¿Dispuesto a pecar en Yorkshire?

EXPRESO - 06.06.2007

¿Dispuesto a pecar?  Si es que sí, Yorkshire te lo pone fácil

¿Dispuesto a pecar?  Si es que sí, Yorkshire te lo pone fácil. Este condado situado al norte de Inglaterra permite a sus visitantes caer uno tras otro en los siete pecados capitales de forma compulsiva.

Vamos con un análisis de los pecados capitales que Yorkshire brinda a sus visitantes:

YorkLujuria.-  A través de los cuadros del artista local David Hockney es posible sentir toda la fuerza y pasión que esta tierra transmite. También el fervor de los relatos de las hermanas más famosas de la literatura británica. Charlotte, Emily y Ann Brontë marcaron y marcarán a fuego a todos sus lectores con historias que en muchos casos tuvieron como escenario estos parajes. 

Gula.- Próxima parada, el infierno. No hay escapatoria una vez se visita el restaurante Anthony´s, pupilo de Ferran Adrià, en sus establecimientos de Leeds o York. O el archi conocido Bettys, más que una cafetería y más que un salón de té al uso. Una orgía de nata y crema. 

Avaricia.- La misma que sintieron los corsarios y piratas Ingleses cuando escondían sus tesoros en las cuevas que recortan la costa de Whitby. ¿Quién sabe? Quizás con un poco de suerte...

Ira.- Este es feudo de fantasmas y espíritus y no todos descansan en paz. Hay que atreverse con cualquiera de los lugares encantados que te brindan sus pueblos y ciudades. Pasos, repiqueteo de cadenas y voces son sólo algunas muestras de rabia contenida. 

Envidia.- Es el sentimiento que despierta el visitante cuando llega cargado de bolsas de ropa, música, perfumes, etc. Leeds pasa por ser la capital de las compras del norte de Inglaterra. Galerías comerciales como las del "Victoria Quarter" son una perdición. 

Soberbia.- El condado está salpicado de orgullosas residencias señoriales. Grandiosas escalinatas, columnas, lámparas y jardines son testigos de un tiempo de vino y rosas que aún perdura.

Pereza.- Es probable que una vez saboreado el veneno de las anteriores seis pruebas, la pereza sea inevitable. Para ello en Yorkshire hay un lugar idílico para la práctica del "Dolcefarniente". Fountains Abbey es más que unos restos arquitectónicos, más que un gigantesco espacio al aire libre rodeado de estanques y palacetes. ¿El paraíso quizás?

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