Ferrara, tierra y agua, tradición y buena mesa en el norte de Italia

EXPRESO - 11.08.2012

Texto: Esther Moscoso Vidal;   Fotos: E.M. y Turismo de Ferrara
Con su predominante color rojo nos recibe esta pequeña ciudad situada en la región italiana de Emilia-Romaña. Llana y acogedora, Ferrara es perfecta para recorrerla caminando o en bicicleta, principal medio de transporte local, que nos permite abarcarla en pocos días aún sin prisa y disfrutar de sus edificios, tradiciones y gastronomía mientras nos integramos con los viandantes en sus calles adoquinadas.
Hemos retrocedido en el tiempo; los edificios, calles y hasta su empedrado nos remontan a épocas de esplendor de la familia Este. En este centro histórico declarado Patrimonio de la Humanidad destacan varios monumentos únicos, pero en sus calles cerradas al tráfico está su mayor encanto.
Sorprende la Catedral dedicada a San Giorgio con su fachada de mármol blanco. La plaza y entorno en el que se encuentra es una mezcla de edificios monumentales y puestos callejeros que hacen del paseo un auténtico placer. Actualmente en el lateral derecho de la catedral una galería porticada del siglo XV alberga algunas tiendas que conservan algunos frescos y restos de la época de los estenses.
En ese lateral de la catedral encontramos un lugar de encuentro de la vida local: la Loggia dei Merci. Por la tarde reúne a los mayores de la ciudad; sorprende la separación en corros de hombres y mujeres. Estos dan el relevo al anochecer a los jóvenes, que se reúnen en una improvisada discoteca al aire libre. Tradición y modernidad en el mismo lugar.
Sin duda el edificio más representativo de la ciudad es el Castillo Estense. Es una fortaleza medieval construida en el año 1385 con la finalidad de defender a la Casa de los Este de las insurrecciones populares.
Fue residencia de la Corte Ducal a partir del siglo XVI, lo que supuso cambios en su estructura que se mantienen hoy en día. Aún quedan frescos signo de esplendor estense que embellecen sus paredes.
El ambiente nos traslada fácilmente a una época en la que Ferrara rivalizaba con su vecina Venecia, la época del Ducado de Ferrara, bajo el reinado de Hércules I o de Alfonso I y su mujer, Lucrecia Borgia -enterrada aquí-, cuando se estrecharon los lazos con España por las luchas contra el Papado. También Tiziano, Torquato Tasso o Copérnico fueron acogidos por esta ciudad.
La planta baja del castillo conserva las estancias en las que estaban ubicadas las antiguas cocinas y las celdas en las que se respira aún la agonía de los encerrados, incluida la prisión de don Julio (Prigione di Don Giulio), para nobles, que recibe su nombre del hermano del Duque Alfonso al que éste apresó.
Una larga rampa nos lleva al piso noble donde entendemos el gran mecenazgo de la Casa del Este: así lo demuestran los frescos pintados en el techo de las salas que encontramos. De aquí podemos salir al Jardín de los naranjos y sus miradores.
Es obligada la subida a la Torre de los Leones, desde la cual podemos disfrutar de unas vistas espectaculares. Tal y como presumen los locales ‘el panorama que se admira desde la balconada de la torre noreste recompensa el esfuerzo de la subida y la altura permite probar la emoción de dominar Ferrara’.
Por esta zona se encuentran también las mejores calles de compras, como la Bersaglieri del Po o Manzini. Y al atardecer es recomendable el aperitivo -costumbre típica en el norte de Italia- en cualquiera de los locales que salpican toda la ciudad: vino, salame y formaggio. Si escogemos la taberna Al Brindisi estaremos bajo los aposentos en los que hace mucho tiempo, en 1503, vivió Copérnico.
Es difícil decidir cuál es el mejor momento para visitar Ferrara, pues durante todo el año está repleta de tradiciones y fiestas. Si viajamos durante el mes de mayo, podemos disfrutar del Juramento del Palio, una majestuosa recreación de los trajes, armas y espectáculos de la época de su mayor esplendor.
En septiembre se celebra la Street dinner, una experiencia curiosa a la que podemos asistir aunque no estemos alojados en la ciudad. Los hoteles preparan paquetes de alojamiento con cena sorpresa (aproximadamente 115 euros) en cualquier rincón de la ciudad, en la que, como si de un juego de adivinanzas se tratase, nos van informando a cuentagotas sobre el sitio y hora del evento. Lugares como el Castillo Estense han servido de marco en anteriores ediciones.
