‘Lo utilitario y lo mágico: Tren Patagónico es una experiencia maravillosa’

Conviene tener presente los datos más elementales de la provincia argentina de Río Negro, para apreciar la verdadera importancia de esta ruta ferroviaria. Con sus 203.000 kilómetros cuadrados, es la cuarta provincia de la Argentina por superficie, y la decimoquinta por habitantes, que rondan los 650.000. Además, estos poco más de tres moradores por kilómetro cuadrado están localizados, en un 90 %, en tres áreas concretas: la costa, donde está el centro balneario de San Antonio Oeste - Las Grutas y Viedma, la capital; el área metropolitana de San Carlos de Bariloche, la mayor ciudad de Río Negro y el centro turístico más importante, a orilla del Nahuel Huapi, en las estribaciones de la Cordillera; y el Norte, entre los ríos Colorado y Negro, sobre todo a orillas de este último, que, además de darle nombre a la provincia, fertiliza una comarca riquísima en frutas y vinos, con centro en General Roca, la segunda ciudad por su población.

Pues bien, el Tren Patagónico ruza la provincia de Río Negro de Este a Oeste, uniendo Viedma con Bariloche, atravesando la estepa ganadera (lanera) y casi despoblada del Sur. Este ferrocarril, con sus 827 kilómetros de vía ancha, 1676 mm., puesto en funcionamiento en 1934, abrió la ruta que seguiría la carretera RN 23, único camino que une la costa con la cordillera íntegramente en territorio rionegrino y que hasta hace treinta años era mayormente de ripio; su dilatada pavimentación asfáltica parece que tendrá fin en el próximo 2023. Con estos datos seguro que se entiende mejor lo que nos cuenta Carlos Snaimon, periodista barilochense que está este año al frente de la agencia de comunicación de 'Tren Patagónico S.A.':

‘Por precio y comodidad, pero también por un sinfín de sensaciones que se generan durante el viaje, miles de personas siguen eligiendo viajar de la cordillera al mar en tren. Aquí les traigo un testimonio en primera persona:

Tren Patagónico es mucho más que una empresa de servicios de transporte. Viajar desde la Cordillera hasta el mar, atravesando la estepa rionegrina, cruzar diferentes pueblos, es una experiencia que los viajeros y las viajeras disfrutan en todo momento.

Natalia Juri es docente, residente de la ciudad de Bariloche. Ella ha viajado en tres oportunidades en el Servicio Tradicional, la última lo hizo en el mes de enero para disfrutar de sus vacaciones y nos describió la travesía de dos formas: desde lo ‘utilitario’ y desde lo ‘mágico’.

‘Las dos primeras veces viajé desde Viedma y San Antonio Oeste a Bariloche y en esta oportunidad al revés. Este viaje es algo que siempre quiero repetir’, dice entusiasmada.

Entre los motivos que describe para elegir siempre a Tren Patagónico está la parte que llama ‘utilitaria’: ‘El viaje en tren es muy cómodo, desde la disposición de las butacas hasta saber que uno puede trasladarse, caminar por los vagones; ir al comedor que es una maravilla, tal como lo es la atención del personal en todo momento. Además, es más económico que viajar en micro’.

Pero profundizando un poco más en la experiencia que vive en cada viaje, Natalia sostiene que ‘desde lo 'mágico', la parte para mi más interesante es atravesar la Patagonia, se generan sensaciones increíbles con el ritmo del tren’.

Natalia disfruta de la posibilidad de conocer nuevas personas, porque la dinámica que presenta el viaje en tren lo permite.

‘De repente te das cuenta que estamos todos en la misma situación, juntos en esa inmensidad que representa la Estepa y es precioso’

Tren Patagónico, en su servicio tradicional, une Viedma con San Carlos de Bariloche, recorre 827 kilómetros y atraviesa nueve pequeños pueblos de lo que se denomina la Línea Sur. Cada uno de ellos tiene su encanto y en cada uno de ellos se produce un encuentro.

‘Es muy linda la llegada y partida del tren a los diferentes pueblos, sigue de alguna forma uniendo en esa inmensidad los diferentes destinos. La gente del lugar saludando al tren..., es realmente muy lindo formar parte de ese evento que pareciera ser el único siempre, es maravilloso’.

Tren Patagónico es elegido durante todo el año, pero especialmente en la temporada estival y las vacaciones de invierno, por miles de argentinos. En familia, grupos de amigos, parejas o individualmente, cada viajero tiene una experiencia particular y única.

‘He viajado sola y en pareja y se disfruta de diferente manera y viajar en Tren Patagónico es disfrutable siempre’, concluye Natalia’.

Es una excelente noticia la reactivación de los trenes en cualquiera de sus facetas. Y, aunque la 'alta velocidad' es la tendencia más avanzada en el transporte actual, conviene, sobre todo al sector turístico, recuperar antiguos modos de viajar; recobrando momentos, disfrutando de la tranquilidad, de los paisajes, de la gastronomía, de nuevas relaciones, propiciado todo ello por un modo más pausado de desplazarse. En la Argentina, que, según leo, llegó a tener en la posguerra más de 47.000 kilómetros de vía férrea, de los que se conservan buena parte, seguro que saben mucho de esto. Ayer mismo leíamos en este diario que en Jujuy proyectan un nuevo tren turístico; hace un par de semanas, nos contaban lo del Expreso Bariloche-Las Grutas, que usa una parte de las vías del Tren Patagonico; a la vez nos enterábamos de lo de la 'Trochita' entre Ingeniero Jacobacci (*) y Ojos de Agua, que por cierto nos  trajo recuerdos de aquella otra 'trochita' que es el Tren del Fin del Mundo, en Tierra de Fuego, también en activo... En un país tan grande, seguro que hay muchos otros...

(*) Esta población lleva el nombre del ingeniero que dirigió el proyecto del Tren Patagónico.

Texto: Manolo Bustabad Rapa. Fotos: Carlos Snaimon