante Pancul, representado por Luisa Agüero Fuertes, tiene como especialidad las ‘Carnes a la brasa’ y los postres caseros; para esta ocasión eligió su ‘Murta con membrillo en almíbar’. Está situado en la orilla de la carretera principal de Chile: Ruta 5 Sur, km 828.
El Nuevo Campero, un restaurante familiar presentado por Ingrid Zúñiga Terán, exhibía su ‘Cazuela de vacuno con sopaipilla (pequeñas tortas de masa de pan fritas)’, el ‘Pebre picante’, la ‘Ensalada chilena’, a base de tomate, cebolla, ají y cilantro, y ‘Empanadas de horno’. Su ubicación, en la ciudad de Los Lagos, calle Matta nº 136.
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Restaurante La Plaza Vieja, con Andrea Cáceres a los mandos, mostraba dos de sus platos: ‘Papas bravas’ y ‘Papas con carne al cerro de Ambrosio López’. Está también en el centro urbano de Los Lagos, calle San Martín nº 22.
El restaurante Lago Riñihue estaba representado por Jorge Castillo y Silvia, que ofrecía lo mejor de su repostería: una exquisita ‘Torta de arándanos’, que nos recordaba los kuchen de origen alemán, y las ‘Galletas de miel’. Su ubicación, Restaurante y Hospedaje Lago Riñihue.
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El restaurante anfitrión de esta presentación, el Cuartel 50, administrado y presentado por Carolina Vergara Saravia, recibió a la comitiva con la brasa a punto y la carne en el asador. Para acompañarla, ofrecía unas ‘Patatas rústicas’ y ‘Ensalada chilena’. La visita al restaurante de Carolina se justificaría sólo por la vista que ya comentamos, pero además cuenta con unas especialidades de lo más apetecibles. Diariamente se puede comer un menú de dos platos, por ejemplo, ‘Crema de choclo’ y ‘Strogoff con arroz, salsa de palta y tocino’, por 4.200 pesos (unos 7 euros); en ese precio incluye siempre ‘pan amasado’, ‘ají ahumado’ y ‘lactonesa saborizada’. Su ubicación, la mejor para la foto de paisaje: Ruta T39 Los Lagos-Panguipulli, km 3, Los Lagos.
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El contrapunto a tanta comida lo ponía la Cerveza artesanal Sayka con un stand en el que su propietario, Nicolás Sandoval, ofrecía una degustación de sus productos insignia, por cierto, de nombres bien sonoros y aferrados a la tierra: La negra, Huite (intensa reserva de bosque nativo); la rubia, Quinchilca (asentamiento del siglo XVI); y la ámbar, Riñihue (lugar de colihuas). Sabrosas y aromáticas cervezas que podremos paladear sosegadamente en la Ruta T55, km 4, Los Lagos, donde está Beer Garden Sayka y el Centro de Eventos Sayka.
Magnífico ejemplo, el de esta pequeña comuna de Los Lagos, del entusiasmo de pequeños empresarios que luchan por el Turismo de su región. Sin duda pronto recogerán los frutos.
Nosotros continuamos hacia Valdivia por la ruta más corta: la que va por Antilhue, conocida por su estratégica y turística estación ferroviaria, siguiendo el río, que por ahí ya se llama Calle Calle.
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Corral, biodiversidad y encuentro de culturas
Corral es un municipio costero privilegiado por la naturaleza, que se extiende por toda la ribera Sur de la desembocadura del río Valdivia, incluyendo las islas Mancera y del Rey. Está en plena Cordillera de la Costa y ocupado en gran parte por el Parque Nacional Alerce Costero. Su superficie está en torno a los 800 kilómetros cuadrados (según la web municipal, 767; pero las publicaciones de la oficina de Turismo dicen que son 844).
Hace justamente un siglo, la economía de este puerto era de lo más prometedora: Contaba con una Sociedad Ballenera que faenaba 200 ejemplares por año y, por otra parte, la primera industria siderúrgica de Sudamérica había puesto en marcha sus Altos Hornos en 1910 (cerrados en 1958). Sin embargo, el terremoto acompañado de tsunami de mayo de 1960 lo dejó completamente arrasado.
Aunque el puerto de Corral nace en torno al año 1400, su historia conocida se remonta al siglo XVI, con la arribada de genoveses, españoles y holandeses. Y fue en 1645 cuando se asentaron los españoles levantando el castillo o Fuerte de San Sebastián de la Cruz. En 1767 se construyó la batería de la Cortina, gran muro que unificaba el Fuerte con la batería de la Argolla, dando lugar al actual Castillo de Corral.
