Mostrar La Habana (I): Opus Habana

EXPRESO - 07.08.2012

Manolo Bustabad Rapa, periodista

Hablando de Cuba aquí en España, con frecuencia menciono mi afición por la revista ‘Opus Habana’ y, sin falta, la reacción de mi interlocutor, quienquiera que sea, es de perplejidad. Si el platicante es alguno próximo a mí, porque conoce mi frialdad para con cualquier religión…

Hablando de Cuba aquí en España, con frecuencia menciono mi afición por la revista ‘Opus Habana’ y, sin falta, la reacción de mi interlocutor, quienquiera que sea, es de perplejidad. 

Si el platicante es alguno próximo a mí, porque conoce mi frialdad para con cualquier religión, cuanto más si se trata de una secta. Si de alguien extraño, porque es evidente que ‘el Opus’, aquí, es una secta con mala prensa.

Entonces siempre tengo que aclarar que se trata de una publicación cultural dirigida por la ‘máxima autoridad para la restauración integral del Centro Histórico’ de la Habana, que desde 1967 es Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad.
Es una revista semestral (1) fundada por su antecesor, Emilio Roig Leuchsenring, en 1938, en cuya cabecera reza ‘Opus Habana testimonia la Obra de restauración de La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad’. Sin embargo su temática no rehúye ningún campo de la cultura (2).
Cada portada reproduce una obra pictórica, creada expresamente para ella por un artista distinto, y las páginas dos y tres se destinan a trabajos infantiles, siempre de menores de 12 años, un dibujo y una frase. A partir de ahí se puede encontrar de todo.
En el último número, por ejemplo, podemos leer un trabajo sobre ‘La Habana del adolescente Alejo Carpentier’, una interesante reseña sobre los ‘últimos hallazgos arqueológicos en Los Buchillones’, un repaso por los inicios del ‘Balompié en la Habana’ (3), así como noticias sobre la diaria actividad cultural.
En nuestra última visita a la isla, aprovechando una gestión sobre el abono de la revista, dedicamos parte de una mañana a visitar la Redacción, que está en la calle Empedrado 151, esquina a Mercaderes, un edificio que fue palacio del Conde de Lombillo y también acoge la Oficina del Historiador desde 1947.
Con este motivo, pudimos admirar la limpia y respetuosa restauración de la casona, con sus balconadas, sus interesantes rejerías de forja, sus acogedores patios, y hacernos una foto con una de las prietas fumadoras de enormes puros, cuyo trabajo consiste en aguardar la llegada de los turistas que paguen por el posado.
 
(1)   Curiosamente, Opus Habana se imprime, por Escandón Impresores, en el polígono industrial Nuevo Calonge, en Sevilla.
(2)   Para quién esté interesado en la actualidad cultural de la Habana, les comunicamos que la revista tiene un boletín digital de noticias con periodicidad semanal, que llega puntualmente por Internet. El contacto es: opushabana@opus.ohc.cu
(3)    No podemos dejar de mencionar aquí un dato, interesante para los gallegos, especialmente los orteganos, descubierto en ese trabajo sobre el fútbol cubano de hace casi un siglo.
La primera construcción, en Cuba, con medidas y características especiales para la práctica del balompié, fue el estadio de un club de gallegos, el Deportivo Hispano América, que se inauguró en marzo del 1928 con el nombre de Campo Armada, en honor al presidente en funciones del club, el gallego de Ortigueira Rafael Armada.
El trabajo es del investigador Santiago Prado Pérez de Peñamil, que prepara un libro sobre la historia del fútbol en Cuba.
 
 

No te pierdas el siguiente capítulo en Expreso:

Mostrar La Habana (II): Septeto y agua de Italia

 

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