Las primeras cinco razones para descubrir Lisboa

EXPRESO - 12.05.2012

Ciudad tradicional y repleta de historia, la capital de Portugal se muestra genuina ante los ojos de los visitantes, que vuelven a ella una y otra vez para disfrutar de sus monumentos, cultura o  gastronomía

Lisboa_RossioCiudad tradicional y repleta de historia, la capital de Portugal se muestra genuina ante los ojos de los visitantes, que vuelven a ella una y otra vez para disfrutar de sus monumentos, cultura o  gastronomía.

Simplificar en sólo cinco los innumerables motivos que existen para hacer una escapada a Lisboa no es tarea fácil. Sin embargo, los turistas coinciden en que  el clima, cultura, gastronomía, belleza y buen ambiente, hacen de ella una ciudad única  y altamente adictiva.
La capital portuguesa goza de un clima mediterráneo privilegiado, siendo una de las ciudades europeas más cálidas. Durante la primavera y verano, los días son soleados y las temperaturas rondan los veintitantos grados.
Aquí el otoño y el invierno son algo más frescos, aunque los termómetros rara vez marcan menos de cinco grados.
La cultura es otro de los ingredientes estrella del cóctel lisboeta.  
Las calles de la ciudad están sembradas de innumerables museos, su arquitectura tradicional es única en Europa y los cantantes de Fado, recientemente reconocido Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, proporcionan romanticismo y nostalgia a sus noches.
Otro de los grandes atractivos de la ciudad es su cocina. A su archifamoso plato estrella, el bacalao, que puede ser preparado de muchísimas formas diferentes, se suman los productos frescos del mar, como el pulpo o las sardinas, y  los platos y guisos tradicionales. Sin duda merece la pena pasar varios días en esta ciudad para poder degustar tantas exquisiteces.
Lisboa posee una belleza particular que no puede ser comparada con ninguna otra capital. A pesar de ser muy turística, no se ha empeñado en adaptarse a las exigencias de los excursionistas, si no todo lo contrario, cada una de sus estampas pintorescas son cien por cien genuinas, fruto de la fuerte personalidad de una ciudad sencilla pero a la vez encantadora.
La última de estas cinco razones, aunque no por ello la menos importante, es su ambiente y amabilidad.
Lisboa es joven, alegre  y hospitalaria. Su gente es abierta y siempre dispuesta a ayudar, y sus calles están llenas de vida tanto de día como de noche. Desde Alfama a Barrio Alto, pasando por su moderno Parque de las Naciones, la capital lusa ofrece un ambiente muy especial. 
Expreso. Redacción. J.R

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