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La población vive básicamente de la pesca artesanal y de la agricultura, pero con la mirada puesta en el desarrollo del turismo. El potencial es enorme, empezando por su privilegiada naturaleza que encierra en sus extensos bosques de alerces, con ejemplares de 3.600 años, y de olivillo costero, una rica fauna que incluye especies como el pudú, el ciervo más pequeño del mundo; el monito de monte, un pequeño marsupial arbóreo; el pájaro carpintero más grande del mundo, el magallánico; el huillin o nutria de río...
Concretamente en la zona de Huiro,en la costa, a unos 40 km al Suroeste de Puerto de Corral, es posible avistar sobre las rocas una de las más impresionantes loberías marinas de todo el litoral. Cuenta también con gran variedad de aves y a veces las ballenas se acercan a la orilla.
Precisamente en Huiro, ENBIGA 2016 organizó otro de sus encuentros más entrañables, a la magia y belleza del paisaje se sumaba el trabajo de tres propuestas totalmente distintas, pero ensambladas a través del uso común de los productos autóctonos y del intercambio de experiencias.
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1.- Allí estaba una representación de la comunidad indígena de Caleta Huiro con tres amas de casa presentando sus masas, guisos y empanadas.
2.- Participaba el alumnado de Elaboración Industrial de Alimentos del Liceo Carlos Haverbeck Richter, proponiendo una degustación de embutidos elaborados por ellos mismos.
3.- Y, además, los chefs profesionales Juan Cimino (Chef ejecutivo del Hotel Puerto Norte, en Rosario, Santa Fe, Argentina) y Jerónimo Rosas (Chef ejecutivo del Restaurante Maqui en Concepción, Chile) desarrollaron su leción magistral en torno a los productos extraídos de la propia costa y los cultivos de la comunidad local. Los platos elaborados por Juan Cimino fueron: Agnolottis de centollo sobre caldo de pescado con perfume de chicha y pimienta rosa y, a continuación, Huepos sobre maíz gratinados con sofrito de tomates, chorizo y cilantro. La intervención de Jerónimo Rosas se planteó en plan degustación de seis platos maridados con otros tantos caldos chilenos: Causeo de locos de los pobres con Carmenere rosado, Chorito de reyes con Espumante, Pato loco con Carignan, Pasta rellena de jaivas con Moscatel seco, Polenta de huepo y queso fresco con Cerveza ámbar y Kuchen de berries con Maquis borgoña.
A la grata experiencia gastronómica se sumaba el placentero traslado en barco a través de la bella bahía de Corral, ida y vuelta, verdadera delicia de fotógrafos, afanados entre acantilados, hermosas laderas salpicadas de casitas, aves marinas, barquitas de pescadores...
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Valdivia, capital de la Región de Los Ríos y centro neurálgico de ENBIGA 2016
En Valdivia, ‘Ciudad de los ríos’, ‘Perla del Sur’, ‘Ciudad austral más antigua del mundo’ (que todos esos piropos y muchos más ie han dedicado y se merece), nos esperaba el alojamiento en un lugar idílico, en la isla Teja, con embarcadero propio en el río Cruces, rodeado de naturaleza y a la vez a pocos minutos del centro de la ciudad. Así es la ubicación del Hotel Puerta del Sur, que además de amabilidad nos recibía con piscina, sauna y wifi gratis.
Entre otros muchos recursos, esta tierra es rica en aguas, en lúpulo y en cebada, lo que equivale a buenas cervezas. Eso es lo que estaba dispuesto en la Cervecería Kunstmann de Valdivia, como primer acto de ENBIGA en la capital: una degustación de sus propias cervezas para acompañar la espléndida cena elaborada por los chefs Carlos Labrin, presidente de la Agrupación Gastronómica Chef de Los Ríos y docente en la Universidad Tecnológica de Chile (INACAP), los cuatro platos principales: Lomo de cerdo con puré de manzanas y repollo morado, Crudo de vacuno con salsa de murta, Ensalada de nalca y Sierra ahumada con fritos de harina tostada y dressing de arándanos; y Claudio Ilundayn, chef pattissier del Llao Llao en Bariloche, los postres: Crumble de crottin con crema de queso de cabra, Sorbet de pepinos y crocante de cerveza y semillas con tomate marinado, Húmedo de cerveza negra con cremoso de caramelo y sorbet de cacao y cerveza y Sopa y tuile de chocolate blanco. Todos los maridajes, por supuesto, con cervezas Kunstmann.
