La Habana, que cumple 5 siglos, en el punto de mira internacional

La Habana afronta su 500 aniversario tratando de recuperar el pasado deslumbrante de urbe codiciada durante toda su historia por norteños y europeos, pero también disfrutada por unos y otros. Da gloria escuchar al eminente Eusebio Leal, Historiador de La Habana y responsable de ocultar su desnudez de las últimas décadas, según va desgranando esa historia de señora madura que ha soportado asaltos, epidemias y ocupaciones, pero también disfrutado de esplendor y acogido cumbres de ámbito mundial. 

La Habana, no nos engañemos, es hoy una dama humilde que poco a poco va recuperando de su viejo baúl las galas de antaño, restauradas y actualizadas. Una señora que equilibra sus nostalgias con el bullicio de sus vástagos en las plazas remozadas. Porque en La Habana siempre hay niños en las calles, grupos de chavales con sus uniformes y su leche diaria garantizada que salen con sus maestros a beber la vida y la historia de su ciudad, mostrándose abiertamente al tropel de visitantes. 

La Revolución, que está cumpliendo ya 60 años, ha alcanzado sus objetivos en las áreas de sanidad y educación. Según UNICEF es el único país de América Latina que ha eliminado la desnutrición infantil severa. Y, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), es la nación de América Latina con más avances en la lucha contra la inanición. Un informe de UNICEF de noviembre de 2018 asevera: "La desigualdad económica y social está asociada a la desnutrición crónica infantil".    

Pero La Habana también acapara otros titulares, señalada por los americanos del Norte como lugar de encuentro y conspiraciones de los movimientos políticos de Latinoamérica, como los de los Kirchner (por cierto, mientras escribimos esto vuelven al poder en el equipo de Alberto Fernández, que acaba de ganar las elecciones); posicionada con Evo Morales, en entredicho hoy, acusado de pucherazo en los comicios de la semana pasada; protagonista también en Bakú, en la reunión del Movimiento de Países no Alineados (MNOAL), tratando de buscar nuevas alianzas con Caracas contra el bloqueo de los EE.UU... Hoy mismo el genio de la Casa Blanca ha decidido eliminar los vuelos comerciales a Cuba salvo los que se dirigen al José Martí. 

Sin embargo muchas empresas, sobre todo europeas, hoteleras, de comunicaciçón, de transporte..., cada vez apuestan más fuerte por Cuba, como apostaron Barack Obama y Raúl Castro hasta hace poco más de dos años (hemos incidido en esa realidad desde este medio en otras ocasiones), planteando una política abierta a intercambios y comunicaciones. Las estúpidas decisiones del iluminado pelirrojo no sólo pretenden asfixiar al pueblo cubano sino que provocarán la reafirmación del Gobierno de Díaz Canel en postulados de antaño, que parecían superados.

Los Estados Unidos siempre han interferido en Cuba por sus pretensiones de fagocitarla. Ya en 1869, de acuerdo con los anexionistas cubanos trataron de comprar la isla por 100 millones de pesos. Poco después, Martí advertía del peligro norteamericano, véase 'Nuestra América', ensayo publicado en 'El Partido Liberal' de México, en enero del 1891: "Cree el aldeano vanidoso que el mundo entero es su aldea, y con tal que él quede de alcalde, o le mortifique al rival que le quitó la novia, o le crezcan en la alcancía los ahorros, ya da por bueno el orden universal, sin saber de los gigantes que llevan siete leguas en las botas y le pueden poner la bota encima..." Como es sabido, todo fue en vano. 

Lo que antecede sólo son datos fácilmente contrastables, pero sería injusto achacar todas las penurias de Cuba a agentes exteriores. A los logros sociales, que sitúan a Cuba muy por encima de los demás países americanos, exceptuando quizás Canadá, se contrapone una economía devastada: La producción de artículos básicos disminuye a la par que crece la deuda externa. La producción de azúcar está en los niveles más bajos del último siglo, hasta el punto de no alcanzar para cumplir con sus compromisos con China y el consumo propio. El tabaco cubano, prohibido en EE.UU., dependiente de Europa y con competidores cada vez más fuertes en Nicaragua y República Dominicana, también está en horas bajas. 

La Revolución, así con mayúscula, seguro que sigue siendo una herramienta válida, indispensable incluso, para nutrir, alfabetizar y dar una sanidad adecuada a las poblaciones más desfavorecidas de infinidad de países; cumplido en Cuba ese objetivo primario desde hace ya algunos lustros, es necesario evolucionar políticamente hacia el respeto a las iniciativas y libertades individuales. Al Gobierno cubano no le queda más remedio que escuchar opiniones que difieren de su discurso habitual, a la vez que va permitiendo a los disidentes el contacto con la diplomacia internacional, como está sucediendo estos días ante la inminente visita del rey de España para las celebraciones del aniversario. 

El bloqueo no es el único responsable de la crítica situación económica de Cuba, ni sus dirigentes tienen el monopolio de la verdad, de las verdades. Los EE.UU. están de espaldas, pero Europa y Asia miran a 'la Perla'. El quinto centenerio de La Habana puede ser el timón para encontrar el rumbo.