Los colores del otoño leridano

EXPRESO - 04.09.2023

El otoño es probablemente una de las épocas más agradables para adentrarse en los atractivos de la demarcación leridana.

Paisajes cromáticos espectaculares, temperaturas suaves, ferias y fiestas de gran interés y una contundente gastronomía arraigada en la mejor tradición y en los productos de la tierra conforman un marco idóneo para el visitante. Es Lleida.

La vendimia y la cosecha de la aceituna, además, aportan un valor añadido a todas las personas que quieran disfrutar de los excelentes vinos y del estupendo aceite producido en el territorio y de las diferentes actividades organizadas a su alrededor.

Con la llegada del otoño, los árboles cambian de color y los tonos ocres, marrones y rojizos toman el protagonismo en los diferentes valles del Pirineo y las zonas de montaña de la demarcación en un estallido cromático que deviene por sí solo un auténtico espectáculo visual.

Es también en este periodo otoñal cuando la gastronomía leridana vive uno de sus momentos álgidos y los frutos de temporada, con la seta en el epicentro, toman el protagonismo en las cocinas de nuestras comarcas. 

Cuando los meses de verano y las altas temperaturas van quedando atrás, los parajes naturales del Pirineo se llenan de contrastes policromáticos y el olor de sotobosque húmedo empieza a ganar presencia, es un buen momento para volver a disfrutar de la naturaleza, respirar aire puro aprovechando los cientos de rutas señalizadas para los senderistas o los amantes de la BTT que ofrece la demarcación, o tomar un baño de bosque en medio de un paraje forestal.

Las comarcas del Pirineo y la Plana de Lleida tienen 13 puntos identificados para llevar a cabo esta práctica que propone entrar en simbiosis con la naturaleza y conectar con los cinco sentidos con todo aquello que nos rodea. 

Uno de los grandes espectáculos que nos brinda la naturaleza en esta época del año es la berrea del ciervo, que se puede disfrutar cada año desde mediados de septiembre hasta mediados de octubre en los majestuosos parajes naturales del Pirineo leridano.

El Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, los Parques Naturales del Alt Pirineu y el Cadí-Moixeró y la Reserva Nacional de Caza de Boumort son algunos de los escenarios donde tienen lugar el ritual de apareamiento de estos grandes ungulados y es precisamente en esta época cuando es más fácil observarlos por el bosque o atravesando caminos. 

A primera hora de la mañana o al atardecer son los momentos idóneos para oír berrear a los machos, que intentan atraer a las hembras emitiendo un sonido peculiar y singular que se ha convertido en todo un atractivo turístico.

Y para no estorbar a los animales en este momento vital, desde el territorio y desde los propios parques se ofrecen paquetes turísticos y salidas guiadas en compañía de guías especializados y autorizados que garantizan que se pueda contemplar este fenómeno de la naturaleza sin interferir en el proceso.    

Los sabores de la tierra 

Los espacios naturales del Pirineo leridano siguen siendo durante el otoño un destino perfecto para disfrutar de la naturaleza con la familia, pareja o amigos.

Los senderistas que aprovechan todavía el buen tiempo, que cada vez se alarga más, se encuentran con los primeros buscadores de setas equipados con cestos de mimbre para recoger níscalos, setas calabaza, rebozuelos, negrillas, trompetas muertas, rebozuelos, setas de carrerilla y otras muchas variedades comestibles que pueden encontrarse en los bosques de montaña durante estos meses.

Octubre y noviembre ofrecen unas condiciones ideales, con el aumento de la humedad y una climatología más suave, para que los hongos nazcan en los bosques. 

La seta se ha convertido en uno de los productos de otoño por excelencia y a su alrededor se articulan propuestas gastronómicas variadas coincidiendo también en unos meses en que los sabores de la tierra despiertan con fuerza en las comarcas de Lleida y adquieren un protagonismo importante con productos de temporada como, por ejemplo, el aceite de oliva virgen extra.

A pesar de ser un producto con presencia todo el año, el elixir dorado que se elabora en las Tierras de Lleida tiene a partir del mes de octubre y hasta diciembre su momento más álgido con el inicio de la producción y con el aceite de oliva virgen extra de primer prensado, que da el pistoletazo de salida a la elaboración del nuevo producto de la temporada. 

Los productores que trabajan bajo la Denominación de Origen Protegida (DOP) Les Garrigues son el máximo exponente en las comarcas de Lleida del sector oleícola y es durante estos meses el mejor momento para visitar los molinos y las cooperativas de los pueblos elaboradores de aceite, donde, además de poder comprar un producto de máxima calidad, el visitante podrá realizar otras actividades complementarias que se articulan en torno a la cultura del aceite como catas, visitas guiadas a espacios musealizados de las cooperativas, rutas a pie o en bicicleta, entre otras. 

También durante la temporada de otoño, alrededor de este y otros productos gastronómicos cobran especial protagonismo ferias y fiestas donde los productos y los sabores de la tierra son el eje central de las actividades.

Algunos ejemplos los tenemos en la Feria del Higo de Alguaire; la Feria de la Almendra de Vilagrassa; la Feria del Turrón y el Chocolate a la Piedra de Agramunt; la Feria de San Ermengol y del Queso del Pirineo en La Seu d'Urgell; la Feria de la Girella de El Pont de Suert; la Feria de la Manzana de Barbens; la Feria de la Seta y del buscador de setas de Solsona; la Feria del Membrillo de Tremp; la Primera Prensada, aceite, arte y gastronomía de La Granadella; la Fiesta del Aceite y Productos Artesanos de Juncosa; la Fiesta del Aceite Nuevo de Castelldans; la Fiesta del Aceite y de las Orelletes de La Pobla de Cérvoles y la Fiesta del Aceite de Els Torms.    

