Pronto seremos un país de hoteles vacíos

EXPRESO - 12.07.2012

Ana Bustabad Alonso, periodista

La subida del IVA que ha decidido llevar a cabo el Gobierno español acaba definitivamente con las esperanzas de recuperación y crecimiento económico de un país herido de muerte, y cierra la única vía de salida a un futuro optimista, porque en España ya no hay andamios a los que agarrarse…

La subida del IVA que ha decidido llevar a cabo el Gobierno español acaba definitivamente con las esperanzas de recuperación y crecimiento económico de un país herido de muerte.

Esta medida, criticada unánimemente por el sector turístico, cierra sin duda la única vía de salida a un futuro optimista, porque en España ya no hay andamios a los que agarrarse.

¿Qué más tiene que hacer el turismo para que se convenzan? Ha demostrado en muchas ocasiones que es el único sector capaz de levantar un país en conflicto, de recuperarlo tras un terremoto, o tras mil primaveras árabes. Un sector en el que cualquier medida positiva tiene como inmediata consecuencia un crecimiento económico.

Así de agradecido es el turismo, y así se ha podido comprobar en Egipto o en Turquía , con la bajada de tasas aeroportuarias; en Croacia o en México, con la eliminación de visados, y así decenas de ejemplos en los últimos años.

Lo explicaban hace poco –por enésima vez- el secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Taleb Rifai y el presidente y director general del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), David Scowsill, durante la reunión previa al G20 en Los Cabos, México: ‘Los viajes y el turismo tienen potencial para crear millones de nuevos puestos de trabajo y miles de millones de dólares para el PIB de los países’.

Lo confirmaban los líderes mundiales del G20 unos días después, con Obama a la cabeza, 'el turismo es un vehículo para la recuperación económica'.

En España, el propio Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, destacaba su importancia como elemento generador de empleo coincidiendo con la reunión del Consejo Ejecutivo de la OMT el pasado mes de junio en Madrid: ‘Deseo hacer hincapié en la función del turismo como elemento generador de empleo en la difícil coyuntura actual, especialmente entre los más jóvenes, que ven injustamente negado su acceso al mercado de trabajo’.

También los empresarios hoteleros españoles han hecho en varias ocasiones hincapié en la importancia del sector turístico, ‘que representa un 11% del PIB en España y es uno de los pocos capaces de generar empleo en la actual coyuntura’, solicitando ayuda al Gobierno para potenciar este sector.

Pero los gobernantes españoles –estos y aquellos- parece que no acaban de entenderlo. Primero fue la subida de las tasas aeroportuarias, ahora el incremento del IVA reducido que afecta al sector hotelero, de transportes y restauración, y entremedias la tasa turística en Cataluña  para las pernoctaciones turísticas.

Por el camino se han quedado de momento, gracias a Dios, otras medidas anunciadas como la imposición de peajes en todas las vías rápidas españolas –quizá hemos aprendido por una vez del desastre que ha supuesto en Portugal, criticado desde el propio Gobierno español-.

Mientras la política del Gobierno ataca al sector turístico y este en pleno reacciona en contra, el propio ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, que hace un mes apostaba por el turismo como motor de recuperación, reconoce que el presupuesto que España dedica al turismo es inferior a su importancia nacional: ‘Mientras que en España el sector minero dispone de 656 millones de euros para 4.000 empleos, el sector del turismo, con 2,5 millones de empleos y una representación del 11% de la economía, disfruta de 438 millones de euros’.

Incoherencias de un país que no otorga al turismo el lugar que se merece en el escenario político y económico, empezando por no considerarlo con la importancia suficiente para encabezar su propio Ministerio. Avisados quedamos entonces, pero por lo visto no quisimos verlo.

Lo peor del asunto es que gobierne quien gobierne en este país, parece que el turismo seguirá siendo el gran olvidado.

El enorme potencial turístico español, nuestro inmenso patrimonio, nuestros miles de kilómetros de costa, un clima agradable y una gastronomía espléndida, nos han llevado a situarnos cada año entre los primeros destinos del mundo por número de turistas.

Pero los españoles perdemos poder adquisitivo a marchas forzadas, muchos ya no tendrán vacaciones este año, y si no logramos que aumenten las llegadas de extranjeros con medidas que refuercen nuestra competividad frente a otros destinos, pronto seremos un país de hoteles vacíos.

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