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Gijón, una ciudad para comérsela a cualquier hora
EXPRESO - 06.12.2018
A estas alturas, cualquier viajero que se precie de serlo sabe que en Gijón–en toda Asturias- se come fenomenal
A estas alturas, cualquier viajero que se precie de serlo sabe que en Gijón–en toda Asturias- se come fenomenal. Lo que quizá no sepa es que desde Gijón Turismo llevan años promoviendo varios productos turísticos para garantizar la calidad de la experiencia gastronómica en la ciudad asturiana durante los doce meses.
Gijón Gourmet, La Ruta de la Sidra y Gijón Goloso son las tres marcas que ofrecen todo el año experiencias sabrosas para quienes buscan los mejores sabores tradicionales, cocina más cuidada o no se resisten a un buen dulce.
Las tres fórmulas resultan muy atractivas y el viajero solo ha de escoger el momento de disfrutar cada una. De seleccionar los mejores establecimientos y unificar las propuestas a un precio cerrado y atractivo, incluso de la reserva, se encarga Gijón Turismo.
Ruta de la Sidra
Es la más reciente de las tres experiencias, aunque sus sabores sean los más característicos y reconocibles. Visitas a llagares y cocina tradicional en sidrerías son las señas de identidad de la Ruta de la Sidra, y la selección de Gijón Turismo ha cuidado mucho que sean lugares donde se trata bien a la sidra y se sirve con el ritual que merece.
Quién puede resistirse a un Cachopo sabrosísimo y enorme con patatas fritas caseras o a una Lubina fresca y en su punto exacto en La Fueya de Tomás, quien se nota que disfruta trabajando el buen producto.
O al Arroz con bugre (bogavante) de la Sidrería el Restallu, a rebosar casi cualquier mediodía de parroquianos. Aquí el menú ‘Ruta de la sidra’, con su famoso arroz, incluye además jamón ibérico de Monte Nevado del que se deshace en el paladar, gambas a la plancha y un postre casero en el que se nota el cariño de las manos de Pilar.
Esta Ruta de la Sidra cobra mucho más sentido, sabe mejor, cuando se conoce de primera mano la elaboración, su materia prima y el cariño que encierra cada una de estas características botellas de vidrio verde. Por eso, además de restaurantes, incluye lagares artesanales que hacen visitas guiadas y un taxi-llagar que te lleva de puerta a puerta.
Sidra Acebal enseña al viajero todo el proceso con la pasión de quien lleva mucho tiempo haciendo lo que le gusta. No hay manzana, de las muchas toneladas multicolores que llegan, que se libre aquí de acabar convertida primero en mosto dulce y luego en sidra asturiana –‘que se diferencia de cualquier otra del mundo en que nosotros la escanciamos’, explican.
Cada una de los millones de manzanas multicolores que llegan aquí desde las pomaradas pasa por un concienzudo lavado, transporte de flotación, corte, triturado, prensado, mosto, trasegado embotellado riguroso en tiempos para llegar a la sidra artesanal. Por supuesto, la visita guiada a las instalaciones comienza y termina con un par de ‘culetes’ de sidra que saben mejor en el llagar, directamente de la espicha.
Gijón Gourmet
Para esos momentos en los que se busca una cocina más delicada, una mesa especial, Gijón Gourmet cuenta con un menú perfecto en una selección de restaurantes de calidad avalada por estrellas Michelin, soles Repsol, o simplemente el boca a boca de los buenos gourmets.
Es el caso de Ciudadela, en la calle Capua, a dos pasos por detrás de la inmensa playa de San Lorenzo; un local delicioso por su decoración, sus sabores y un servicio esmerado. No hay que perderse el Carpaccio con foie y boletus o la Ensalada de centolla, pero tampoco el Cochinillo confitado con parmentier y puré de boniato o el Pixín (rape) con risotto de setas y gambones.
La estrella del local es la decoración en forma de cuevas de su planta inferior, cada una dedicada a un oficio tradicional y ambientada en consecuencia, aunque el comedor de arriba resulta igualmente cálido y agradable para una cena formal, una cita romántica o, simplemente, una velada sabrosa con los amigos.
Si se prefiere algo rápido, la entrada de Ciudadela cuenta con una zona de barra más informal donde se puede ‘picar’.
Otro clásico con ambiente marinero y refinado es el restaurante V. Crespo, muy cerca del parque de Begoña. Una barra en forma de barca de madera da paso a la sala, en la que destaca la blancura de los manteles y la buena cristalería, y las botellas de AOVE de marca siempre presentes en la mesa.
Su menú Gourmet comienza con una Manzana rellena de mi-cuit de pato de finura sorprendente y termina con una reinterpretación de la Piña Colada en forma de postre. Pero lo que no hay que perderse de ninguna manera en esta casa son sus arroces.
El Arroz con pitu caleya, algo así como arroz de pollo de corral, es realmente insuperable y merece por sí solo volver una y otra vez a Gijón.
Entre menús gourmet conviene hacer una visita a alguno de los templos del buen producto fresco como el Mercado del Sur que, justo enfrente de la estatua de Jovellanos, descubre al viajero las materias primas netamente asturianas que dan origen a tan buenos momentos.
Gijón Goloso
Un bono de 5 o 10 bocados dulces da acceso al paraíso de los golosos en Gijón. Con él se puede elegir cualquiera de las diecinueve propuestas estrella de las pastelerías y confiterías participantes.
Hay clásicos tan clásicos como las Chaponas de Rosa Vílchez o los Pelayos de Collada. También propuestas innovadoras que van desde los Bombones de cabrales y nueces de Imperial al Bosque Astur de Balbona, Bizcocho de queso azul con interior de castaña y avellana crujientelos.
En total, una veintena –de momento- de referencias que se van extendiendo por toda la ciudad. La manera de disfrutarlos, un bono dulce que se puede adquirir en las oficinas de Gijón Turismo o en el portal web de Gijón Goloso, y saborear al antojo mientras se callejea por esta capital asomada al Cantábrico.
Dónde dormir
El hotel Begoña Park es una magnífica opción. Tiene ya algunos años pero su decoración, que se ha quedado anticuada, se compensa con creces con habitaciones y cuartos de baño amplios y funcionales, luminosos, un mantenimiento impecable, buena climatización, conexión wifi gratuita y, sobre todo, un servicio excelente de todo el personal.
Su situación resulta adecuada para quienes gustan de la tranquilidad del campo y, a la vez, de disfrutar del mar y del centro de la ciudad, del que lo separa un paseo marítimo muy agradable que rodea Gijón e invita a caminar.
También cuenta con aparcamiento propio, gratis si se reserva en su web, y guiños a esta tierra como las amenities de ‘sidroterapia’. El desayuno buffet es correcto y sabroso, con extras como un buen café de máquina profesional y terraza en la parte posterior que se disfruta en los días soleados, muchos más de los que auguran los meteorólogos para Gijón.
Texto y fotos: Federico Ruiz de Andrés y Ana Bustabad Alonso
Foto Pelayos: Gijón Turismo
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