Austral recupera las obras más célebres del Nobel egipcio Naguib Mahfuz

EXPRESO - 03.12.2011

MahfuzNaguib Mahfuz, único escritor en lengua árabe premiado con el Nobel de Literatura, fue autor de una amplia obra que incluye relatos, novelas y guiones cinematográficos. Literato comprometido con la convivencia entre las culturas musulmana y cristiana, está considerado por la crítica como uno de los mayores cronistas del Egipto contemporáneo.
Del Nobel egipcio, Austral ha publicado su célebre Trilogía de El Cairo, que incluye Entre dos palacios, Palacio del deseo y La azucarera; e Hijos de nuestro barrio, obra que le valió el reconocimiento mundial y que ha sido recuperada este 2011 coincidiendo con la efeméride de su nacimiento.
Las tres novelas, la Trilogía,  narran las vicisitudes  de una familia egipcia desde principios del siglo XX hasta los años cuarenta, y constituyen el retrato de El Cairo por excelencia, una visión, a un tiempo lúcida y cáustica, que ha trascendido épocas y fronteras.
Poco después, en 1959 Mahfuz empezó a publicar por entregas la novela Hijos de nuestro barrio en el periódico semioficial del régimen del país. Bajo la apariencia de un ingenuo relato sobre la pequeña historia de un barrio cairota, Hijos de nuestro barrio plantea el gran problema, también cotidiano y aún sin resolver, de la jerarquización social, del poder y el orden en el mundo, sujeto sin embargo a intermitentes propuestas idealistas de mejora. La novela sólo llegó a publicarse por primera vez como libro en 1967 en Beirut.
Mahmud Darwix ha escrito quie ‘no se puede hablar con propiedad de novela árabe antes de Naguib Mahfuz, por más que haya habido intentos e inicios destacados. Mahfuz es el verdadero fundador de la novela árabe en sentido moderno, y es al mismo tiempo historiador de las transformaciones sociales y políticas del Egipto contemporáneo'
Para Darwix, 'desde los rincones de El Cairo antiguo, con sus clases medias y ambientes populares, recreó un mundo poblado de todas las preguntas vitales sobre lo cotidiano o la existencia, y demostró que la universalidad de la literatura comienza en lo local, en un barrio cualquiera, y que el concepto de literatura universal no se limita al centro, sino que es el producto de lo que el hombre escribe y ha escrito en todo tiempo y lugar’.

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