Agricultura ecológica como forma de vida en Baleares

EXPRESO - 25.02.2021

Las islas Baleares disponen de los factores ideales para practicar una de las actividades más importantes desde el comienzo de la historia de la humanidad, siendo la agricultura un sector fundamental en la economía de las islas.

El compromiso de la Agencia de Estrategia Turística de las Illes Balears, AETIB, con el medio ambiente y el respeto a los procedimientos naturales, los ha llevado a impulsar en gran medida la conocida como agricultura ecológica a través de líneas de ayuda de un total de 750.000 euros. 

¿Qué es la agricultura ecológica?

La obtención de alimentos saludables y de máxima calidad a través de la utilización óptima de los recursos naturales, respetando y conservando la fertilidad de la tierra y el paisaje agrario.

Este tipo de actividad favorece un mejor cuidado de las áreas de explotación, fomentando una mejor conservación de la biodiversidad de la región y promoviendo otras actividades importantes como el ecoturismo y el turismo activo. 

La AETIB ha llevado a cabo grandes avances en este sentido gracias a algunos de sus proyectos financiados con el Impuesto de Turismo Sostenible (ITS).

Cabe destacar el Proyecto de Modernización del medio agrario, en fase de ejecución, por el que se fomenta la instalación de jóvenes agricultores apoyando su acceso a la titularidad o cotitularidad de las explotaciones agrarias, o la Conservación del paisaje agrario a través de ayudas a campesinos y titulares de explotaciones agrícolas para favorecer, por un lado, la diversificación de cultivos en las explotaciones tradicionales sostenibles de las Islas Baleares, y, por otro, la replantación de especies leñosas de secano típicas de las islas, como los albaricoqueros, almendros, higueras u olivos, entre otros. 

Gracias a estas iniciativas, en las islas encontramos diferentes productores locales que tienen la agricultura ecológica como modo de vida. Empresas familiares o emprendedores individuales que buscan un servicio directo al consumidor, adaptándose a la estacionalidad de los productos. Saber lo que comemos y conocer su origen es algo que valoran cada vez más los consumidores, y, en este sentido, estos productores locales son los ganadores.  

Sa Casa Pagesa y Ses Terres son un claro ejemplo de ello. La primera es una empresa familiar que produce frutas y hortalizas de temporada, la mayoría de las variedades autóctonas de Mallorca. No utilizan productos químicos que puedan dañar el medio ambiente ni la salud de personas y los animales y su filosofía es la cercanía con el consumidor.

Sus puntos de siembra, venta y cría de animales se localizan en dos fincas de Sant Jordi y Son Sardina. Ses Terres, por su parte, además de verduras y hortalizas ecológicas, también produce harinas y cítricos como naranjas, clementinas y limones, en la localidad de Artá, en Mallorca. 

La Sierra de Tramuntana es el telón de fondo de otros dos productores muy particulares. En la finca de Can Gori, entre Sa Pobla y Búger, Jaume Crespí elabora un aceite Denominación de Origen Oli de Mallorca, a través de la agricultura integrada.

Hoy, Jaume vende directamente al consumidor, acude a ferias y mercados de la isla y exporta una pequeña parte a Alemania. Y, en Binissalem, la bodega Jaume de Puntiró, fundada en 1981, aprovecha el suelo de callo rojo calcáreo de Santa Maria del Camí para cultivar la vid y elaborar un vino artesanal, ecológico y de calidad, formando parte de la DO Binissalem-Mallorca. 

Bàrbara Mesquida Mora, por su parte, es la cuarta generación de una familia dedicada al vino. En las 20 hectáreas de viñedos de Mesquida Mora se cumplen las normas del cultivo biodinámico: no utiliza herbicidas ni pesticidas ni abonos químicos de síntesis; la vegetación crece libre entre las cepas, la viña se cuida con plantas medicinales y la luna rige los días y las noches de labranza. La venta directa es un valor añadido de la bodega, pues le da la oportunidad de explicar lo que se esconde detrás de los siete vinos que produce. 

Estos son solo algunos de los ejemplos de productores locales que podemos encontrar en las islas. Un entorno donde la sostenibilidad, el turismo responsable y la agricultura ecológica están consiguiendo cada vez más adeptos, haciendo más sencillo aquel dicho: de la tierra a la mesa. 

Expreso. Redacción. A.F

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