Las mejores vistas de Cantabria

EXPRESO - 28.08.2011

Asomada_del_RiberoUna de las mejores maneras de conocer Cantabria y algunas de sus perspectivas más espectaculares es asomándose a alguno de los miradores de los cientos que nos encontramos en muchos rincones de la región. Situados en lugares estratégicos desde los que se divisan paisajes imposibles, estos miradores invitan al caminante o al conductor a detenerse para dejar que la vista alcance hasta un infinito de montañas, valles y mar.
Si nos queremos perder entre valles y montañas en la zona occidental de la región, hay algunos miradores imprescindibles.
En Picos de Europa
El mirador de El Cable en Fuente Dé es imprescindible para cualquiera que se acerque a Liébana y los Picos de Europa. Situado en un corte de roca caliza a 1.893 metros de altura sobre el nivel del mar, nos permite contemplar toda la grandiosidad de los Picos, y en el fondo el gran circo glacial de Fuente Dé. Al sur se observan la Sierra Mediana y el Pico Coriscao; los Altos de Riofrío y Peña Prieta. Al sureste el Collado de Llesba, Peña Labra y la Siera del Cordel, al este la grandiosa Peña Sagra. Se accede a él por el teleférico de Fuente Dé, o bien desde los puertos de Áliva.
Mirador del Collado de Llesba. Otro de los miradores clásicos de la zona de los Picos de Europa, su imagen es muy reconocible por la escultura de oso que lo jalona. Desde este mirador podemos observar cuatro provincias: Cantabria a la derecha; Asturias de frente; León a la izquierda y Palencia detrás. Ubicado a 1.650 metros sobre el nivel del mar, se accede a él por la carretera que une Potes con León.
Mirador del corzo. De nuevo la fauna de la zona de Picos nos indica que estamos en un lugar estratégico, en medio de la soledad infinita de las montañas. El mirador de El Corzo, nos muestra un paisaje único desde 1.400 metros sobre el nivel del mar, desde donde contemplamos el valle de Cereceda y Peña Sagra en el nordeste, y Peña Labra, Bistruey o las estribaciones de Peña Prieta al este. Este mirador se ubica en el municipio de Vega de Liébana, también en la carretera que une Potes con León.
Ermita de San Miguel. Sin salir de la comarca de Liébana, nos encontramos con la ermita de San Miguel, uno de los pequeños templos que salpican el monte de la Viorna, donde se alza del monasterio de Santo Toribio de Liébana. Desde él hay que mirar al sureste para ver la cruz de la Viorna; al oeste, el valle de Baró y el macizo oriental de Picos de Europa. En el norte están Turieno y Argüébanes y al este se ven Potes y la sierra de Peña Sagra.
Sin salir de la comarca lebaniega, pero tomando camino hacia Palencia, nos encontramos a 1.100 metros de altura con el mirador del Jabalí, un animal que abunda por estos parajes de robles, pinos y hayas. Situado en el municipio de Pesaguero, en pleno puerto de Piedras Luengas, desde él se divisan peña Labra, los puertos de Riofrío, el valle de Valdeprado y, cómo no, los permanentes Picos de Europa.
Dejando atrás Liébana, pero con vistas compartidas con ella, el mirador del Pico Tres Mares es uno de los más altos de Cantabria, situado a 2.000 metros sobre el nivel del mar, está en plena estación de Esquí y Alta Montaña de Alto Campoo. Desde él se ve la provincia de Palencia y los puertos de Pineda, el valle de Polaciones, los Picos de Europa; Peña Sagra y el Valle de Campoo. Un espectáculo para la vista, en medio del absoluto silencio.
En el valle del Nansa
Siguiendo el cauce del río Nansa encontramos algunos de los miradores más visitados de Cantabria.
El primero de ellos es la Asomada del Ribero, situado en el alto de la collada de Carmona, el camino que une los valles del Nansa y del Saja. Con una altitud de 490 metros, desde se ven como pequeños pueblos de cuento Carmona y su valle, los pueblos altos de Rionansa y los montes de la zona.
Muy cerca de este está el mirador de La Vueltuca, situado en las primeras rampas de la Collada de Carmona orientado hacia el Valle de Cabuérniga. Las localidades de Valle, Sopeña, Terán, Renedo de Cabuérniga o la Sierra del Cordel, son algunos de los hitos que se contemplan desde él.
Pero retomando el cauce del Nansa, por la carretera que une los altos valles de Polaciones con el mar, nos topamos con el mirador del Poeta en el bello pueblo de Camijanes, en un lugar conocido como ‘revuelta de la Calentura’. Una excusa para detenerse y contemplar con detenimiento la sierra del Escudo, el cauce medio del Nansa, las asturianas sierra de Merodio, Nerina y el Cuera y al fondo, el río Deva. A lo lejos ya se intuye el mar con la calmada imagen de la ría de Tina Menor.
Expreso. Redacción. T.R

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