Una escapada a Ciudad Rodrigo, impresionante villa fortificada

EXPRESO - 15.05.2018

El encanto de las ciudades fortificadas es innegable, sus muros preservan el trazado urbanístico y la arquitectura de otras épocas; pero hay pocas cuyas murallas expliquen tan bien la evolución de la historia como Ciudad Rodrigo, en el suroeste de Salamanca.

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Diferentes lienzos rodean este conjunto histórico cuajado de palacios y escudos, de nobleza y tradiciones curiosas. Aquí la historia es muy, muy importante, pero el mayor tesoro de Ciudad Rodrigo son sus gentes; acompáñanos en esta escapada por la acogedora capital mirobrigense.
Ciudad Rodrigo es una auténtica fortaleza, muy cerca de la ‘Raya’ hispanolusa, que está incluida en la Red de Ciudades Napoleónicas, en la Red de Juderías, en la Ruta de Torres Villarroel, enclavada en el Camino de Santiago y que forma parte de la asociación de Pueblos más bonitos de España. Marcas que hacen una idea de todo lo que puede ofrecer al viajero.
Además, en 2019, se cumplirá el 75 aniversario de su declaración de Patrimonio Histórico-Artístico. Una ciudad que es arte, de varias épocas y estilos, y que refleja cada uno de ellos en su excelencia. Para comenzar la ruta urbana, lo mejor es acercarse callejeando hasta la plaza Mayor.
Presidiéndola está el edificio renacentista del Ayuntamiento, con sus preciosos arcos carpaneles. Aquí, en la planta baja, el personal de la Oficina de Turismo ofrece al visitante todas las opciones para una escapada perfecta. Quizá lo mejor sea visitar primero su catedral de Santa María, cuya arquitectura abarca varios siglos, del XII al XVIII. Imprescindible reservar para hacer la visita guiada.
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En cualquier caso hay que detenerse en su coro magnífico, cuya sillería está cuajada de motivos obscenos; descubrir en lo alto la única escultura que existe en el mundo de san Francisco en vida; no perderse el altar de alabastro renacentista con motivos del Descendimiento de la nave del Evangelio, ni su claustro, y terminar la visita con el audiovisual de la Fundación del Patrimonio en el pórtico de la puerta del Perdón, un pórtico cubierto, protegido así desde hace siglos de las inclemencias del tiempo y de ataques como el de los franceses.
Y es que Ciudad Rodrigo, y sus murallas, fueron un bastión contra las tropas naponeónicas en la Guerra de la Independencia española, que soportó a principios del siglo XIX, en 1812, un tremendo asedio de trece días que se recuerda cada año en verano, en una recreación histórica que atrae a miles de viajeros.
De este momento histórico habla el imponente Palacio de los Águila, seguramente el más representativo de esta ciudad de palacios. Unos 6000 m2 de arquitectura robusta, un precioso patio plateresco y otro posterior, dan paso a las salas del museo de la Guerra de la Independencia. Además de documentos, armas y maquetas, el museo muestra curiosidades como la máscara mortuoria de Napoleón o una valiosa colección de grabados de Goya. Imprescindible.
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Otra parada obligada es el el curioso Museo del Orinal, que expone unas 1300 piezas de 27 países y varias épocas, y que nunca deja indiferente al viajero.
Caminando por su muralla, que ofrece 2,5 kilómetros transitables, se llega al edificio más emblemático de su ‘skyline’, el castillo de Enrique II de Trastámara, cuya torre del Homenaje se conserva magníficamente. Hay que subir a ella para tener las mejores vistas de la ciudad. A cualquier hora si se está alojado aquí, porque este castillo es desde 1931 un Parador Nacional de Turismo, el mejor hotel de la villa.
En el exterior del Parador, un pequeño verraco recuerda que aquí estuvieron también los vetones… y muy cerca –aquí todo está cerca- la plazuela del Buen Alcalde, donde cada martes se celebra un mercado de verduras con productos de la huerta de la comarca.
Y a pocas calles la capilla Cerralbo, que compite en imponencia con la mismísima catedral, y las galerías de delicada forja y los escudos de piedra dorada que salpican las fachadas… Ciudad Rodrigo hay que callejearla despacio para descubrir todos sus secretos.
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Una buena manera es unirse a los paseos nocturnos de la ‘Ruta de los Malditos’ que organiza Turismo Miróbriga, aquí las noches esconden muchas sorpresas... se trata de una visita teatralizada para descubrir leyendas y crónica negra, pero también arte y curiosidades de esta ciudad mágica, una opción diferente a la luz de la luna.
El Carnaval del Toro, que se celebra cada año coincidiendo con los Carnavales, o la charrada del Sábado Santo, cada Semana Santa, son otras de las fechas más concurridas de Ciudad Rodrigo, pero cualquier momento del año es bueno para visitarla. Eso sí, con una ‘rebequita’ aún en verano, porque las noches suelen ser frescas.
Dos días, claro, te resultarán pocos para completar esta ruta por Ciudad Rodrigo, sin duda una de las villas fortificadas más bonitas del mundo, y querrás volver.
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Una comarca que protege su historia
Si la señorial Ciudad Rodrigo sorprende siempre al viajero, también su comarca esconde lugares que merecen la escapada y complementan a la visita urbana.
Quizá lo mejor sea comenzar por el Centro de Interpretación del Rebollar, para contextualizar el viaje. Aquí se muestra la variedad de flora, fauna y minerales en la comarca de Ciudad Rodrigo.
Es esta tierra de dehesas, donde el ganado vacuno y los toros de lidia pastan en semilibertad durante todo el año, sus colores salpican el verde del campo salmantino. Tierra que preserva sus tradiciones y su folclore, como en el pueblecito de Peñaparda, donde todavía se fabrican artesanalmente sus originales panderos cuadrados.
Tierra que preserva su historia, desde la más antigua, como en el importantísimo yacimiento de Siega Verde, parte de un proyecto transfronterizo ibérico que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Aquí se puede admirar arte rupestre del Paleolítico Superior al aire libre junto al río Águeda, el mismo que cruza Ciudad Rodrigo a pocos kilómetros.
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‘Las pinturas del río’, como llamaban antes las gentes de la zona a estas joyas prehistóricas, se visitan hoy junto al enorme puente de 1929, donde se ha construido un pequeño centro de interpretación.
Más cerca ya de la frontera portuguesa, la cadena Domus Selecta ha rehabilitado un edificio impresionante que merece la pena visitar, para alojarse o simplemente para tomar un café. Se trata del Real Fuerte de la Concepción, del siglo XVIII, único hotel de Europa enclavado en una fortaleza estrellada, un edificio que guarda curiosidades como el ‘pozo de escucha’ de su cuerpo de guardia, ahora convertido en recepción del hotel, que alertaba de la proximidad de caballerías.
Justo enfrente, al otro lado de la ‘raia’, la localidad portuguesa de Almeida. Y a pocos metros del lado español, en Aldea del Obispo, un ‘Aula del Fuerte’, para comprender mejor su historia. 
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GUÍA PRÁCTICA 

