FINtur, toc, toc… ¿hay alguien ahí?

EXPRESO - 24.01.2012

Hellen Faus Gallejones, directora de Viajar Solo

Mucho dinero allí metido cuando a nadie nos sobra. Preguntarse cómo rendirlo de otra forma es importante. Es tarea de todos, pero parece que a los que opinamos no se nos escucha demasiado, porque esto no es algo de esta última edición…

Recién llegados de Fitur, se impone pensar sobre ello.
Aunque cuando vas siempre regresas con algo interesante y el balance particular pueda ser positivo, en algo tan serio que nos concierne a todos los que vivimos en el mundo del Turismo hay que ir más lejos que este mero aprovechamiento concreto y pensar de forma global, que es lo que, a la larga, nos pone en marcha o nos detiene.
Todos los visitantes con los que he comentado, ya sean profesionales o particulares, coincidimos en lo mismo, que Fitur debería replantearse. No es lo que era (todos lo sabemos), pero cada vez va a peor y la tristeza y desencanto se palpa en cada pabellón.
Pasillos enormes, zonas cerradas, stands perdidos, totalmente desamparados en lugares donde nadie va a pasar, estampida de expositores los días de público, menos gente y lógicamente mucho más desperdigada.
¿Tan difícil es ver que se trata de una feria con dos vertientes, la profesional y la pública, y que no todas las empresas/instituciones tienen los mismos intereses? ¿Por qué seguir con el empeño en un rasero único que, a la vista está, no convence?
-        La espantada de profesionales los días de público es totalmente lógica; un mayorista no necesita estar y puesto que quedarse supone mucho dinero (aunque el stand esté pagado, los gastos y dietas diarias se multiplican!), se marchan.
-        En la otra banda, existen muchos pequeños empresarios que estarían encantados de poder exponer sus productos los días abiertos al público, pero los precios son totalmente inasequibles y se hace totalmente imposible siquiera planteárselo!
¿No suena esto a incongruencia y falta de visión comercial?
Y a todo esto, hay que añadir la distribución del espacio físico… Personalmente no entiendo ese afán por parecer lo que no es. ¿Por qué tanto pabellón, si cabíamos en la mitad y aún así, espaciados? Si todo se concentrase en menos stands, da igual que no sean los 14 de tiempos de gloria, todo estaría más junto, a la gente se la vería, no habría empresas que han puesto un dinero y están perdidas en un pasillo por donde nadie pasa, no daría esa impresión de fracaso por el gran vacío en público y expositores… En definitiva, TODOS estaríamos más contentos, y no sería un fracaso de Fitur, sino una adecuación al momento y un éxito en las dimensiones proporcionadas.
Menos es más muchas veces, no lo olvidemos… Porque señores, el tamaño SÍ importa, pero esto no significa que lo más grande sea por fuerza lo mejor. Y sobre todo importa y se exige la calidad.
En días en los que hay otros canales y otras formas de ver y hacer las cosas, (sí, esas que parecen ignorarse como si no existieran) de manera muy especial en el turismo donde no tocas lo que compras, el no estar al día lleva inexorablemente al fin.
Las redes sociales, Internet, las nuevas tecnologías hoy están al alcance de todos y el seguir anquilosados entregando miles de papeles y folletos que acaban en la basura, sin esperar siquiera a salir del recinto ferial, además de suponer una grave ofensa contra los recursos de nuestro planeta, son una muestra clara de que algo no está siguiendo su cauce natural.
La lógica apunta a buscar alguna fórmula intermedia para que todos estén contentos, se obtenga beneficios con el presupuesto al que se pueda acceder, y el cliente final, sea profesional o particular, se encuentre con algo interesante y no un enorme espacio desértico salpicado de oasis que luchan por su supervivencia en un modelo aparentemente obsoleto.
Una fusión de los medios modernos con los tradicionales sin olvidar ninguno, porque pueden existir y reforzarse, no de puntillas, sino con consistencia y convencimiento.
Se impone por tanto un pensamiento serio. Hay algo que falla, y es una pena. Mucho dinero allí metido cuando a nadie nos sobra. Preguntarse cómo rendirlo de otra forma es importante. Es tarea de todos, pero parece que a los que opinamos no se nos escucha demasiado, porque esto no es algo de esta última edición…
Me atrevo a decir que si no se replantea, la evolución de Fitur podría ser un triste FINtur.
Toc, toc… ¿hay alguien ahí?
 
Hellen Faus Gallejones. Directora y creadora de Viajar Solo, una web de referencia para viajeros independientes, solteros o singles, que cumple este 2012 una década como centro de información de destinos y opciones de actividades, viajes y escapadas de tiempo libre.
 

Comentarios

Ana García. (no verificado)

Me parece muy acertado este post, yo también estuve allí y estoy totalmente de acuerdo. Debería haber alguna manera de que este comentario llegase a las altas estancias de Fitur que son las que podrían mejorarlo en futuras ediciones. Hay que escuchar a la gente, trabajar para volver a ser una feria de referencia mundial y no morir de éxito sin razón.

manolo bustabad (no verificado)

Acabo de leer tu artículo, Hellen, y también los de Juan José Correa y Ana Bustabad sobre el mismo tema. Parece obvio que FITUR precisa renovación y profesionales con ideas claras, para reactivar el sector destinado a ser locomotora en este país.
Enhorabuena, no sólo por el coraje, que ojalá actúe de revulsivo, sino por lo constructivo de vuestras críticas, tan oportunas y en definitiva positivas para este ámbito.

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