Empresarios españoles invierten en Senegal en turismo de calidad

EXPRESO - 28.06.2009

Un grupo de cinco empresarios españoles se han unido para invertir en Senegal en turismo de calidad

Un grupo de cinco empresarios españoles se han unido para invertir en Senegal en turismo de calidad. Las dos primeras iniciativas son un hotel-restaurante, abierto en el centro histórico de Saint Louis, y un conjunto residencial de bungalow, El Faro de la Barbarie, en la Langue de Barbarie, un parque nacional situado a 25 kilómetros de la misma ciudad.

Las dos ofertas turísticas han sido bien recibidas por los turistas que aseguran encontrar en El Faro un rincón ideal para el descanso y disfrute de playas y aguas cristalinas.
‘La idea surgió de un grupo de amigos’, explica Pilar Cenzano una de las empresarias.
Cenzano ha afirmado que ‘Jay, otro de los socios, vino a Senegal. Conoció Saint Louis y, a partir de ahí, hicimos varios viajes. Al principio buscábamos una antigua casa colonial para transformarla en un pequeño hotel. Pero queríamos que estuviera cerca del mal, para complementar la oferta con todo lo que ofrece la playa. Y es así como nos hicimos con esta concesión estatal’.
El proyecto consta de dos partes. Un hotel con servicio de restaurante, situado en el centro histórico de la ciudad de Saint Louis, y un área residencial de bungalow, en la Langue de Barbarie. El primero sigue el modelo del hotel La Résidence, antiguo establecimiento de la ciudad Saint Louis, ya que ambas son concesiones, debido a la restricción de edificar es este paisaje protegido.
Cuando se habla de Saint Louis, destino natural y cultural por excelencia, es obligado referirse a su historia. El hotel-restaurante que ha rehabilitado este grupo de inversores españoles es un inmueble situado en el centro de la ciudad.
Se trata de un antiguo hotel de 9 habitaciones (8 dobles y 1 individual), conocido en la época colonial bajo el nombre de Battling Siki, en homenaje al primer boxeador negro que logró el título mundial de los pesos pesados, en 1922, contra Georges Carpentier, y que murió asesinado en Nueva York tres años más tarde.
Las dos empresas que han puesto en marcha estos cinco emprendedores les ha supuesto una inversión de lago más de 300.000. El área residencial está formada por 18 bungalows, muy amplios, un restaurante y un club social. La plantilla, entre cocineros, técnicos, limpiadores y personal de mantenimiento la forman 9 empleados, muchos de ellos originarios de la vecina isla de Gandiole.
Entre ellos, una española de Granada, Carmen, que gestiona el complejo con Jay. ‘Este lugar es ideal para hacer turismo de relax, con tiempo porque aquí se disfruta de un espacio protegido de gran belleza, quizás el más atractivo del país de la Teranga (hospitalidad en wolof), por un precio asequible de 30 euros la habitación doble’.
Los cinco socios, conocedores de la hostelería antes de iniciar este proyecto, coinciden, como señala Pilar en ‘trabajar con un círculo amplio de proveedores, más allá de las agencias; porque, nosotros, confiamos, sobre todo, en el boca a boca y la web’.
Expreso. Redacción. J.L.A

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