Museos que trascienden paredes y salen a las calles de Medellín

EXPRESO - 14.08.2020

Un sinnúmero de narrativas se pueden dar al mencionar Medellín, la segunda en importancia en Colombia y que otrora sería una de las más violentas en el mundo.

Para nadie es un secreto que la atención que hoy atrae internacionalmente en parte se debe el morbo mediático y de series de televisión y narconovelas.

Hoy esta ciudad esté en boca de todo el mundo, por el lastre que ha cargado en su historia reciente. 

Pero hace falta visitar la ciudad colombiana, para comprenderla y apreciarla con otros ojos: hoy en Medellín se evidencia el ímpetu de su raza a través de su transformación social y urbana y de la resiliencia con la que, con dignidad, hacen frente a un pasado violento.

Resiliencia, que, a través de la renovación de la ciudad, ha permitido que Medellín haya sido constantemente premiada por sus procesos de innovación y proyectos urbanísticos y de movilidad sostenible.

Esto combinado con una oferta turística y cultural que ha venido en auge en la ciudad, ha desatado el crecimiento de la demanda del destino por turistas y visitantes de todo el mundo y la voluntad del gobierno local por fortalecer esta industria. 

Uno de los atractivos turísticos más importantes de Medellín son sus museos, los cuales son particularmente diferentes entre sí y una expresión de la inmensa diversidad que el país tropical acoge. 

El que más se destaca es, sin duda, el Museo de Antioquia, el cual cuenta con 17 salas de exposiciones permanentes en las que se pueden apreciar obras de arte prehispánico, republicano y contemporáneo, así como más de 100 obras del maestro Fernando Botero.

Es el artista vivo más expuesto del mundo y del que se destaca en su arte un peculiar estilo denominado ‘boterismo’, a través del cual pinta y esculpe figuras regordetas en diferentes situaciones cotidianas de la cultura colombiana.

El maestro ha señalado que no son gordas, si no llenas de volumen, volumen que representa la sensualidad y la belleza en la forma.

Durante la contingencia derivada de la Covid-19, el Museo de Antioquia dicta talleres virtuales de artes y oficios. 

En el área circundante del Museo de Antioquia, es sin duda la preferida. Allí se encuentra La Plaza Botero, la mayor exhibición de esculturas al aire libre en el mundo del artista antioqueño Fernando Botero.

Aquí se puede tocar, sentir y experimentar las formas y texturas de estas 23 obras monumentales que hacen de este lugar un icono de la expresión artística a nivel mundial.  En contraste con el tradicional Museo de Antioquia, al sur de la ciudad en el Parque Lineal Ciudad del Río, se encuentra el Museo de Arte Moderno de Medellín MAMM. El Museo se ubica en un espacio público renovado que muestra parte de la transformación urbana de Medellín.

La colección del MAMM cuenta con más de 2000 obras de arte moderno y contemporáneo mayoritariamente colombiano, con énfasis en la producción artística antioqueña y con una presencia importante de arte latinoamericano. 

Uno de los fondos más destacables de la colección del museo y que consta de 246 obras entre pinturas, acuarelas, bocetos y cerámicas, es la colección de la artista Débora Arango. Ella es una de las mayores exponentes de la pintura en Colombia.

Las obras de esta colección fueron declaradas Bienes de Interés de Orden Nacional en el año 2004 por el Ministerio de Cultura de Colombia, Mincultura. 

El Museo de Arte Moderno de Medellín además ofrece en su programación actividades al aire libre como funciones de cine o conciertos que han contribuido en la apropiación ciudadana del espacio público, un aspecto propio de la estrategia de urbanismo de la ciudad. 

La programación habitual del museo se ha visto afectada por el cierre de sus instalaciones debido a la COVID-19, mientras tanto, es posible disfrutar de algunos recorridos virtuales de diferentes exposiciones del museo en su sitio web. 

Galería a Cielo Abierto del Tranvía de Ayacucho y Museo Casa de la Memoria

Uno de los proyectos recientes de movilidad sostenible del Metro de Medellín es el Tranvía de Ayacucho, el cual debe su nombre a la avenida por la que transita y en la cual es posible a pie, o por medio del transporte masivo que moviliza al día a más de 90.000 personas, apreciar las obras de 27 artistas que cobran vida en murales y diferentes elementos del espacio público a lo largo de la Avenida Ayacucho. 

La Galería a Cielo Abierto del Tranvía de Ayacucho cuenta con diversas y coloridas obras en las que se utilizaron técnicas como el mural tradicional, el grafiti y la pintura. Cada expresión artística invita a vecinos y transeúntes a reflexionar, a tocar, a ver y a dignificar los oficios tradicionales y la cultura antioqueña, buscando acercar a locales y visitantes al arte más allá de los tradicionales museos. 

A 400 metros de la estación Bicentenario del Tranvía de Ayacucho, se encuentra el Museo Casa de la Memoria, el cual sería imperdonable no visitar en un recorrido completo por los museos de Medellín.

Es un lugar destinado para amplificar la voz de las víctimas del conflicto armado durante la época de mayor violencia en la ciudad y el país, y un vivo reflejo de los procesos de reparación y reconstrucción social por los que ha pasado Medellín. 

Al recorrer sus salas, a través de fotografías, escritos, voces grabadas y espacios artísticos, se muestra el dolor por el que atravesaron cientos de ciudadanos con el fin de no olvidar y garantizar que no se repita. El museo se ha convertido en una herramienta de reparación simbólica y en un referente nacional que genera una reflexión importante sobre el pasado y que aporta continuamente a la construcción de la paz. 

Pese a que, como los otros museos de Medellín, el Museo Casa de la Memoria sigue cerrado, su oferta cultural y de memoria se ha trasladado a sus redes sociales a través de las cuales se entablan diálogos para la paz, se realizan cine foros y se dictan talleres de cuentería y oficios.

Expreso. Redacción. A.R

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