Otra de las fechas señaladas para viajar a Ferrara es el 31 de diciembre. A medianoche se rememora el incendio del castillo, un espectáculo de luces, fuegos y música. Una curiosa manera de dar la bienvenida al nuevo año que se celebra en la Plaza del Castillo, uno de los lugares más emblemáticos de esta ciudad.
La gastronomía de esta ciudad merece un capítulo aparte pues nos encontramos en la provincia más agrícola de toda Italia: dejarán huella sus espárragos, la calabaza, la trufa, por no hablar de sus fiambres, un auténtico placer para el paladar.
Restaurantes como Cusine e Butega, La Romántica, Big Night, Ca´d´Frara (Casa de Ferrara) o el Leon d´Oro nos ofrecen platos con ingredientes autóctonos de esta agricultura local.
Pero seguramente el alimento más conocido de Ferrara sea su pan, la coppia ferrarese, una verdadera obra de arte ‘torcida y retorcida’, cuyo aroma recién hecho inunda las calles de la ciudad.
Alojarse aquí también es algo para disfrutar. Hoteles modernos como el Annunziata, en la plaza de la República, junto al castillo, un deleite para los sentidos por su buen gusto en la decoración y el buen hacer de su equipo; más clásicos como el Hotel Prisciani Art Suite, que mezcla modernidad y estilo renacentista, son algunas de las opciones.
Si somos de gustos más recargados, el Hotel Duchessa Isabella es la elección adecuada. Asentado en una residencia del siglo XVI, su interior nos traslada en el tiempo a la época de mayor esplendor de los estenses.
El ocio y el deporte tampoco están olvidados en esta zona. Además de la bicicleta, que puede acompañarnos prácticamente a todas partes, podemos jugar unos hoyos en el cercano Cus Ferrara Golf, situado en el Centro Universitario Sportivo di Ferrara o, ya a más distancia, visitar el Argenta Golf Club, a medio camino entre Ferrara y Rávena.
Comacchio, una escapada hacia el mar
En una escapada hacia el mar, a aproximadamente a 50 km de la ciudad de Ferrara, se encuentra Comacchio, pueblo edificado en la Edad Media con canales, palacios y puentes. Perfecto para pasear, o para hacer turismo de playa y sol en Porto Garibaldi, donde incluso puedes embarcarte y aprender el oficio de pescar.
El pueblo está situado en el centro de la laguna de Valli di Comacchio, una enorme extensión de agua salada, donde podemos sorprender algún flamenco rosa, caballeros de Italia o gaviotas.
Podemos aprovecharnos aquí de diferentes actividades organizadas (Valli & Saline di Comacchio), dar un paseo en barca, excursiones a la Salina de Comacchio o comer anguilas de la laguna en alguno de sus  pintorescos restaurantes.
Nuevamente aquí la gastronomía es inigualable. La anguila es el motor de sus platos. A la orilla de los canales encontramos diferentes restaurantes que la preparan de modo delicioso, como La Comacina, en el centro histórico de Comacchio, donde degustamos un delicioso arroz con parmesano, perejil y anguila –típico de Comacchio- que nos ocupará en otro momento y en otro capítulo de este maravilloso viaje.
Si queremos viajar con nuestros animales, en toda la zona encontramos una gran oferta hotelera. El que a nosotros nos encantó y al que llevaré a mis adorables mascotas es Spiaggia Romea Club Village & Hotel, con amplias zonas para disfrutar de unas tranquilas vacaciones con los más pequeños de la familia (incluso niños).
Definitivamente Ferrara bien merece un viaje en sí misma o, en su defecto, una escapada de al menos dos días si nos encontramos en Venecia, Padua, Florencia, Bolonia o alguna otra ciudad cercana.
 
Información práctica:
Cómo llegar desde España: Con Iberia, desde Madrid y Barcelona y con Ryanair o Easyjet desde diferentes ciudades españolas se llega al cercano aeropuerto de Bolonia.
Desde aquí, directamente a Ferrara con Easy Transfer (15 euros) o desde la estación de tren de Bolonia (línea Bolonia – Ferrara – Venecia).
Para reservar un hotel, una visita guiada o cualquier servicio turístico: Consorzio Ferrara Arte Natura; Tfno +39 0532 205869 info@ferraraartenatura.it
Información sobre Turismo de la provincia de Ferrara: ferrarainfo.com
Oficina de información turística de Ferrara-Castillo Estense: Tfno +39 0532 299303 infotur@provincia.fe.it
escaparate
 
Con un agradecimiento especial a Lauretta Pozzati, Ana Pérez Izquierdo, Clara Gnani y Roberto Ricci, de la Oficina de Turismo de la Provincia de Ferrara, y a Federico Belloni, de TSM Consulting, con quienes compartimos este viaje único en un momento especialmente difícil para la región.

Comentarios

josé salgueiro (no verificado)

Nos apuntamos a las anguilas y a ese increíble pueblo en medio de la laguna.
Precioso.
Saludos