Los museos más singulares de República Checa

EXPRESO - 10.09.2020

La República Checa es sinónimo de Cultura, con mayúscula, de bonitas historias y de curiosidades en cada rincón.

Desde Turismo de Chequia nos descubren cómo se mezclan estos tres rasgos en sus museos y espacios más singulares.

En la República Checa los museos guardan objetos extraordinarios, custodian el tiempo y se erigen en guardianes de la memoria. Incluso hay espacios donde tratan de adelantarse al futuro.

Praga, la capital de la mascarilla, la música y las mariposas     

Papilonia. La Casa de las Mariposas (Motýlí dům). Incluso en sueños sería difícil reproducir la sensación de estar rodeados de mariposas, de su frágil belleza en movimiento. Al ver alrededor, sin barreras físicas, los ejemplares más bellos del planeta te quedas sin palabras.

Es una experiencia gratificante tanto para adultos como para niños, por lo que representa una actividad ideal para hacer en familia.

Aunque La Casa de las Mariposas está en Praga, existen otros espacios similares en Brno, donde recibe el nombre de La Jungla del Caribe, y en Karlovy Vary, donde lo han denominado El Tumulto de las Mariposas. Abre todos los días, de 10 a 20 horas.           

Museo Nacional. La historia reciente también puede formar parte de un museo como demuestra la exposición ‘Vamos juntos’ (Držíme spolu), que exhibe objetos propios del estado de alarma provocado por la pandemia. Uno de esos elementos, que el museo comenzó a coleccionar desde el inicio, es la mascarilla.

En esta muestra se puede ver observar todo un abanico de diseños, desde aquellos que tratan de provocar una sonrisa a los más glamurosos y elegantes. Se puede visitar hasta el 30 de septiembre, entre las 10 y las 18 horas.        

Museo Checo de la Música. Ya seas un melómano empedernido, estés estudiando música o tengas el peor oído del mundo, en este museo disfrutarás admirando instrumentos poco conocidos, con particularidades interesantes o historias para el recuerdo.

En la actual exposición Hombre - Instrumento - Música (Člověk, nástroj, hudba) se muestran algunos como el theremín, que suena sin entrar en contacto con él, o el piano que tocó Mozart en 1787 durante su primera visita a Praga. La muestra se ha estructurado en función del tipo de instrumento: viento, cuerda y tecla. El museo abre toda la semana, a excepción de los martes, entre las 10 y las 18 horas.         

Bohemia Central, la región más salada de Chequia      

Museo de los Saleros (Muzeum slánek) de Slaný. El concepto de ‘salado’ alude tanto a alguien chistoso –o con gracia– como aquello que tiene un exceso de sal.

En la pequeña ciudad de Slaný, a sólo una hora de Praga, saben mucho de este condimento, y tiene mucha gracia que su nombre signifique ‘salado’.

Según narra la historia, recibió dicha denominación porque sus habitantes evaporaban la sal de un manantial próximo. Para guardarla una vez cristalizada, los vecinos idearon un envase muy especial: ¡el salero! Y este es el motivo por el que en 2011 se fundó en este lugar el Museo de los Saleros, que ya dispone de 2.800 piezas con distintos diseños y materiales. Estos envases agujereados proceden de donaciones de vecinos, de visitantes y de lejanos lugares del mundo (incluso hay uno de Kenia), y todos tienen una historia detrás.

Cada donante recibe como agradecimiento un documento conmemorativo. Para visitarlo hay que dirigirse al Infocentro Pod Velvarskou branou, de 9 a 17 horas, entre julio y octubre.        

Bohemia del Sur, la guardiana del tiempo     

El Reino del Tiempo (Kralovství času) de Protivín. Aunque el tiempo parece detenerse cuando nos movemos por Bohemia del Sur, hay unos pequeños aparatos que fueron inventados para hacernos conscientes de su fugacidad.

Y a ellos está dedicado este espacio situado en la población de Potrivín, a unos 30 kilómetros de České Budějovice. En una bonita villa de arquitectura art nouveau de comienzos del siglo XX se rinde homenaje a la figura del reloj.     

Cuenta con más de 1.200 relojes de todos los tipos y con diversas funcionalidades. Se pueden ver desde despertadores hasta enormes mecanismos que se usaban en los relojes de las torres.

También organizan actividades para familias con niños en las que los más pequeños pueden convertirse en relojeros por un día y disponen de zona de juegos al aire libre y cafetería con golosinas, además de una gran variedad de café.        

