Camelias y carnavales, un invierno a todo color en Galicia

EXPRESO - 15.02.2014

Texto: Federico Ruiz de Andrés;  Fotos: Turismo de Galicia y Área Santiago Turismo

Dicen que en Santiago la lluvia es arte –y lo es-, pero eso no significa que la capital compostelana ni el resto de tierras gallegas luzcan en invierno lluviosas y grises. Ni mucho menos. Ya lo escribía hace un siglo el gran Federico García Lorca en sus Seis poemas gallegos:
          ‘Chove en Santiago/meu doce amor./Camelia branca do ar/brila entebrecido o sol.’
xenerais
El invierno es precisamente una de las estaciones más coloridas en Galicia, porque es ahora cuando florecen las elegantes camelias y se celebran las fiestas de Carnaval, que aquí llaman Entroido y son una auténtica explosión de tradición y color. Unas y otras salpican toda la Comunidad Autónoma, pero hoy te invitamos a descubrirlas a pocos kilómetros de Santiago. Un aperitivo para muchos otros viajes.
 
La ruta de las camelias muy cerca de Santiago
La camelia, que ostenta el título de ‘flor de Galicia’ y en Oriente consideran la más hermosa, es tan delicada que no necesita siquiera aroma y, a contracorriente de sus congéneres, no espera a primavera para salpicar de rojo, blanco, o rosa los jardines gallegos.
En pleno centro de Compostela, la Alameda es un buen lugar para comenzar esta Ruta de la Camelia que Turgalicia ha elevado a la categoría de producto turístico, y que cuenta incluso con su propio tren cada verano. 
El Paseo da Ferradura, o el bosque del Pazo de San Lourenzo, un poco más allá, conservan ejemplares del siglo XIX, increíble ruta romántica entre cientos de especies vegetales.
camelia
Por toda Galicia se pueden encontrar camelios agradecidos, casi en cada finca, en cada huerta. Pero son los pazos, máximo exponente de la arquitectura señorial quienes guardan los mejores ejemplares. Muy cerca de Santiago, en el área metropolitana, se pueden visitar varios de ellos, un buen aperitivo que sin duda provocará otros viajes en busca de camelias. 
Rocío, lluvia, cascadas, estanques, acequias… el agua es protagonista en esta región intensa. Estamos en la comarca del río Ulla, frontera natural que riega el sur de la provincia coruñesa y el norte de la de Pontevedra. Truchas, salmones y lampreas conviven en estas aguas, a los pies del monte Pico Sacro, lugar mítico para los gallegos.
En el municipio de Vedra, en el lugar de Ortigueira, está el Pazo de Ribadulla. Jovellanos disfrutó aquí temporadas, y seguramente escribió más de una obra bajo los camelios gigantes, o el centenario Paseo de los Olivos.
Escondido, íntimo, el cercano Pazo do Faramello, aún conserva el molino de la primera fábrica de papel que hubo en Galicia, allá por el siglo XVIII. No hay que perderse su terraza barroca de estilo compostelano, sus blasones adornados de soles y lunas, ni por supuesto sus camelias. Lo decía Emilia Pardo Bazán: ‘Hay muchos pazos, ​​el Faramello es único’.
pazo
También muy cerca de Santiago se encuentra el Pazo de Vista Alegre, lugar magnífico para celebraciones especiales, con su solaina sobre el inmenso jardín de camelios y boj.
Otra de las paradas imprescindibles en esta comarca es el monasterio de Carboeiro, en Silleda, muy buen ejemplo de románico y de restauración respetuosa. De aquí parte el Sendero del Deza, una ruta sorprendente que incluye las fervenzas -cascadas naturales- de más de 70 metros de otro río, el Toxa.
 
Entroido dos Xenerais da Ulla, carnaval auténtico
Las tradiciones del Entroido de Galicia tienen su máximo exponente en el medio rural, donde perviven personajes tan vistosos e irreverentes como los cigarróns de Verín, las pantallas de Xinzo de Limia, los peliqueiros de Laza, boteiros de Viana do Bolo o las mázcaras de Manzaneda.
Una de las más sorprendentes tiene lugar muy cerca de Santiago, el carnaval de los Xenerais da Ulla. Nada menos que veintiséis celebraciones diferentes en otros tantos municipios de la comarca, antes y después de los días grandes del Entroido.
xenerais
coro
Generales y caballos, adornados sus uniformes militares de todos los colores posibles, se baten en duelos dialécticos con ripios que ironizan sobre temas de actualidad, no dejan títere con cabeza. Tienen su origen en los enfrentamientos bélicos que se vivieron aquí a mediados del siglo XIX, desde la revolución de 1846 a las Guerras Carlistas.
Correos a caballo anunciando las batallas de los xenerais, comparsas, parrandas y un coro de bonitos y vellos, niños y mayores, ataviados a la manera tradicional gallega, completan la escenografía de este Carnaval, uno de los más sorprendentes de toda Galicia, que este año buscan la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional.
 
Gastronomía de invierno en Galicia, cocina de Carnaval
Las temperaturas invernales y la cercanía de la Cuaresma sirven de excusas en Galicia para disfrutar estos meses de la cocina más sabrosa y contundente. Cocidos gallegos, con sus carnes de cerdo, sus grelos y sus caldos, para que no falte de nada; filloas y orujos son algunos de los protagonistas.
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No falla tampoco en la mesa una buena lamprea, el vertebrado más antiguo y exótico del mundo, que puebla los ríos gallegos del Ulla o el Miño desde millones de años atrás, y cuyo sabor no deja a nadie indiferente.
Ni los postres más auténticos de la cocina rural galaica. Finísimas filloas con miel, orellas de Carnaval, melindres, rosquillas, o un queso Denominación de Origen Arzúa-Ulloa con membrillo.
Todo mejor si está regado con un vino gallego, por ejemplo un mencía ‘Pazo de Galegos’, de la D.O. Rías Baixas, subzona Ribeira do Ulla; y un aguardiente del Ulla para rematar la faena.
Los viajeros aficionados a la gastronomía disfrutarán como niños en las fiestas tradicionales del Queso de Arzúa, la de la Filloa en Lestedo o las de la Orella de Vedra. Pero si ninguna coincide con la escapada, basta acercarse a cualquiera de los mercados tradicionales del Área de Santiago para deleitar los sentidos.
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Más información:
Turismo de Galicia www.turgalicia.es
Turismo de Santiago www.santiagoturismo.com
Área Santiago Turismo www.areasantiago.es
 

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