El Pirineo navarro vive fiesta de las Almadías

EXPRESO - 13.04.2008

Las almadías o balsas hechas de troncos de madera que servían para transportar la madera desde la alta montaña a los valles del sur vuelven a surcar las aguas del río Esca, en Burgui, Navarra

AlmadiasBurguiLas almadías o balsas hechas de troncos de madera que servían para transportar la madera desde la alta montaña a los valles del sur vuelven a surcar las aguas del río Esca, en Burgui, Navarra.

Lo hacen el 3 de mayo en una jornada popular que servirá para rememorar una tradición que se remonta al siglo XVI, cuando los accesos por tierra eran muy complicados y los vecinos de Roncal tenían que utilizar el río para conducir los recursos madereros desde los bosques hasta los puntos de carga y hasta las serrerías.

El Día de la Almadía cumple este año su decimoséptima edición. Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2005, es una oportunidad única para conocer el duro oficio de almadiero, desaparecido en la Comunidad Foral en 1952 con la construcción del embalse de Yesa y la mejora de las carreteras.

El principal atractivo de la jornada, organizada por la Asociación de Almadieros Navarros, es la bajada de las almadías por el río Esca. El descenso se realiza en tres rudimentarias barcazas construidas con los troncos de madera que hay que transportar.

Las balsas son conducidas magistralmente por los almadieros a lo largo de los 6 kilómetros que unen el paraje de Olegia y el puente medieval de Burgui. Durante la demostración, los almadieros van ataviados con los trajes tradicionales de faena en los que no faltan los espalderos de piel de cabra para protegerse del frío.

El paseo en almadía por el río se completa con una serie de eventos culturales, deportivos y folclóricos que se desarrollan durante todo el día, como exposiciones, feria de alimentos artesanos, actuaciones musicales, danzas, feria de artesanía, comida popular, proyecciones audiovisuales y deporte rural.

Este año, el colectivo almadiero entregará del galardón denominado ‘Almadía de Oro' a La Pobla de Segur -Lérida- y a la ex ciclista Joane Somarriba. Con esta distinción, la Asociación de Almadieros Navarros pretende reconocer a todos aquellos municipios que se dedicaron durante años al comercio almadiero, entre ellos La Pobla de Segur.

En ediciones anteriores este galardón ha recaído en el Valle de Salazar, Sangüesa o los Valles de Echo y Ansó. Por otro lado, la ‘Almadía de Oro' a la ganadora de tres ediciones del Tour de Francia, dos del Giro de Italia y del Campeonato del Mundo contrarreloj, es el premio a una mujer que ha hecho historia en el ciclismo femenino.

Aunque la llegada de las almadías a Burgui está prevista para el mediodía, dada la gran afluencia de público, se recomienda a los visitantes adelantar su llegada para evitar retenciones de vehículos y facilitar una mayor fluidez en el aparcamiento.

La fiesta de las almadías no se limitará exclusivamente al sábado. Los días anteriores también se desarrollarán diversos actos culturales.

El jueves 1 de mayo el grupo de folk ‘Mielotxin' ofrece, junto a los dantzaris Oinarin, un concierto en el que presentará su segundo trabajo ‘Almadierra', inspirado en la figura del almadiero.

Al día siguiente, se celebrará una feria de oficios artesanales que escenificará diversas formas de vida y de trabajo de antaño y por la noche tendrá lugar junto al río un espectáculo teatral, musical y pirotécnico a cargo del grupo de teatro ‘Lo Tamarro', de La Pobla de Segur.

Del remoto origen de las almadías dan fe tanto el origen árabe de la palabra, que significa ‘balsa ligera', como los documentos del siglo XIV que hacen referencia a estas embarcaciones que provenían de los valles aragoneses de Echo y Ansó.

En el siglo XVIII, el Valle de Roncal entró en directa competencia con los valles del Alto Aragón, hasta tal punto que, entre 1764 y 1774 salieron del valle navarro más de 50.000 troncos.

Ya en el siglo XX, el tráfico almadiero se fue perdiendo a medida que se iban construyendo carreteras y los camiones sustituían a las tradicionales balsas. La construcción del pantano de Yesa en 1952 supuso el punto y final a este oficio que se recuerda, cada año, gracias al impulso de la Asociación Cultural de Almadieros Navarros.

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