Bohemia del Oeste, frágil como la porcelana     

Castillo de Loket. Cuando se admira la robustez de este castillo elevado sobre una inmensa roca, es difícil imaginar que su interior pueda cobijar elementos tan frágiles y de belleza tan delicada como los que se exhiben en su Sala de la Porcelana.

Tras visitar su interior, con torres e incluso cámara de tortura, llega el momento de disfrutar de las piezas de porcelana de los siglos XIX y XX procedentes de las fábricas de Loket y de los alrededores. Algunas son tan especiales como las copas vienesas de balnearios, de los siglos XVIII y XIX, o los cabezales de pipas de porcelana pintada.

También incluye algunas piezas de cristal de la afamada fábrica Moser de Karlovy Vary. Abre todos los días de 9 a 18.30 horas.            

Brno, museos que miran al futuro   

Mendelianum. El atractivo mundo de la Genética. A veces tan importante como la exposición es el lugar donde se exhibe. Y eso es lo que ocurre en Mendelianum, ya que este fue el lugar donde la sociedad científica de Mendel se reunía para celebrar sus reuniones e intercambiar hallazgos. Recorriendo estas salas se viaja por el mundo de la genética, la ciencia y la investigación.

No hay que olvidar que Gregor Johann Mendel fue un fraile agustino checo que sentó las bases de diversas teorías sobre herencia genética. Aquellas investigaciones que inició en su día tratando de averiguar el misterio de las variedades híbridas, ahora se hacen con modernos procedimientos que los visitantes pueden tratar de emular.

Uno de los objetivos de este museo interactivo es fomentar la vocación en Biología, y no hay duda de que despiertan, al menos, la curiosidad. Abre de miércoles a domingo entre las 9 (algo más tarde en fin de semana) y las 17 horas.     

Museo Técnico de Brno. La línea que separa la ficción de la realidad es muy delgada, y muchas palabras empleadas en la literatura llegan a formar parte de nuestro vocabulario cotidiano.

¿Sabes cuándo apareció por primera vez el vocablo ‘robot’? Fue el checo Karel Čapek, en su libro R.U.R. (Rossum’s Universal Robots), quien avanzó en su obra la trascendencia que tendrían estas máquinas en la sociedad.

Con la exposición Robot 2020, 100 años desde el origen de la palabra robot, el Museo Técnico de Brno recuerda el centenario de este hecho, y exhibe más de 100 modelos que reflejan la evolución, el contexto y las perspectivas de futuro.         

Moravia del Sur, caprichos de reyes     

Castillo de Bítov. Asegura el dicho popular que ‘sobre gustos no hay nada escrito’... por lo que evitaremos emitir un juicio sobre las ‘curiosas’ aficiones del barón Jorge Haas. Este noble, que fue el último propietario del castillo de Bítov, era un gran amante de la fauna y disponía de una amplia muestra de animales disecados (además de vivos, claro).

El conjunto que le ha valido entrar en el Libro Guinness de los Records está integrado por 50 perros disecados de distintas razas. Hay quien asegura que algunos de esos animales son caricaturas de personas que no eran de su agrado.

También se cuenta que el barón coleccionaba amantes, han contado hasta ochenta, pero de esa afición no han quedado pruebas...   Aprovecha esta visita para admirar el interior neogótico del castillo, sus pinturas y mobiliario. Y, por supuesto, para deambular por sus zonas más tétricas, como la cárcel, la mazmorra y la cámara de tortura.         

Museo de Carruajes en Čechy pod Kosířem. Este tipo de museos, que suelen atraer a un público minoritario, son capaces de ofrecernos una acertada radiografía histórica o social del país donde se encuentran.

En este museo temático de la población de Čechy pod Kosířem, muy cerca de Olomouc, se exhiben al público desde carruajes reales de bodas hasta humildes trineos. Incluso hay una carroza fúnebre considerada la más grande del mundo.

Todos los modelos son originales y han sido restaurados. Hasta el 30 de septiembre este espacio permanece abierto a diario (excepto los lunes) de 10 a 17 horas. A partir de octubre sólo los fines de semana y días festivos.      

La República Checa se puede recorrer de museo en museo, entre anécdotas y curiosidades, sin pensar un solo momento que estos diez magníficos espacios históricos y culturales son únicamente reminiscencias del pasado.      

Expreso. Redacción. J.R

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