Brasil limpiará sus playas antes de la nueva temporada turística

Meses después de que el petróleo comenzara a convertir alguna de las playas idílicas en Brasil en alfombras negras, trabajadores y voluntarios luchan contra los fragmentos restantes antes de que llegue la temporada alta de turismo.

Paiva, Itapuama y Enseada dos Corais, en el estado nororiental de Pernambuco, se encuentran entre cientos de playas contaminadas por un derrame de petróleo que comenzó a aparecer a principios de septiembre y ha afectado a más de 2.000 km de costa atlántica.

A medida que las corrientes oceánicas llevaron grandes cantidades de crudo a la costa cerca de la capital, Recife, en las últimas semanas, los lugareños se desplazaron a las playas y emplearon hasta sus manos desnudas para eliminar el material tóxico que recubre arena, rocas y vida silvestre.

Además, miles de militares han sido enviados para ayudar a limpiar el petróleo que ha matado a animales, incluidas las tortugas y llegaron a un santuario de ballenas jorobadas en el estado de Bahía que tiene la mayor biodiversidad del país.

Es el tercer gran desastre ambiental que azota a Brasil este año. En los últimos meses, los incendios devastaron la selva amazónica y en enero una presa minera se derrumbó en el sureste, arrojando millones de toneladas de desechos tóxicos en todo el campo. Los incendios forestales continúan en los humedales tropicales del Pantanal.

Aunque se han recuperado miles de toneladas de desechos crudos, el Instituto Nacional de Investigación Espacial dijo que aún podría haber petróleo en el mar empujado por las corrientes. Incluso podría llegar hasta el sur del estado de Río de Janeiro.

El presidente Jair Bolsonaro advirtió de que ‘lo peor aún tiene que llegar’, diciendo que hasta ahora solo se había recogido una fracción del crudo derramado.

El gobierno nombró a un petrolero de bandera griega como el principal sospechoso de ser la fuente de las mareas negras. El barco Bouboulina cargó petróleo en Venezuela y se dirigía a Singapur, dijo. Mientras, los operadores del petrolero han negado que el barco tenga la culpa.

Expreso. Redacción. T.R