Una Primavera en Praga

EXPRESO - 25.03.2011

Los cambios políticos que se están registrando en el norte de África nos hacen echar la vista atrás y rememorar el soplo de aire fresco que supuso para Europa la primavera de Praga

Barceló Old Town PragaLos cambios políticos que se están registrando en el norte de África nos hacen echar la vista atrás y rememorar el soplo de aire fresco que supuso para Europa la primavera de Praga. La primavera es, sin duda alguna, una de las mejores épocas para visitar Praga

Túnez, Egipto, Libia, Yemen, parece que la revolución democrática que está modificando la fisionomía política del norte de África no tiene fin, y, como si de un dominó se tratase, se va implantando en muchos de los países de la Cuenca Mediterránea.
Pero para muchos europeos se trata de una canción conocida, que tuvo su origen en la denominada Primavera de Praga, un movimiento de liberación que, aunque tardó más de 20 años en terminar de cuajar, hizo de 1968 un año mítico para los amantes del pluralismo y de la tolerancia.
Mucho han cambiado las cosas en Praga desde que los tanques de la entonces URSS tomaron la plaza de Wenceslao para abortar los brotes de libertad. En 1989 se apuntaron al multipartidismo tras la caída del muro de Berlín y de la mano de la Revolución de Terciopelo, y en 1993 volvieron a demostrar su apuesta por la cordialidad al escindirse pacíficamente de Eslovaquia y dar forma a un nuevo país: la República Checa. Un año antes, en 1992, el casco antiguo de su capital, Praga, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Destino de españoles
Desde entonces la República Checa, y sobre todo Praga, se han posicionado como uno de los destinos turísticos más visitados de Europa, que al cierre de 2010 recibió más de 6 millones de turistas (más de 4 millones visitaron Praga), de los cuales cerca de 200.000 fueron españoles, y cuya duración media de la estancia fue de 4 días.
Praga romántica en primavera
Además de tremendamente bella Praga es, probablemente, una de las ciudades más románticas del viejo continente. Por eso la primavera, que dicen que la sangre altera, deja notar su influencia sobre la capital del antiguo Reino de Bohemia.
El deambular por las estrechas calles de su amplísimo casco antiguo, el paseo en barco por el río Moldava, las puestas de sol desde el Puente de Carlo o las maravillosas vistas que se aprecian desde lo alto del Castillo, todo se tiñe de luz con el final del invierno y añade un plus a esta ciudad colosal.
Un hotel para enamorados
Pero si de buscar un lugar romántico se trata, nuestra recomendación apunta al hotel Barceló Old Town Praha, que además de disfrutar de una gran ubicación en el centro de la ciudad, junto a la Torre de la Pólvora y a pocos minutos de la Plaza del Reloj, cuenta con junior suites abuhardilladas y tres gran suites Zlaty Andel (ángel dorado, como se conocía antiguamente al hotel) de 110 metros cuadrados cada una, capaces de avivar a todos los corazones.
Expreso. Redacción. A.F

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