Cómo llegar
Llegar a Salamanca es muy fácil en diferentes medios de transporte, como se indica en la web de la propia Diputación.
Desde Salamanca, la autovía A-62 lleva a Ciudad Rodrigo en una hora escasa, y también hay autobuses desde la capital provincial. En tren es un poco más complicado llegar, porque el único que pasa por aquí es el Surexpreso-Lusitania que va hacia Lisboa, pero lo hace en trayecto nocturno.
Ya en la villa, la visita al casco histórico ha de hacerse caminando, así que hay que dejar el coche en alguna de las zonas señalizadas como aparcamiento.
Luego habrá que recuperar el automóvil para seguir descubriendo esta comarca, aunque la distancia entre los puntos más interesantes es de pocos kilómetros.
 
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Dónde dormir
El mejor alojamiento de la ciudad es el Parador de Ciudad Rodrigo, no solo por la calidad innegable del servicio de la cadena pública, sino también porque el Parador ocupa el emblemático edificio del castillo de Enrique II y es un lujo dormir aquí.
Entre las ventajas añadidas, el magnífico desayuno de Paradores, perfecto para comenzar con fuerzas la ruta urbana, la ubicación, en plena zona amurallada y a pocos pasos de la plaza Mayor; y también las propuestas de visitas que ofrece el alojamiento como complemento.
Además, Ciudad Rodrigo cuenta con otras opciones interesantes de hoteles, hostales y hospederías. El listado completo puede consultarse en la web de Turismo.
 
Dónde comer
Si buscas cocina tradicional de Ciudad Rodrigo, muy rica y a buen precio, la encontrarás en el restaurante La Bodega, en la parte exterior de la muralla, frente a los restos del convento de Santa Isabel, no te pierdas sus huevos con farinato ni la ternera morucha.
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También está todo muy, muy rico en el restaurante del hotel Conde Rodrigo, intramuros, en la plaza de San Salvador, a pocos pasos de la catedral. Te encantarán sus croquetas de lechazo y su arroz con rabo de toro.
Para una cena más original,  el restaurante Estoril, en pleno casco histórico, te sorprenderán su ambiente coqueto y las creaciones de la chef Leticia, innovadoras pero con base tradicional. Una buena idea es acompañar la comida con vinos salmantinos, como los delicados sabores de cepas viejas de Tiriñuelo, DO Sierra de Salamanca
 
Qué comprar
Además de pasar unos días magníficos en Ciudad Rodrigo, esta escapada te servirá para llevarte de vuelta a casas algunos recuerdos deliciosos. Opta por los sabores de la tierra, como el farinato, los embutidos ibéricos y, por supuesto los dulces.
Los encontrarás muy buenos en las tiendas de Ibéricos Felipe Hernández y Carlos Vasconcellos. Si te van más los dulces, tráete algo típico, como unos ‘repelaos’ o un bollo maimón, muy ricos en las confiterías Etreros, en la plaza Mayor, o Marcos, en la calle Santa Clara.
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Si prefieres un recuerdo más duradero, déjate seducir por alguna pieza de joyería charra, inspirada en la que usan las mujeres con sus trajes tradicionales. Encontrarás lo que buscas por el centro, en cualquier joyería.
 
Más información
En la Oficina Municipal de Turismo de Ciudad Rodrigo. Tfno: 673573798 @OTCiudadRodrigo
En el Portal de Turismo del Ayuntamiento de Ciudad Rodrigo http://turismociudadrodrigo.com
 
Texto y fotos: Federico Ruiz de Andrés y Ana Bustabad Alonso
 

 

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