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Ya al día siguiente, todo el grupo de ENBIGA sería recibido en la Universidad Austral de Valdivia, en cuya aula magna los profesores Edgardo Oyarzún, César Guala y Silvia Constabel se dirigieron a la concurrencia, aludiendo a la conveniente colaboración entre Argentina y Chile en materia de Turismo. Insistieron en la importancia del sector turístico en Chile, considerado como ‘eje productivo clave’, y resaltaron el valor del agua como patrimonio natural y cultural, así como el potencial turístico de la Región de los Ríos en sus distintas vertientes: turismo fluvial, agroturismo, turismo de congresos, termal... Pero siempre desde el respeto a la rica biodiversidad, única, de esta tierra. Fue un encuentro breve pero muy interesante, tanto por la lección sobre flora y fauna autóctonas, como por la implicación de la Universidad en el desarrollo del sector.
Al regreso de Corral, diversas opciones de relax: navegación en barcos solares por el río Cruces hasta el centro de Valdivia, sesión de fotos, degustación de infusiones naturales... Todo para afrontar la siguiente intervención gastronómica, en la explanada de la piscina del Puerta del Sur, a cargo de tres chefs representando a los dos países organizadores y al invitado, Ecuador. Intervino en primer lugar el argentino Ezequiel González, actual chef ejecutivo del restaurante Saurus, de Bodega Familia Schroeder, en Neuquén, Argentina. A continuación, el chileno Gustavo Sandoval, propietario y chef de Sanguchería Pan con Chancho, en Puerto Varas, además de chef asesor de Petrohue lodge, en Petrohué, ambos en la Región de Los Lagos, Chile.
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En tercer lugar el ecuatoriano Adrián Borja, chef de eventos en la embajada de Ecuador en Argentina y chef instructor en APPYCE, Escuela Profesional de Maestros Pizzeros, Empanaderos y Cocineros, también en Buenos Aires. Adrián presentó su peculiar Ceviche de camarón y, como plato fuerte, Pescado en salsa de mariscos con palmito y quinua negra ecuatoriana.
Imagínense esto con el río de fondo, la puesta de sol durante la intervención, los sabores auténticos...
Terminaríamos esta larga jornada con una bonita recepción en los salones del Hotel Casino Dreams, en lo alto de uno de los edificios emblemáticos de Valdivia, con forma de vela.
Nuestro paso por Valdivia tendría aún una segunda parte, con un tour fluvial por los ríos Calle Calle y Valdivia, que en realidad es el mismo, con unas espléndidas vistas de esta ciudad impecable. Zarpamos y atracamos al lado del mercado, con la plaza atestada de gente que se arremolinaba en torno a los puestos montados por universitarios para mostrar los trajes, oficios, artesanías, costumbres... Y también interesados por ver ‘qué se cocía’ en aquel estrado lleno de cocineros. El mercado estaba radiante, colmado de papas, cerezas, melones, pimientos, cientos de hierbas para infusiones, flores increíbles...; y, por el lado del río, multitud de puestos de pescado, con predominio de sierra y merluza austral, pero también huepos, choritos de reyes, jaivas...
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De todos modos, ese día la mayor atracción del precioso mercado fluvial era un enorme león marino que se paseaba por el malecón. Este era el más desinhibido pero no el único, pues al lado de los puestos de pescado, una pequeña gabarra de madera servía de plataforma a los restantes, que no perdían detalle de la evolución de los despojos. Se completaba la escena con grandes aves también al acecho.
Finalizó la actividad matutina con degustación de pescados y mariscos, posado de los chefs enarbolando las banderas de Argentina, Chile y Ecuador y la actuación de un grupo de danzas en honor de los visitantes. Después, sin más, partimos en los pequeños ómnibus, dejando atrás la Costanera de la Ciencia con su Mercado fluvial y su péndulo de Foucault, hacia las montañas, rumbo a Bariloche.
Esa es otra historia de esta increíble ENBIGA 2016 que les contaremos próximamente.
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Comentarios

lectorpedroraul (no verificado)

Excelente tarea Señor

Manolo Busrabad Rapa (no verificado)

Gracias, amigo, por leer Expreso.
Por nuestra parte sólo pretendemos hacer justicia al entusiasmo de tan excelentes manjares, maravillosos paisajes y buenísima gente.
Pronto publicaremos la segunda parte.