Las pistas de entreno de los velocistas jamaicanos

EXPRESO - 21.06.2022

Jamaica sorprende por muchísimas razones, ya sea por el carácter abierto de su gente, el ritmo pegadizo de su música, su exuberante naturaleza, el toque picante de su gastronomía o incluso por su legado histórico y cultural.

No obstante, la isla también destaca por ser la cuna de algunos de los hombres y mujeres más rápidos del mundo, como Usain Bolt, Shelly-Ann Fraser Pryce, Asafa Powell, Shericka Jackson, Oblique Seville o Yohan Blake, por mencionar solo algunos. ¿Cuál es la clave de su éxito?

La velocidad forma parte de los genes jamaicanos y correr es el pasatiempo favorito de los más pequeños.

Solo hace falta asomarse a alguno de los colegios isleños —ya sea en Montego Bay, Falmouth, Ocho Rios, Negril, Port Antonio, Black River o Mandeville— para ver la alegría que rebosan los niños al hacer deporte.

En Kingston, la auténtica capital del sprint, se encuentran los principales centros donde entrenan las estrellas deportivas: la University of the West Indies (UWI), la University of Technology (UTech), el National Stadium, el Racers Track Club, el MVP Track Club, entre otros.

Instituciones como la Calabar High School, la Camperdown High School —conocida también como Sprint Factory— o el Kingston College, con su lema ‘los valientes pueden caer pero nunca ceder’, son un eslabón vital para el desarrollo de los velocistas jamaicanos.

Muchos de los atletas, ya sean mundialmente famosos o trabajando duro para llegar a serlo algún día, empiezan su entrenamiento a las seis de la mañana, cuando la temperatura es más fresca, para correr unos 7 o 9 sprints.

Otros prefieren entrenar por la tarde a pesar de las temperaturas más elevadas. Así que cualquier interesado en descubrir el secreto de Jamaica para producir tantos atletas de renombre mundial, puede acercarse a ver los entrenos —muchos de los cuales tienen lugar en pistas de hierba y no solo en las pistas sintéticas de alto rendimiento— para vivir la pasión por la velocidad en primera persona.

Cabe destacar que la mayoría de los atletas prefieren entrenar en Jamaica en lugar de en otros países con instalaciones muy sofisticadas, como EE. UU. Los jamaicanos se sienten más cómodos en su hogar, arropados por familia y amigos, donde las buenas vibraciones, la gastronomía y la música contribuyen al triunfo colectivo de los sprinters.

De hecho, la dieta de los atletas es un aspecto esencial que todo viajero puede y debería probar durante su estancia en la isla, como por ejemplo el ackee con bacalao, las bananas verdes o el ñame (un tubérculo típico), alimentos ricos en carbohidratos y, según dicen, un esteroide natural.

Aunque no solo la nutrición aporta energía y fuerza a los atletas, sino también sus genes y su propia complexión. El Dr. Errol Morrison, endocrinólogo, afirma que a los atletas jamaicanos se les otorgó un don procedente de sus ancestros negros: “’tenen extremidades largas y poca grasa subcutánea, lo cual les ayuda a reducir el peso con el que uno carga’.

Ese quizá sea el motivo por el que elevan tanto las rodillas, fundamental para alcanzar velocidad en la carrera. Por si fuera poco, un estudio realizado por la Universidad de Escocia asegura que los atletas jamaiquinos tienen hasta un 40 % más de fibras Actina A en las piernas, que ofrecen un rendimiento especial en los esfuerzos de alta intensidad en poco tiempo.

Dado que el atletismo corre por las venas de Jamaica, unas vacaciones en la isla se perfilan como una excelente oportunidad para seguir (o al menos intentarlo) la pista de sus veloces atletas.

Para los que no quieran renunciar a la playa mientras hacen deporte, la Seven Mile Beach será el telón de fondo ideal para hacer running, mientras que en Kingston destacan Emancipation Park o el Mona Reservoir Dam y en Montego Bay, The Hip Strip.  Yeah, man!

Expreso. Redacción. J.R

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