Otoño en las costas de Andalucía, una para cada tipo de viajero

Se ha terminado el verano en el hemisferio norte, pero no es impedimento para aquellos viajeros que gustan del mar y la playa si el destino escogido es Andalucía.

Precisamente el otoño es una de las estaciones más agradables para viajar por España, especialmente por estas tierras del sur de la Península Ibérica. Lejos de las aglomeraciones veraniegas, las costas andaluzas se pueden disfrutar ahora en todo su esplendor.

La temperatura sigue siendo agradable desde Almería hasta Huelva, en las costas de Cádiz, Granada o Málaga; y muchas de sus playas cuentan con bandera azul y servicios adaptados para todos. Pero sus casi mil kilómetros de litoral son muy diferentes y cada viajero, sea del tipo que sea, encontrará su destino preferido.

¿Cuál eres tú?

Si eres un viajero que necesita desconectar:

Huelva, Costa de la Luz, arenales donde perderte y relajarte

En la tierra de las mejores gambas y los primeros viajes transatlánticos, una buena idea es embarcarse.

Hay muchas opciones. Te gustará el trayecto de Ayamonte a Vila Real de Santo Antonio para cruzar el Guadiana hacia Portugal, o subir a bordo en el puerto de El Rompido (Cartaya) hasta La Flecha, espectacular lengua de arena que cierra la desembocadura del río Piedras. En esta Costa de la Luz ya los fenicios utilizaban la resina de los pinos para reparar sus embarcaciones.

Cerca de la capital onubense, mira al Atlántico el monumento a Colón, una escultura enorme de estilo cubista, regalo del gobierno americano a la ciudad de Huelva con motivo de la Expo de 1929. Está en Punta de Sebo, donde se juntan los ríos Tinto y Odiel.

A 4 kilómetros del Puerto de Palos, hoy inexistente, desde donde salieron por primera vez con destino a las Indias, se encuentra el Muelle de las Carabelas, en el que se explica toda la historia del Descubrimiento, y están atracadas las réplicas exactas de aquellos tres barcos.

La playa de Matalascañas, tan familiar y concurrida en verano, es ahora tranquila y agradable. Tras un paseo por la arena, acércate a tapear al centro del pueblo o desplázate a la cercana aldea del Rocío, un lugar sorprendente y mágico.

Los Enebrales, en Punta Umbría, es la salida natural al mar del espacio protegido de las Marismas del Odiel, protegida tras dunas y pinares, como muchas de las playas de esta costa luminosa.

Si prefieres aún más intimidad, Mazagón es tu lugar, deberás descender una falesia para llegar a la arena. O incluso puedes adentrarte caminando en las impresionantes playas de Doñana, protegidas por el Parque Nacional.

Si eres un viajero que ama la Historia:

Cádiz, historia, tradición y sabor

Al otro lado del Guadalquivir, Sanlúcar de Barrameda está estos años de fiesta grande. De aquí salía al mar hace cinco siglos la expedición marítima a la Especiería que terminaría convirtiéndose en la I Vuelta al Mundo.

Ahora que sus arenales ya no están llenitos de turistas ni de caballos, son todo tuyos. Langostinos y manzanilla, el maridaje perfecto para un recorrido urbano por la historia de España.

De camino al sur, haz paradas, porque aquí hay mucha costa interesante. Entre las playas inmensas de Los Caños de Meca y Zahara de los Atunes encontrarás Barbate, la capital de la pesca del atún rojo de almadraba. Si te da tiempo, no te olvides de saborear también la carne roja de retinto, raza autóctona; o los quesos de cabra payoya, los sabores de Cádiz son todos intensos.

En el extremo más meridional de la Península, la zona de Tarifa es uno de los mejores lugares del mundo para practicar deportes acuáticos como el kitesurf. Su playa de Bolonia, un extenso arenal virgen donde querrás quedarte a vivir.

