El chamamé argentino ya es Patrimonio de la Humanidad

EXPRESO - 21.12.2020

La popular danza, muy típica en la Provincia argentina de Corrientes, región Litoral, reúne grandes valores, como el amor por la tierra, el respeto a la naturaleza y la amistad entre los seres humanos, entre otros. 

Al noreste de la República Argentina, en el corazón de la región Litoral, se ubica la Provincia de Corrientes. Al igual que sus vecinas Misiones y Entre Ríos, está escoltada por los míticos ríos Paraná y Uruguay, que le dan un marco de belleza natural inigualable. 

La ciudad capital homónima es una de las más importantes del Litoral, con un intenso ritmo diario y con playas que en verano reúnen a grandes cantidades de turistas. Mientras tanto, en el interior correntino existen sitios de notable espectacularidad como son los Esteros del Iberá, un humedal maravilloso –el segundo más grande del mundo- con más de 4 mil especies de flora y fauna –casi el 30 por ciento de las especies reconocidas en Argentina. 

‘Es un honor para Argentina y para la Provincia de Corrientes este reconocimiento por parte de la UNESCO. Felicitamos a quienes han trabajado intensamente para que este reconocimiento se produzca y que suma a la Argentina un elemento más para mostrar este producto en el ámbito internacional. El Chamamé es el reflejo de la buena hospitalidad, la armonía y el respeto entre las personas. Es otro motivo para que el turismo mundial nos visite y conozca a fondo nuestra increíble cultura’, valoró el secretario ejecutivo del Instituto Nacional de Promoción Turística, Ricardo Sosa. 

Corrientes es conocida por sus tradiciones, como el mate, la pesca y el Chamamé. Precisamente, este último ha logrado el reconocimiento mundial al ser declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO. 

Sin duda, este logro es el resultado de numerosas generaciones argentinas que forjaron una cultura de respeto y camaradería hacia el prójimo.

El Chamamé es una danza que representa grandes valores humanos, como la amistad, el cuidado a la naturaleza y la buena convivencia. 

Con el sapukay como grito emotivo y de fuerza, este baile es una de las insignias de la idiosincrasia litoraleña, que hoy se pone en valor en todo el mundo.

Expreso. Redacción. J.R

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