Abre el Centro de Interpretación y Planetario del Parque Patagonia Argentina

EXPRESO - 09.03.2024

En la estepa santacruceña, el Centro de Interpretación y Planetario Elsa Rosenvasser Feher es un espacio único en la Patagonia que explora la historia y el futuro de nuestro planeta.

Con propuestas para toda la familia y una tecnología única en la región, el Centro incluye muestras interactivas sobre la formación geológica de la región, el desarrollo humano, las crisis ambientales y la restauración ecológica para hacerles frente.

Desde Rewilding Argentina nos informan de que un planetario para la interpretación del cielo patagónico completa la experiencia y cautiva a quienes lo conocen. 

Escondido entre morrenas, en el sector del Portal Cañadón Pinturas donde nacen los senderos al cañadón y a la Cueva de las Manos, el Centro de Interpretación y Planetario del Parque Patagonia lleva el nombre Elsa Rosenvasser Feher en homenaje a la doctora argentina en Física que hizo posible la realización del proyecto.

Elsa, que dedicó su vida a la divulgación científica y se destacó en la creación de muestras interactivas y de contenidos para museos de ciencias en Estados Unidos, donó los fondos para la construcción del Centro y participó, hasta su repentino fallecimiento a los 89 años, del desarrollo de sus contenidos.  

Son casi 800 metros cuadrados que invitan a conocer la formación geológica de la región, la distribución de los humanos en el planeta, la evolución de sus especies y la restauración de los ecosistemas como una solución a las crisis ambientales, finalizando con una visita al planetario, donde se realizan proyecciones para interpretar las estrellas del cielo patagónico. Además del acercamiento a la información científica, el Centro ofrece un servicio de cafetería y un espacio reparado para descansar durante el paseo. 

Rocío Navarro, coordinadora en el Parque Patagonia, detalla cómo es una visita al Centro: ‘el inicio del recorrido coincide con los orígenes del planeta y la expansión de los seres humanos por el mundo y, desde allí, se va descubriendo la capacidad de los seres humanos para adaptarse y prosperar en distintos entornos’. 

La sala de la Cueva de las Manos ofrece una representación de la vida en ese lugar tan especial, en el que existen pruebas de presencia humana desde hace al menos unos 10.000 años. ‘La cueva servía como refugio; el cañadón, como lugar de caza y escenario de rituales y ceremonias’, detalla Rocío.    

‘En este punto, se puede observar cómo utilizamos los recursos de la Tierra para sustentar ese crecimiento exponencial y convertirnos en los ‘amos’ del planeta. Entonces, esta sala nos enfrenta con la cruda realidad: la “fuente” de recursos que pensamos que era inagotable, está mostrando signos contundentes de sobrecarga. Es un llamado a reflexionar sobre la relación que tenemos con la naturaleza y las medidas que debemos tomar para un futuro más sostenible’. 

Pero el recorrido también nos muestra que hay esperanza. En la sala contigua, los visitantes pueden acercarse al movimiento ambiental de restauración, que está siendo implementado mediante el rewilding en muchos lugares del mundo.

‘Se trata de una innovadora estrategia de conservación que busca restaurar los ecosistemas, promoviendo la coexistencia entre los humanos y la vida silvestre. El rewilding nos desafía, además, a abandonar esa mentalidad de que tenemos el control y el dominio y a adoptar un enfoque centrado en la colaboración y el respeto hacia todas las formas de vida del planeta’.

Así, los visitantes se maravillan y disfrutan de este profundo llamado a la reflexión. El recorrido culmina en Planetario, donde se interpretan las estrellas y cómo fueron incorporadas a la cosmovisión de los cazadores recolectores de la región.  

El planetario se encuentra dentro de una llamativa esfera roja, que representa al sol y es visible desde el exterior del edificio. Una vez adentro, los visitantes son guiados a través de una muestra interpretativa del cielo nocturno patagónico.

Expreso. Redacción. J.R

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