Los diez mejores rincones del mundo para hacer el amor

EXPRESO - 12.02.2009

Nuba, especialista en el diseño de viajes exclusivos, a medida y en privado, recomienda, para este San Valentín, diez lugares idílicos para hacer el amor

nubaNuba, especialista en el diseño de viajes exclusivos, a medida y en privado, recomienda, para este San Valentín, diez lugares idílicos para hacer el amor. Este año los novios tienen la oportunidad de regalarse una escapada a rincones sugerentes del planeta y estar juntos, en este día tan especial. 

Mucho se ha dicho sobre los beneficios de hacer el amor, de razones y consejos pero ¿qué hay  de los lugares más bellos del planeta donde estar a solas en la intimidad? Hasta ahora, poco se ha hablado y, sin embargo, es uno de los principales atractivos para los novios a la hora de escoger el destino ideal.

Precisamente, los momentos inolvidables se recuerdan por la intensidad y la belleza del paraje donde se hallen. NUBA ofrece alojamientos exclusivos y con encanto en todo el planeta, enclavados en paisajes de inusual belleza natural.

Para los más románticos

Un baño en las aguas termales de Tabacón bajo el volcán Arenal, el más activo de Costa Rica. Ver la lava descendiendo por sus laderas, de noche, es un espectáculo natural inigualable: pequeñas luces incandescentes en la oscuridad acompañaran vuestra velada.

En el rincón más perdido de Sudamérica, pocas cosas hay tan sugerentes como un jacuzzi privado en la terraza de la habitación del Hotel Explora. Desde allí contemplar las Torres del Paine es un obsequio de la Patagonia chilena al que pocos tienen la oportunidad de asistir.

En la más espectacular playa salvaje de Centroamérica nos espera una lujosa habitación del hotel jungla de Francis Ford Coppola, en Belice. Un lugar en el que las lujosas cabañas se esconden entre flores y exóticas plantas tropicales en lo alto de una arriscada ladera.

Para los más atrevidos

El más puro romanticismo salvaje nos espera en Tanzania. Dormir al aire libre en un fly camp de lujo  o en la copa de un árbol, rodeado de animales que pasean en la sabana, en el Parque Nacional de Serengeti. Un escenario de plena libertad, sin más ruido de fondo que el de la naturaleza.  

Un lodge en el bello paraje de Namibia, separado solo por una suave mosquitera desde la que se puede contemplar el increíble atardecer: ocres, rojos y dorados se evaporan entre los cambiantes colores del desierto, mientras las dunas más altas del mundo avanzan silenciosamente hacia el horizonte.

Para los más aventureros

Pasar la noche sobre el lago Inle, contemplando las estrellas y las luciérnagas, que convierten la oscuridad en amanecer, en Myanmar. Un mundo flotante donde la sonrisa de los Intha se fusiona con el paisaje.

En un tren a Sapa, de madera y estilo colonial, con un mayordomo atendiendo a nuestros deseos, viajando hasta la frontera de Vietnam con China. Quienes prefieran el mar pueden preferiran su habitación en un Shampan, navegando por el Dragón descendente de la Bahía de Halong, perdiéndose entre sus tres mil islotes.

En un velero en la barrera de Coral Australiana, sintiendo el viento en la cara y rodeados de este impresionante mar que recuerda que es uno de los países más grandes del mundo.

Para los más sibaritas

Tras llegar en barca a un palafito sobre el mar en Maldivas, donde el suelo es de cristal y tendremos la vida marina corriendo a nuestros pies.

En Zambia, en un hotel con vistas a las cataratas Victoria, desde donde llega una brisa húmeda que arrastra el fervor de sus aguas, creando un espectáculo natural inigualable.

Expreso. Redacción. Q.R

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