Irlanda, un país con mucho gusto

EXPRESO - 18.09.2011

GastronomiaExisten varias formas de disfrutar los viajes, y una de ellas es a través del paladar, descubriendo nuevos destinos a través de los sabores que nos ponen sobre la mesa. En el caso de Irlanda, su oferta gastronómica tendrá entretenido al viajero mucho más de lo que imagina, aunque sólo sea por la gran variedad de productos que se pueden degustar en esta isla.
La cultura gastronómica irlandesa se debe a la generosidad de la naturaleza, a su geografía y al clima templado. No es difícil imaginar que de sus extensos y verdes prados pueda proceder el mejor ganado vacuno y ovino, productos lácteos de primera calidad, cebada, trigo, centeno e incluso sabrosas moras y ajos que crecen de forma espontánea en los campos.
La riqueza de su mar y de sus ríos no es menos importante, ya que en ellos se recoge marisco y pescado que más tarde se servirán sobre la mesa ahumado, curado o adobado. Para hacerse una idea de todo su potencial, basta pensar en una buena ración de humeantes mejillones o de carne guisada acompañados de una cremosa pinta de cerveza negra.
Los irlandeses son amantes de la buena y abundante comida, y saben cómo contagiar al viajero de su gusto por las grandes experiencias culinarias.
En la última década este saber hacer en los fogones ha vivido una revolución, gracias a la nueva generación de jóvenes chefs que utilizan ingredientes locales de gran calidad y los incorporan a platos sofisticados y muy personales, dándole una vuelta de tuerca a la oferta gastronómica irlandesa. La constante apertura de nuevos restaurantes en todo el país es la mejor prueba de todo lo que puede ofrecer esta cocina al visitante.
Festivales, mercadillos y cursos de cocina
Parte de la grandeza gastronómica irlandesa reside en la variedad de formas que hay a disposición del viajero para disfrutarla. Los festivales gastronómicos, por ejemplo, son verdaderos acontecimientos.
El mejor en Irlanda del Norte, por el nivel de gastronomía y la propuesta de ocio que ofrece, es el de Belfast, que se celebra en un entorno único, en los Jardines Botánicos, con un ‘bulevar’ de cocineros y una selección de chefs de primer nivel que presentan los principales productos.
Otras citas que merecen especial atención son el Festival de la Ostra de Clarenbridge, en el condado de Galway, que se celebra en septiembre y ya va por su 54 edición; el Festival de la Ostra de Hillsborough, en Down, que atrae a más de 12.000 visitantes de todo el mundo y acoge los Campeonatos Mundiales de Comer Ostras, o el Festival Gastronómico y de Bebida de Midelton, en Cork, que tiene lugar en septiembre e incluye una muestra de distintos alimentos y catas, así como una gran variedad de actividades para el visitante.
Otra forma de disfrutarlo es a través de sus vibrantes y coloridos mercadillos de agricultores. Abundan en las ciudades y pueblos de todo el país, y en ellos se pueden encontrar los mejores productos locales.
Ya sea para curiosear, para dejarse llevar por el animado ambiente o para saborear productos biológicos y artesanos, los mercadillos son parada obligatoria. En ellos se pueden probar excelentes quesos tradicionales, caramelo de dulce de leche conocido como 'fudge', salmón y carne ahumados a mano, una gran variedad de fruta y verdura de cultivo ecológico... Algunos de los mercados más populares son el de St. George de Belfast, el English Market de la ciudad de Cork o el Temple Bar Food Market, en Dublín.
Una opción más: inscribirse en una de las prestigiosas escuelas de cocina del país y aprender a preparar platos tradicionales e internacionales, ya sea bajo la mirada experta de alguno de los chefs más prestigiosos del país, en escuelas oficiales o en grupos más informales dirigidos por chefs de pequeños restaurantes rurales.
Para los que apuntan alto, su opción ideal es Ballymaloe Cookery, la escuela de cocina más famosa de Irlanda, en Cork, que dirige el famoso chef Darina Allen y ofrece cursos de doce semanas o de un sólo día.
Otra de las más populares es la escuela Belle Isle, en Fermanagh, que da cursos de fin de semana y de cuatro semanas en un ambiente relajado. Y si el viajero quiere aprender el arte de la cocina en un entorno de lujo, la escuela Berry Lodge ofrece aprendizaje, comida y alojamiento en una encantadora mansión victoriana del Oeste de Irlanda, en el condado de Clare, con cursos de cocina de dos días sobre una gran variedad de temas.
Un país con un famoso por sus cervezas
Irlanda también guarda sorpresas para los amantes de la buena cerveza. No en vano, sólo su famosa Guinness suma ya 250 años de historia que se pueden explorar visitando su almacén, en Jame’s Gate, en Dublín. Sin embargo, no es la única marca que merece la pena conocer de primera mano en un viaje a Irlanda. Existen otras, como Murphy’s Irish Stout, Beamish o Kikenny beer, todas ellas de merecida fama a nivel internacional.
El café irlandés tampoco se queda atrás gracias a sus proporciones perfectas: se trata de una mezcla que lleva whiskey (el irlandés se escribe con ‘e’) como ingrediente principal, tres terrones de azúcar, café y dos centímetros de nata. A diferencia del whisky escocés, que sólo se destila dos veces, el whiskey irlandés se destila tres. Las numerosas destilerías del país constituyen un buen testimonio de este arte.
Las más famosas son Old Middleton Distillery en Cork, Old Jameson Distillery en Dublín y Bushmills Distillery en Antrim, que no deben faltar en una ruta gastronómica por este fascinante país.
Viaja a Irlanda y déjate llevar por los mejores sabores de su gastronomía.
Expreso. Redacción. T.R

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