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Todo de lujo en el mayor proyecto turístico de la década en Portugal
EXPRESO - 17.04.2013
Dotado de un presupuesto que gira alrededor de los 92 millones de euros, de los que hasta 16 millones proceden de ayudas europeas y el resto es capital privado nacional y extranjero, este proyecto ha sido calificado como ‘la inversión más importante de la última década a nivel turístico en Portugal’, en una iniciativa que se dirige prioritariamente a clientela de procedencia extranjera.
Hasta sus promotores tienen previsto construir una pista de aterrizaje de unos dos kilómetros de longitud, necesaria para que lleguen y salgan jets privados.
El complejo podría empezar a funcionar en el verano de 2015 y lo hará con un hotel dotado de unos 40 bungalows, de más de 135 metros cuadrados cada uno, así como de un edificio central que congregará allí restaurantes, varios spas y otros servicios, entre los que sobresale un campo de golf diseñado por el arquitecto británico David McLay Kidd.
En este campo de golf se pretende construir un club de campo diseñado por el premiado arquitecto portugués Eduardo Souto de Moura.
Las instalaciones se quieren completar, más adelante, con la construcción de 40 villas individuales con piscina, playa privada y 850 metros cuadrados de terreno cada una, a cargo de la firma de resorts de lujo Aman, que tiene por sede Singapur y que destaca que es esta su primera inversión en la Península Ibérica.
El comienzo oficial de los trabajos y la colocación de la primera piedra, supo reunir a dos de los más importantes ministros del actual gobierno de Portugal, los de Exteriores y de Economía, lo que evidencia la importancia estratégica que ellos otorgan al proyecto.
El titular de Exteriores, Paulo Portas, afirmó que ‘quien invierta ahora en Portugal -todavía en medio de la peor crisis económica de su historia reciente- lo hará en mejores condiciones, con menor coste, que si lo hace el próximo año’.
La ubicación seleccionada para albergar este ambiente de lujo no es otro sino la Herdade da Comporta, una área agrícola, con bosques, campos de arroz y viñedos, que se encuentra a unos 120 kilómetros al sur de Lisboa.
El complejo quiere atraer a turistas de clase alta garantizando total privacidad. Adrian Zecha, propietario de la firma Amán, considera que ‘es un área enorme, de más de 12.500 hectáreas y prácticamente virgen’, apostando por un turismo ecológico de lujo, que preserve la riqueza paisajística y especialmente las dunas, lejos del mundanal ruido, según explicó.
El suelo es propiedad de la familia Espírito Santo, una de las más ricas de Portugal y ahora conocida por la entidad financiera que lleva el mismo nombre, que lo compró en 1955 a la firma británica The Atlantic Company, cuyo interés se debía a su riqueza agrícola.
Expreso. Redacción. A.R
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