El pasillo ecuatoriano, patrimonio intangible de la Humanidad

EXPRESO - 18.12.2021

El Comité para la Salvaguardia del Patrimonio Intangible de la Unesco, designó al ‘Pasillo ecuatoriano: canción y poesía’, como Patrimonio inmaterial de la Humanidad. 

La decisión del organismo se basó en las particularidades musicales del pasillo ecuatoriano y su vinculación con la identidad nacional del país.

En presencia de la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, luego de un largo proceso, el pasillo ecuatoriano, que se encontraba incluido desde 2018 en la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial del Ecuador, pasó a constituirse en un valor intangible que el país comparte al mundo.

El Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana del Ecuador y su Delegación Permanente ante la Unesco continuará trabajando para que otros bienes ecuatorianos, tangibles e intangibles; culturales y naturales; sean reconocidos por esta organización como Patrimonio de la humanidad.

El Pasillo

El pasillo es un género musical popular, cuyo origen es el vals europeo, caracterizado por bailarse en pareja y agarrado. Se afianzó en la región Andina en la década de los 70 del siglo XIX, durante los primeros años de la independencia de la región. Es un género compartido con países hermanos como Venezuela y Colombia. 

Según refiere el cronista quiteño Alejandro Andrade Coello, dicho género arribó a Quito en la época 1877, en el Gobierno de Ignacio de Veintimilla.

En sus inicios el pasillo era solamente instrumental y su ejecución se basaba en los tres instrumentos básicos de la música andina: bandola, tiple y guitarra. Posteriormente apareció el pasillo vocal que incluye letras de gran contenido poético e incluso muchos de ellos son poemas musicalizados como “Sombras”, de la poeta mexicana Rosario Sansores y musicalizado por los ecuatoriano Carlos Brito o Julio Jaramillo; “Mis flores negras” poema del colombiano Julio Flórez cuya versión musicalizada se atribuye al ecuatoriano Carlos Amable Ortiz y a Julio Jaramillo. 

Según el musicólogo colombiano Guillermo Abadía, ‘La denominación de pasillo como diminutivo de “paso”, se dio para indicar que la rutina planimétrica para bailarlo consta de pasos menudos’.

Expreso. Redacción. J.R

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