Vuelve el turismo español, hagámoslo posible juntos

EXPRESO - 29.05.2020

ana
Ana Bustabad Alonso, periodista

Parador Verín ventana

Paradores abre el 25 de junio todos sus hoteles. Es una fantástica noticia para todos los viajeros por varias razones. En primer lugar, porque es un placer alojarse en el casi centenar de establecimientos de la cadena pública. En segundo, porque pocas marcas representan mejor a España y su turismo, tan importante en el mundo. Y hay muchas otras.

Tiene, además, el plus añadido de la confianza. La inmensa profesionalidad de sus trabajadores hacen de estos hoteles espacios seguros para alojarse con la tranquilidad de saber que todos los protocolos de seguridad y protección serán aplicados al milímetro.

Y, sin embargo, pese a las ganas de volver a sus sábanas preciosamente planchadas, a sus restaurantes deliciosos, a sus suelos con historia, a sus vistas increíbles… la vuelta se antoja triste y melancólica.

En primer lugar, por el poso de dolor que las decenas de miles de muertos dejan en nuestro espíritu colectivo, por tantos a los que la situación económica no permitirá veranear este año. También porque casi todos los empleados de Paradores, que en los últimos ejercicios han realizado enormes sacrificios para levantar a la empresa pública de la ruina, se quedan este año sin vacaciones, que les han obligado a gastar durante estos meses de confinamiento.

Aun así, sé que nos recibirán con su mejor sonrisa, pondrán todo el empeño en que los viajeros nos sintamos cómodos, seguros y felices, porque el orgullo de pertenecer a esa gran familia, buque insignia del turismo español, está por encima de muchas cosas. Ellos son así y sus amigos fieles se lo agradecemos inmensamente.

Así que, cuando este verano, o el próximo otoño, nos alojemos en el Parador de Villalba o en el de Ferrol, en el recientemente remodelado de Jaén, o en el coqueto castillo de Monterrei, o en El Saler, o en Zamora, en Melilla o Ayamonte… dediquemos la mejor de nuestras sonrisas a quien nos recibe en recepción, nos arregla el cuarto o nos prepara un plato tradicional. Ellos son el mejor ejemplo de la marca España.

Parador Zamora

No solo en Paradores. Cuando viajemos tras estos meses tan duros de arresto domiciliario, funerales sin abrazos e incertidumbre por el pago de mil facturas, hagámoslo con más cariño que nunca; valorando el enorme esfuerzo de quienes nos atienden en el sector turístico, tan afectado por la crisis del covid19.

Puede que el agente al que le reservamos el viaje lleve tres meses sin ingresar un euro, devanándose los sesos para dar de comer a sus hijos; quizá el gerente de la casa rural o el camarero del restaurante estén todavía llorando la pérdida de un ser querido; tal vez el guía turístico tenga secuelas tras haber estado ingresado varias semanas en la UCI.

Quizá no podamos, de momento, dar abrazos a cuatro manos ni compartir saludos calurosos y brindar a diestro y siniestro, pero sí podemos hacer que el cariño y el respeto sean nuestra marca viajera personal, y utilizar una dosis extra de paciencia y comprensión para hacer la vuelta más humana, más cálida y más alegre.

Entre todos hemos de ser capaces de dejar atrás la tristeza y, también entre todos, hemos de procurar que nadie se quede a la zaga en esta vuelta. Por los que ya se han quedado y por nuestro futuro. Porque todos, profesionales pero también viajeros, formamos parte imprescindible de esta gran familia que es el turismo en España.

No será fácil. Es tarea ingente recuperar las altas cotas de excelencia del turismo español, el más competitivo del mundo; rehacer un destino soñado por millones de viajeros cada año. Hagámosla posible juntos.

Parador Hierro

 

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