Propuestas singulares para explorar Escocia como nunca lo habías hecho antes

Viajar a Escocia es siempre una experiencia única e inolvidable. Sin importar el presupuesto ni la edad, la belleza de sus paisajes y su historia y cultura fascinantes cautivan a todo aquel que la visita. El destino reserva a los viajeros un sinfín de propuestas sorprendentes para hacer que sus vacaciones sean aún más especiales.

Ciertas especies de fauna y flora que se han extinguido en el resto del Reino Unido, se conservan aún en el Parque Nacional de Cairngorms, en las Highlands. Participar en una excursión con un guía experto de Speyside Wildlife para avistar aves como el águila pescadora o el urogallo, o mamíferos como el gato montés escocés o la liebre de montaña, u organizar una ruta senderista con Walk Wild Scotland son fantásticas opciones para admirar los maravillosos paisajes del Parque. Aquellos que deseen una alternativa más cómoda, pueden realizar una salida en todo terreno con Rothiemurchus Estate, con pícnic incluido.

No obstante, si hablamos de especies autóctonas escocesas, las vacas de las Highlands son, sin duda, las más conocidas. En Kitchen Coos & Ewes crían ejemplares con todos los colores de pelaje y ofrecen visitas guiadas a sus pastos para comprender el impacto positivo que tienen en el entorno, poder fotografiarlas y darles de comer. Y si los amantes de los animales no tienen bastante con dar de comer a las vacas peludas, también pueden visitar a los ciervos en el Centro de ciervos rojos o pasear alpacas en Claireville Alpacas.

En Cairngorms se encuentra el Parque de Cielo Oscuro más septentrional del mundo, su falta de contaminación lumínica lo convierte en un sitio excelente para contemplar las auroras boreales, en los meses invernales, y las constelaciones, en cualquier época del año.  No obstante, fue el Parque Forestal y reserva de la biosfera de Galloway, en la región de Dumfries y Galloway, el primero en todo el Reino Unido en ser reconocido como Parque de Cielo Oscuro. Su observatorio es un lugar ideal para una lección de astronomía.

Con más de 800 islas, Escocia es un paraíso tanto para aquellos que buscan costas agrestes, como las de las islas Orcadas, como para los que quieren playas de arena blanca y aguas turquesa, como las de las islas Hébridas Externas. ¿Por qué no explorar algunas de ellas en uno de los yates de Majestic Line? Con cruceros de varios días a elegir y su propio cocinero a bordo, permiten disfrutar de unas vacaciones relajadas donde cada día es posible vivir una aventura distinta. Una experiencia parecida a la que ofrece Caledonian Discovery por el canal Caledonio, el que une el lago Ness con el mar, por el que también se puede circular en un barco de alquiler, siempre que se disponga del título de patrón de embarcación.

Escocia es realmente un país para explorar sin prisa, disfrutando del camino tanto como del destino. Por eso recorrerlo en tren puede ser una gran opción, ya sea en la red de ferrocarril pública o en los trenes de vapor que transitan por tramos más cortos. Más allá del famoso Jacobite, es posible disfrutar del pasaje en un antiguo tren de vapor en la línea ferroviaria Caledonian, en el corazón de la región de Angus, o en la de Bo’ness y Kinneil, en el oeste de Edimburgo, donde además es posible tomar un té con pastas a bordo.

Pero ningún viaje a esta tierra es completo sin sumergirse en la cultural tradicional. Empezando por la gastronomía, un taller en the Haggis Experience es perfecto para aprender cómo se cocina el plato más típico de la cocina escocesa, los haggis, neeps (navos) y tatties (patatas), o ver cómo se elabora el delicioso tablet en un obrador artesano como el de Border Tablet es algo realmente especial. Todo ello acompañado de whisky o ginebra, según se prefiera. En Tomatin es posible elegir uno de los whiskys añejos de la destilería y llevárselo a casa en una botella personalizada y, los amantes de la ginebra, pueden crear su propia receta y destilarla en Edinburgh Gin Distillery, quien la guardará para poder pedirla de nuevo cuando se acabe.

Y continuando por la artesanía del tejido de tartán con una visita a Locharron of Scotland, en los Scottish Borders, donde además de ver los telares se puede adquirir un kilt hecho a medida; o del tejido de tweed, con una visita a los talleres de Harris Tweed o en Hawick, la localidad con la mayor concentración de fabricantes de este singular tejido.

Sin olvidar la música tradicional, que es parte intrínseca del folklore escocés, observando trabajar a los maestros fabricantes de gaitas o aprendiéndola a tocar en The National Piping Centre. Aunque no hay nada comparado a escucharla en directo, ya sea en un pub de música tradicional, en el Campeonato Mundial de Bandas de Gaiteros, que se celebra en agosto en Glasgow, o bailando a su ritmo en una ceilidh, una fiesta popular donde se combinan la música y los bailes tradicionales.

Después de tanta actividad, seguro que los visitantes necesitarán una buena noche de descanso. Cualquier alojamiento imaginable existe en Escocia, para todos los gustos y necesidades, desde iglesias convertidas en albergues o apartamentos, hasta faros, autobuses, granjas, yurtas o cabañas de pastores. Pasando, por supuesto, por los castillos de cuentos de hadas transformados en hoteles, apartamentos o propiedades que se pueden alquilar completas para hospedar a grupos privados. Si este es el sueño de tus clientes, hay mil opciones para hacerlo realidad.

Si te han gustado estas sugerencias, VisitScotland te invita a echar un vistazo a sus itinerarios concebidos para que, como profesional de los viajes, puedas facilitar una propuesta completa a tus clientes. También pone a tu disposición una lista de proveedores y un correo electrónico para resolver tus dudas: traveltrade@visitscotland.com. 

Fotografías ©Visit West Lothian / Vass Media // ©VisitScotland / Paul Tomkins / Discover Fraserburgh / Fiona McRae Kenny Lam / Grant Paterson // © Go Rural / Craig Stephen