Los cocineros hablan el mismo lenguaje, se entienden

EXPRESO - 13.02.2017

Alejandro Maglione en ENBIGA 2016

ENBIGA nos ayuda a juntar a argentinos y chilenos por el lado de una de las vísceras más sensibles, que es el estómago...

En Buenos Aires y en gran parte de América Latina el nombre de Alejandro Maglione se asocia inmediatamente a la buena mesa. Popularidad y prestigio, derivados de su trabajo como periodista enogastronómico, como a él le gusta definirse, si bien siempre con la coletilla de "especializado en temas sibaríticos", desarrollado en su programa "La isla de los sibaritas", Radio DIME 1420, y en su sección habitual del diario La Nación.

Hemos coincidido con él en ENBIGA 2016, el Encuentro Bioceánico de Gastronomía que tuvo lugar en la Patagonia, con más presencia en Chile, Región de los Ríos, pero con actividad también en el lado argentino, concretamente en tierras de Bariloche, provincia de Río Negro. Muy cerca de Bariloche, pero ya en la provincia de Neuquén, está San Martín de los Andes, segunda residencia de Maglione y lugar donde fue anfitrión de Felipe González allá por el cambio de milenio.

Era nuestra primera vez en esta región y resultó una semana de placenteras sensaciones, entre ellas el privilegio de conversar con Alejandro, una vez sobrepasada la barrera de "entrañable-viejo-gruñón" con que parece protegerse, lo cual supuso entrar un poco en el entresijo de opiniones y anécdotas de fogones, que tanto le apasiona y que se extiende más allá de su Buenos Aires e incluso del continente americano.

Todo eso se lo desmenuzaremos en varias dosis en esta misma sección. Hoy les dejamos su impresión, como experto conocedor de la historia e idiosincrasia de estos pueblos, sobre el acontecimiento que propició nuestro encuentro.

Con Alejandro basta una pregunta:

Sobre ENBIGA, el Encuentro Bioceánico de Gastronomía al que asistimos, ¿qué le parece que se haya dado este paso y cómo ve el resultado?

Como dato objetivo, te diré que me parece excepcional, porque tenemos una historia complicada entre argentinos y chilenos, que arranca propiamente de la colonia. Hemos tenido siempre problemas. Nuestra principal provincia vinífera, que es Mendoza, formaba parte de la Capitanía General de Chile. Entonces, al fundar el Virreynato del Río de la Plata la sacan (Mendoza, en el centro del país) y suspenden todas las jurisdicciones que tenía la Capitanía General de Chile en la Patagonia. Es decir, en kilómetros cuadrados, la mitad de su territorio. Eso es un trauma que dura hasta hoy, pero no se lo sacamos los argentinos, se lo sacó la madre patria en la hora en que gestionaba estas colonias. Y esto mantiene un recelo que yo diría mayor del lado argentino, estamos dolidos de que pretendan haber tenido algún derecho sobre un territorio que indiscutiblemente es nuestro. Tuvo sus idas y venidas en los tribunales.

ENBIGA nos ayuda a juntar a argentinos y chilenos por el lado de una de las vísceras más sensibles, que es el estómago. Esta es una muy buena iniciativa. Los cocineros hablan el mismo lenguaje, se entienden. Eso está todo muy bien. Ahora hay que tratar de estimular esto al máximo. Yo ya sé que viene otra reunión unos kilómetros más al Sur.

Creo que esto es un ensayo y que tenemos que esperar muy esperanzadamente el ENBIGA del año que viene, que será mucho más preciso; acá todos percibimos imprecisiones. Es muy difícil, se tienen que entender dos nacionalidades que, aunque hablan la misma lengua, tienen distintyos términos. Si a un español le hablas de lo sabrosos que son los duraznos que comemos en Argentina, me dirá: pero ¿eso qué es? Es un diálogo difícil porque los chilenos llaman a las cosas de un modo, nosotros de otro... Hablamos de horarios distintos; para nosotros el mediodía no es el mediodía; para ellos la tarde es a las once y eso es por una tradición de que a las once se le da el chocolate a los esclavos para que sigan trabajando. En resumen, no se hizo todo lo que queríamos y en la forma que hubiésemos deseado y que se merecía que se hiciese. Se hizo una enorme parte y fue, en mi percepción, un gran ensayo y me va a gustar ver el estreno de la obra el año que viene.

En ese momento yo aún no sabía que ya se estaba perfilando la ubicación de ENBIGA 2017, que tendrá lugar en el mes de agosto, centrando el grueso de las actividades esta vez en tierras argentinas, concretamente en Neuquén. Invitados estamos al "estreno de la obra", así que aguardaremos con impaciencia el nuevo encuentro.

Seguiremos contándoles nuestras conversaciones con el Sr. Maglione.

Texto y fotos: Manolo Bustabad Rapa