Madeira, naturaleza en estado puro con seguridad

EXPRESO - 31.03.2021

Los 57 kilómetros de largo y 22 de ancho de la isla ofrecen un sinfín de posibilidades para descubrir su naturaleza, prácticamente virgen, en la que se conviven montañas, bosques, acantilados y cascadas, jardines o el Parque Natural de Madeira.  

El archipiélago Atlántico de Portugal ofrece más de 60 senderos de trail running, senderismo, ciclismo de montaña y barranquismo, para los amantes del turismo activo. Recomendamos sus dos picos más altos: Pico Ruivo (1862 m) y el Pico do Areeiro (1817 m).  

Las templadas-cálidas aguas de las islas invitan a practicar deporte en cualquier época del año, desde surf, windsurf, avistamiento de cetáceos, buceo, coasteering o pesca.  Madeira ofrecen un sinfín de posibilidades para descubrir su naturaleza.

Por tierra, mar y aire

Los 57 kilómetros de largo y 22 de ancho de Madeira ofrecen un sinfín de posibilidades para descubrir su naturaleza, prácticamente virgen, en la que se conviven montañas, bosques, acantilados y cascadas -que pueden disfrutarse gracias a sus rutas senderistas, practicando escalada o barranquismo-, bellos jardines o el Parque Natural de Madeira, que preserva uno de los más importantes bosques de Laurisilva del mundo, reconocido por la UNESCO como Patrimonio Natural Mundial. Y sus templadas-cálidas aguas invitan a practicar deporte en cualquier época del año.

Así, el mejor destino insular del mundo, según los World Travel Awards –WTA-, cuenta con una amplia oferta para practicar casi cualquier modalidad deportiva de forma segura, en la que la naturaleza es la gran protagonista. 

El archipiélago ofrece más de 60 senderos de trail running, senderismo, ciclismo de montaña y barranquismo, perfectos para los amantes del turismo activo, que están incluidos en Madeira Ocean Trails, una web que resume toda la oferta de las principales actividades en las islas de Madeira y Porto Santo.

Ya sea caminando, corriendo, explorando cañones o en bicicleta, hay muchos senderos para explorar. Una recomendación: no hay que perderse la oportunidad de conocer dos de los picos más altos de la Isla de Madeira: Pico Ruivo (1862 m) y el Pico do Areeiro (1817 m). 

Quienes prefieran más tranquilidad, los jardines de Madeira son, sin duda, uno de los atractivos turísticos más conocidos de la isla. Entre ellos, destacan Jardín Tropical Monte Palace, en la localidad de Monte, donde crecen cerca de 100.000 especies vegetales, entre las que se incluyen variedades más significativas de Laurisilva de la Macaronesia u otras especies en extinción.

El Jardín Botánico, en Caminho do Meio (Funchal), alberga más de 2.000 plantas exóticas de todo el mundo - algunas en vía de extinción-. También son imprescindibles los Jardines del Palheiro, en Quinta del Palheiro, que ofrecen unas vistas panorámicas de la isla y el mar de Madeira, y conservan árboles con más de 200 años de antigüedad.

Y los amantes de las rosas disfrutarán en Arco de São Jorge, en la costa norte de la isla, de la Rosaleda de la Quinta do Arco, que cuenta con mil especies diferentes de esta flor, una de las mayores colecciones de Portugal. 

Para los apasionados del mar, que puede disfrutarse durante todo el año, la costa norte de la isla de Madeira les resultará un verdadero paraíso, con un total de once playas que le han valido a la isla el sobrenombre del Hawái del Atlántico.

Son muchas las actividades que se pueden practicar para descubrir la costa atlántica: surf, submarinismo, avistamiento de cetáceos, stand up paddle, windsurf o paseos en canoa, entre otras. 

Los surfistas encontrarán su paraíso particular en lugares de la costa norte privilegiados para recibir swells del Atlántico Norte y todo tipo de olas, como Paul do Mar, São Vicente, Porto da Cruz y Jardim do Mar, y los windsurfistas en el mar más tranquilo del sur, en Funchal y Garajau.  Otro de los principales atractivos de la costa madeirense está en sus profundidades.

En total, cuenta con 20 zonas para la práctica del este deporte, como la reserva natural parcial de Garajau la de Sitio de Rocha do Navio, la red de zonas marinas protegidas alrededor de Porto Santo, o los santuarios marinos de las Islas Desertas, en las que se hace posible la conservación de especies únicas, como la foca monje mediterránea. 

Quienes prefieran rutas en barco, podrán disfrutar de ballenas o delfines en esta costa tan rica en fauna marina frecuentada por 28 especies. El sur de la isla comprende lugares perfectos para el avistamiento de cetáceos, como Machico, Funchal y Calheta. 

Los más osados podrán practicar coasteering, que combina rápel, escalada y saltos al mar en una única actividad y permite conocer los acantilados sobre las bahías, las cuevas y los rincones con aguas cristalinas que existen en la isla. Más que recomendado en un recorrido de coasteering es la Reserva Natural de Ponta de São Lourenço, que le permite conocer las bellezas naturales de la Baía d´Abra. 

Y para los fans de la pesca, Madeira es el lugar idóneo, ya que son unas aguas favorecidas por las rutas migratorias de muchas especies, como el marlín azul y el atún patudo. También es posible encontrar atún blanco, rabil, atún rojo, tiburón azul, tiburón martillo, barracuda, bonito y pez espada. 

Expreso. Redacción. T.A

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