Lanzarote se postula para recibir trabajadores remotos

EXPRESO - 12.05.2021

La isla canaria de Lanzarote lo tiene todo para convertirse en la nueva sede de nuestro espacio profesional: un portátil, un teléfono inteligente, unos Air Pods y una agenda con posible bolígrafo a juego. 'No necesitamos más'.

Los nómadas del portátil viajan por el mundo mientras ejercen su actividad profesional. Dos meses aquí, un mes allá, playa, campo, exotismo, megalópolis, un poco de todo.

Combinan tareas laborales con periodos de vacaciones, son especialistas en embarques rápidos y en hacerse entender en tres idiomas.

Los ‘remote workers’, trabajadores remotos suelen quedarse un tiempo más prolongado en lugar que han elegido por su naturaleza, su ubicación y su calidad de vida. Huyen de los carteles escritos en varios idiomas y les gusta descubrir las auténticas esencias de su nueva residencia.

Desde que se declaró la pandemia mundial, el teletrabajo se ha hecho más común y este perfil de viajeros ha aumentado. La isla cada vez cuenta con más servicios e infraestructuras para las personas que deciden trabajar a distancia desde un pequeño y accesible paraíso como este.

Infraestructuras para trabajar mejor

Ubicada a algo más de tres mil kilómetros de la Península significa que en dos horas de avión puedes abandonar el estrés o/y la rutina de tu ubicación cotidiana y establecerte en una isla subtropical en el océano Atlántico.

Encontrarás espacios de coworking con fibra óptica y aire acondicionado, multitud de cafeterías con terrazas tranquilas donde podrás establecer tu espacio de trabajo mientras descansas la vista mirando el mar, hoteles que añadirán un plus a tu jornada laboral (piscina, gimnasio, restaurante, áreas específicas de trabajo) y cada vez más alojamientos compartidos donde reina el buen ambiente y funcionan las actividades colaborativas.

Otro punto a tener en cuenta es la buena frecuencia de conexiones aéreas con Europa y la cercanía del continente africano, al que podemos acceder en avión o ferry si nuestra agenda nos lo requiere.

Los 170.000 habitantes de Lanzarote disfrutan de una buena sanidad pública, dotada de profesionales excepcionales, y de un buen número de clínicas médicas privadas.

Un Parque Nacional (Timanfaya con sus archiconocidas Montañas de Fuego), una reserva marina, un parque natural, sitios de interés científico, lugares señalados por la Unesco por su importancia geológica, monumentos naturales… Vivir en Lanzarote implica establecer una relación estrecha con la naturaleza.

Declarada Reserva de la Biosfera en 1992 por la histórica simbiosis que sus habitantes han mantenido con la naturaleza, esta isla provoca muchas sensaciones: estupor, fascinación, enamoramiento instantáneo, una revolución de los biorritmos de quien la habita, sobre todo si es durante un periodo prolongado de tiempo.

Acostúmbrate al cielo azul. A las risas de las gaviotas. Al mar. A aplicarte protección solar antes de salir a trabajar al jardín.  A decir ‘adiós, estrés’. A estirar con ejercicios de yoga o pilates. A tomarte un breve descanso de la pantalla cada veinte minutos por el bien de tu salud óptica y lumbar. Acostúmbrate a prestar atención a tu cuerpo, tu mente (y tus resultados profesionales) te lo agradecerán.

Conocer gente y vivir experiencias locales

Si tecleas ‘nomad digital Lanzarote’ en Facebook verás que existen al menos dos grupos privados, creados por profesionales que han elegido Lanzarote como base de operaciones para su trabajo y que en sus ratos libres quieren conocer la isla con el mimo y el conocimiento de un local.

En Lanzarote convive un centenar de nacionalidades diferentes y eso se nota al hablar con la gente, al escuchar música y a la hora de elegir restaurante. Esta isla encierra multitud de historias y también una memoria singular, arraigada al territorio, hecha de resiliencia y adaptación al medio natural.

Hijos de los volcanes, padecieron piratas, lucharon contra la sequía, aprendieron de los campesinos a observar y agudizar el ingenio. Esto se traduce en una vida que combina los deportes náuticos (del surf a la náutica pasando por unos largos en el mar), las exposiciones de arte, los conciertos, el deporte de alto rendimiento, el folklore tradicional, y una arquitectura inédita que César Manrique supo amar y resaltar.

Lanzarote es mucho más que una temperatura media de 23 ºC. Es el sueño de muchos creativos que buscan tranquilidad, accesibilidad y condiciones óptimas para desarrollar su trabajo.

De este modo, el próximo 23 de septiembre, Canarias vaya a acoger la sexta edición de Repeople Conference, que está considerado como el mayor evento de teletrabajo de Europa.

Expreso. Redacción. A.F

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