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Isla Chira, pura vida en ebullición en Costa Rica
EXPRESO - 15.01.2019
Isla Chira está en el fondo de saco del golfo de Nicoya con sus 4
Isla Chira está en el fondo de saco del golfo de Nicoya con sus 4.300 hectáreas y sus alrededor de 2.000 (hay diversas cifras en las fuentes consultadas) habitantes, que viven principalmente de la pesca. Ahora tratan de potenciar el turismo. Ya tiene algunas posadas rurales, cabañas, incipientes hoteles..., y una gente estupenda con ganas de agradar y aprender. Además, "...cuenta con la mayor biodiversidad de flora de bosque tropical seco en Costa Rica, junto con numerosos manglares en la costa oriental".
Actualmente está sirviendo de campo de experimentos de proyectos ilusionantes en los ámbitos de la pesca, tratando de hacerla sostenible, y del tratamiento de residuos, construyendo un centro de recogida y clasificación de desechos. Ambos proyectos, que incluyen la concienciación y formación de la gente, están dirigidos por organizaciones extranjeras, de Europa y los EEUU. Sus representantes (en piezas aparte contamos nuestras conversaciones con ellos) asistieron a la presentación de productos en la Posada Rural la Amistad, en el transcurso del ENBIGA Costa Rica – La Ruta del Sabor, a finales de septiembre de 2018.
En el restaurante Camarón cocinan Germán Díaz y Lidia Valencia. Sus clientes proceden sobre todo del turismo nacional. "Muchos son gente que visita la isla de San Lucas, donde hubo una prisión, y luego vienen a comer aquí. Lo que más nos piden es el marisco, almejas al ajillo, ceviche, arroz con camarones, camarones al ajillo, calamares al ajillo..."
Evidentemente, son productos del mar, que se extraen allí mismo. Y, dado el tamaño de la isla, unos 43 kilómetros cuadrados, y su configuración de llanura, era previsible que las hortalizas fuesen también de cultivos locales, sin embargo en nuestro recorrido no vimos terrenos labrados... Y preguntamos. La respuesta, rápida: "Los productos de huerta son de fuera".
"... pero también tenemos cocina típica costarricense".
Para satisfacer nuestra curiosidad no dudan en citar sus platos tradicionales enumerando los ingredientes principales: "Lo que son los casados, arroz, porotos, carne mechada ensalada banana frita y repollo; la olla de carne, sopa de carne de vaca, banana, maíz, ñampí y chalote; la sopa negra, porotos negros con huevos escalfados; el picadillo, que es un estofado de carne con vegetales... Y, entre la comida 'rápida' (ellos dijeron 'aperitivos'), los gallos, que son tortillas rellenas y si son de carne y vegetales se llaman tortas; a los bocadillos de pan les llamamos arregledos; los puestos callejeros suelen tener pan de yuca."
Tuvimos oportunidad de probar un plato de pescado preparado ante nosotros por Lidia Valencia, que, muy amable, no sólo nos da su receta sino que nos lo explica paso a paso:
Bagre sudado
"Lleva cebolla, ajo, culantro, chile dulce..., lleva dos tipos de culantro: de coyote y de Castilla. Se sofríe en mantequilla. Ahí procede uno a poner el pez, lo sofríe y le echa un poco de agua, no mucha, porque es 'sudado'... Entonces, un poco de agua, sal, un poquito de consomé, un poco de color, que es achote, y un poco de tomate..., un tomatito. La última cucharadita fue orégano. Eso se deja por 15 ó 20 minutos...
También puede ser pargo..., le pongo pimienta negra".
En el restaurante Chira Fish el cocinero es Rudy Rodríguez Azofeifa, que hace la presentación de sus platos:
"Tenemos camarón al ajillo, 'tancreto', arroz con camarones, patacones, pescado, ceviche de cuadrado, que se cultiva acá mismo,... todo se pesca acá mismo.
He cocinado desde pequeño, me preparé un poco en el INA, tuve esa oportunidad, y me fascina la comida típica de Costa Rica.
Muy contento, por la oportunidad que me dió don Luís de estar con ustedes, y nervioso..., es algo nuevo y espero que muy productivo para la isla".
El comedor del Chira Fish, con vocación y amplitud para una velada de música y baile a la sobremesa, es un espacio abierto al mar, situado al lado de la rampa que se usa de embarcadero, la misma que sirvió de escenario para el improvisado, artesanal e internacional asado (seguramente el más internacional de los realizados en Chira) elaborado por dos cocineros de la Patagonia, el argentino Ezaquiel González y el chileno Jerónimo Rosas, bajo la supervisión del chuchequero Randy Siles Leandro. A esas tres nacionalidades hay que añadir las de Canadá, Darrell Thomas; EEUU, con Darwin Santa María, de origen peruano, y España, Miguel González Quintela, que estaban atentos en el banquillo acompañando al local Rudy. Resultado: un magnífico asado y una inolvidable experiencia.
Chira afronta difíciles retos. De momento lleva la ventaja de estar en el punto de mira internacional, de cuyas organizaciones debe aprovechar las impotantes aportaciones formativas. Pero el mantenimiento de su biodiversidad y el progreso de su gente depende de las políticas estatales. Sus desafíos más inmediatos sin duda son fiel reflejo de los que ha de abordar Costa Rica en el futuro más inmediato: comunicaciones y salubridad.
Texto y fotos: Manuel Bustabad Rapa y Pilar Alonso Canto
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