Al otro lado del Estrecho, en la comarca de Algeciras, te sorprenderán las playas con vistas al Peñón de Gibraltar o al patrimonio industrial.

Si eres un viajero que disfruta al máximo cada minuto:

Málaga, Costa del Sol, donde exprimir la vida

Pionera del turismo español, la Costa del Sol está salpicada toda ella de chiringuitos relajados y sabrosos donde disfrutar sin preocupaciones, algunos todavía abiertos en otoño. Recórrela entera, desde Manilva y la florida Estepona hasta la costa de la Axarquía, fronteriza con Granada, y vete probándolos todos.

No te olvides de reservar unos días en la capital malagueña. Date un chapuzón en la playa de la Caleta, en pleno centro de la ciudad, o en Pedregalejo, antes de disfrutar de un buen espeto de sardinas o unas conchas finas.

Si te apetece un plan más sofisticado, visita su increíble Museo del Automóvil y alquila un velero en el muelle para dar un paseo en barco por la bahía.

Más al este, en Nerja, la playa de Burriana, la Cala de Maro, en el Paraje Natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo, o la playa de Calahonda, pequeña y urbana junto al balcón de Europa, son opciones que te encantarán.

Si eres un viajero al que le gusta cuidarse:

Granada, Costa Tropical, paisaje, deporte y gastronomía

Aquí, donde se cultivan los mejores aguacates, mangos y todavía la caña de azúcar, la playa está a menos de una hora de la Alhambra y de las cumbres de Sierra Nevada, por lo que los viajeros deportistas están en su hábitat. ¿Esquí por la mañana y kayak por la tarde?

Si lo tuyo es el submarinismo, opta por la playa de La Guardia, en Salobreña, su ecosistema de arrecifes se ha regenerado gracias a que es zona protegida y el fondo te dejará boquiabierto.

Almuñécar, Salobreña o Motril te atraparán porque sus playas de arena gruesa tienen unos atardeceres inolvidables y están a tiro de piedra de algunos de los mejores sabores de esta Costa Tropical.  

Si eres un viajero que solo busca la belleza:

Almería, el Mediterráneo más hermoso

Lo es. Almería es una provincia hermosa de cabo a rabo. Desde sus desconocidas Alpujarras hasta las playas vírgenes de aguas limpias del Cabo de Gata; pasando por su cinematográfico desierto o el curioso mar de plásticos de sus invernaderos, que abastecen de fruta fresca a toda Europa.

Pero donde más disfrutarás es en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. No te pierdas la playa de los Genoveses, con sus dunas de arena fina y dorada salpicadas por pitas y chumberas. Aprovecha que ahora casi no hay turistas para hacer snorkel en la ensenada de Mónsul, donde se rodaron escenas de Lawrence de Arabia o Indiana Jones. O camina hasta la playa de Los Muertos, en Carboneras, para practicar el nudismo.

No dejes de visitar su capital, ni de comer unas gambas rojas en La Garrucha, junto a la inmensa playa de Vera. Y, si tienes suerte de encontrar alguna casa de comidas en esta zona oriental, prueba sus famosas pelotas, una receta casera que todavía pervive.

¿Y si no te gustan las playas?:

Una escapada andaluza tierra adentro

Si lo tuyo no son las playas, si prefieres los colores ocres del otoño en la montaña, Andalucía tiene destinos increíbles en estas fechas.

Te recomendamos las tierras mineras de La Carolina y Linares, en Jaén, la preciosa Sierra de Aracena, en Huelva, y algunas de las grandes rutas cicloturísticas que pasan por Córdoba y Sevilla, para disfrutar cada segundo al aire libre.

O -¿por qué no?- una visita a la meca mundial del caballo en Jerez antes de comenzar tu propia ruta ecuestre.

Texto y fotos: Ana Bustabad Alonso y Federico Ruiz de Andrés

NOTA DEL EDITOR: Este reportaje ha sido elaborado con la colaboración de la Empresa Púbica para la Gestión del Turismo y del Deporte de Andalucía S.A.