Es tiempo de enoturismo 

Y si hablamos de gastronomía en las comarcas leridanas, es obligado hacer mención de las propuestas enológicas de la demarcación que, bajo el paraguas de la Denominación de Origen Costers del Segre, dividida en 7 subzonas diferentes (Artesa de Segre, Garrigues, Pallars, Raimat, Segrià, Urgell y Valles del río Sió), ofrece vinos de calidad que han ganado peso y se han abierto al mercado durante los últimos años. 

Cuando llega el otoño es tiempo también de vendimia y la creciente oferta enoturística de las comarcas leridanas se ha organizado en torno a la Ruta del Vino, una iniciativa que quiere englobar y dar forma a la experiencia turística y a la vez invita a compaginar la visita a las bodegas y otras actividades de ocio y cultura con degustaciones gastronómicas en varios restaurantes de Lleida y pernoctaciones en alojamientos (hoteles y casas rurales).

Por eso, el enoturismo es una experiencia que enriquece las tierras del vino y quienes las visitan. Además, las mismas bodegas ofrecen sus propias propuestas para complementar las visitas guiadas y las catas de vino. En el ámbito enológico hay que destacar también la Fiesta de la Vendimia y el Vino que se celebra en Verdú, en la comarca del Urgell, en septiembre. 

En conjunto, pues, las comarcas de Lleida ponen sobre la mesa durante los meses de otoño una serie de propuestas gastronómicas y enoturísticas interesantes y que harán las delicias de los turistas más foodies a los que les gusta disfrutar de buenas experiencias gastronómicas, con productos de proximidad y de calidad y vinos de primer nivel para acompañar.    

Otoño en familia 

Las comarcas del Pirineo y las Tierras de Lleida son un destino de referencia para el turismo de proximidad y familiar y esto es gracias, evidentemente, a la suma de muchos factores como por ejemplo, por mencionar algunos, la red de alojamientos de primer nivel, los grandes profesionales que están al frente de las empresas del sector, así como por parte de los técnicos de turismo que atienden las más de sesenta oficinas de turismo de la demarcación y que ofrecen una información personalizada a los visitantes, y un amplio y variado abanico de propuestas pensadas para todos los gustos y públicos de todas las edades. 

El Tren de los Lagos es uno de los mejores ejemplos, puesto que propone recorrer el trazado entre Lleida y La Pobla de Segur con un tren histórico que cuenta con las locomotoras diésel 10817 y 10820 tirando cuatro coches de época o bien con la versión del tren panorámico, más moderno y con más confort, que permite igualmente disfrutar de un trayecto de ensueño que cruza los campos de fruta de la Plana de Lleida, atraviesa la sierra del Montsec y bordea las grandes láminas de agua de los embalses de Sant Llorenç de Montgai, Camarasa, Terradets y Sant Antoni.

Los bosques y paisajes que nos muestra el otoño a lo largo del recorrido complementan una experiencia perfecta para disfrutar con la familia. 

El otro gran espectáculo visual que ofrece la demarcación de Lleida en otoño se puede observar levantando la vista hacia el cielo. Concretamente, el cielo del Montsec, entre la Noguera y el Pallars Jussà, considerado uno de los mejores sitios del mundo para hacer observación astronómica y lejos de la contaminación lumínica de las grandes ciudades.

Este lugar privilegiado ostenta el certificado de reserva y destino turístico Starlight, un reconocimiento de la UNESCO que avala la calidad del cielo nocturno y que también distingue el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.

En este sentido, el Parque Astronómico Montsec, ubicado en el municipio de Àger (la Noguera), es el espacio de investigación y divulgativo de referencia en materia de astronomía y un lugar que visitar en familia para acercarse al universo.

Además, durante estos meses se celebra la 13ª edición de Música bajo las Estrellas, un ciclo que entre septiembre y diciembre combina espectáculos musicales con el descubrimiento de las estrellas y visitas guiadas al centro. 

La demarcación atesora también un potente patrimonio cultural e histórico, idóneo para visitar en familia. Desde la Seu Vella en la ciudad de Lleida pasando por los castillos de la Segarra y los  castillos de frontera en el Pallars Jussà o bien por el románico que encontramos en distintos lugares de las comarcas del Pirineo y Tierras de Lleida, y que tiene su máximo exponente en el conjunto de la Vall de Boí, en la Alta Ribagorça, formado por 8 iglesias y una ermita, el cual ostenta desde el año 2000 la declaración de Patrimonio de la Humanidad que otorga la UNESCO. 

La Val d’Aran, por su parte, cuenta con la Ruta del Románico, formada por un total de quince iglesias, como también ofrece el Pallars Sobirà, tierra de iglesias, ermitas y monasterios, una ruta vinculada al románico.

También la comarca del Alt Urgell, tiene un importante patrimonio romànico y una raices culturales de la edad mediana que se encuentran en cada pueblo del territorio, entre los que destaca la catedral de Santa Maria de la Seu d’Urgell, única catedral romànica que se conserva en Cataluña. 

Otras visitas recomendadas al patrimonio son la fortaleza íbera de los Vilars de Arbeca y el arte rupestre de la Cueva de los Moros de El Cogul, en las Garrigues; el santuario del Miracle de Solsona, en el Solsonès; el castillo templario de Gardeny de Lleida ciudad; la judería de Tàrrega, en el Urgell; el castillo de Montsonís en el municipio de Foradada, en la Noguera; el Espacio de los Canales de Urgell de Mollerussa, en el Pla d’Urgell, o el Museo Hidroeléctrico de La Torre de Capdella, en el Pallars Jussà, entre otros.  

Expreso. Redacción. A.F

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