Grupo Terras Gauda: 4 bodegas, 4 escapadas de enoturismo con encanto

EXPRESO - 25.03.2023

El Grupo Terras Gauda está afianzado en cuatro de las zonas vitivinícolas de referencia de España con gran proyección internacional.

Cuatro bodegas, con sus propias peculiaridades, que comparten un denominador común: crear vinos de marcada personalidad e íntimamente vinculados a su territorio.

Compartir esta filosofía es el hilo conductor de sus planes de enoturismo, que buscan provocar emociones a través de experiencias con encanto en cada uno de los destinos: Rías Baixas, Bierzo, Sardón de Duero y La Rioja. 

La escapada comienza en la bodega matriz: Terras Gauda, el origen de todo. Una vuelta a las raíces para conectar con el entorno, en el incomparable valle de O Rosal.

La influencia del cercano Atlántico se deja notar en el viñedo, donde se cultivan el Albariño, el Caíño Blanco y el Loureiro, protagonistas de sus singulares vinos, que se catan al finalizar cada visita. 

La bodega pone el foco donde empieza el proceso de creación: la viña, que inicia su despertar en primavera y alcanza su máximo esplendor en verano. Es durante esta época del año cuando se hace imprescindible una escapada para los amantes de este mundo, que encontrarán alternativas adaptadas a diferentes perfiles: quienes viajan en familia con niños, para los que quieren una jornada de diversión con el grupo de amigos o los que prefieren un plan más íntimo en pareja.

Otra opción es la visita estándar, que se realiza a diario en diferentes horarios. La bodega también brinda la posibilidad de personalizar todavía más estos planes. 

265 kilómetros de distancia separan a Terras Gauda de su bodega berciana en Arganza: Pittacum.

Viejos viñedos centenarios rodean el caserón de piedra, en el que se elaboran los vinos con el sello de la autenticidad y el carácter que les imprimen las variedades mencía y garnacha tintorera. Son el eje de los tres planes de enoturismo que cautivan a los visitantes en una zona que, además, tiene mucho que explorar: desde las cercanas Médulas, al castillo de los Templarios de Ponferrada o Peñalba de Santiago, Bien de Interés Cultural.  

La ruta continúa ahora hacia el valle del Duero siguiendo la senda de su afamado río hasta llegar a Quinta Sardonia, en Sardón de Duero.

La biodinámica marca el ritmo del día a día en la bodega y en la viña. Descubrir cuáles son las prácticas de este exigente modelo de vitivinicultura, que busca la armonía perfecta entre el suelo, el clima, la cepa y el entorno natural, despierta cada vez más el interés de los visitantes, que tienen a su disposición dos planes distintos durante el fin de semana.

El punto y final lo pone la cata de los vinos QS, que expresa en copa la riqueza de su terroir, y Sardón. 

La última parada es en el corazón de la Rioja Oriental. En Alfaro, en la Finca El Estarijo con 110 hectáreas de terreno, está situada la Compañía de Vinos Heraclio Alfaro, que recoge el testigo de siglos de sabiduría colectiva y el legado de los antepasados con un relato propio para crear vinos que ensamblan las variedades Tempranillo, Graciano, Garnacha y Mazuela.

La moderna bodega, erigida sobre un antiguo hangar de aviación, alía tradición y vanguardia para atraer a los visitantes hacia este apasionante mundo que trata de despertar una nueva mirada hacia la cultura y la historia que esconde. 

Las visitas a todas las bodegas son guiadas y se gestionan a través de una web específica.

Expreso. Redacción. J.R

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