Perú recibe su primavera vestido de fiesta

EXPRESO - 21.08.2008

A finales del mes de septiembre, la ciudad de Trujillo se engalana para recibir el cambio de estación: la ocasión perfecta para visitar una ciudad que aúna encanto, folclore, historia antigua y gastronomía a un paseo del mar.

Cerca de 3.000 fiestas populares animan el calendario peruano; tres millares de citas en las que religiosidad católica y los rituales precolombinos se fusionan poniendo de manifiesto el carácter mestizo del pueblo peruano y su espíritu alegre que, con la llegada de la primavera, estalla en una explosión de festejos.

Trujillo: capital de la primavera

La llegada de la primavera se celebra fervientemente en varias regiones del país, a finales del mes de septiembre. Sin embargo es Trujillo, la capital del departamento norteño de La Libertad, bautizada como ‘ciudad de la eterna primavera' por su clima agradable y soleado durante todo el año, la que acapara todas las miradas, dentro y fuera del país.

El Festival Internacional de la Primavera de Trujillo es una de las festividades señaladas de Perú: por su veteranía (este año celebra la 57 edición); por la vistosidad y entusiasmo característico de una fiesta que simboliza la renovación de la naturaleza y que consigue atraer a miles de turistas cada año; y por su vinculación a uno de los grandes emblemas del folclore peruano, la ‘marinera norteña', un atractivo espectáculo que admira a visitantes y enorgullece a lugareños.

Trujillo también es tierra de los caballos de paso peruanos; los concursos se suceden en estos días, la ocasión perfecta para presenciar el espectáculo de su elegante porte y el de sus chalanes, ataviados con poncho de lino y sombrero de paja. 

Otro de los grandes reclamos del Festival es el desfile. La bella Trujillo se engalana especialmente para la ocasión y sus calles, casas coloniales e iglesias duplican su encanto adornadas con motivos florales, para recibir el pasacalles de carrozas y la reina del festival.

Cultura, historia, gastronomía y mar

Miles de visitantes aceptan cada año la llamada del Festival Internacional de la Primavera de Trujillo, atraidos por la sugerente propuesta de una ciudad que en sí misma contiene todos los ingredientes para gustar. Y es que Trujillo, tiene el privilegio de albergar en su área metropolitana una importante colección de lugares históricos y monumentales de gran interés, por su relevancia a nivel mundial.

Así, a cuatro kilómetros del centro de Trujillo se alza Chan Chan (antigua capital del reino chimú), la ciudad de barro más grande del mundo. También en las cercanías se encuentran las Huacas del Sol (la pirámide de barro más grande de Perú) y la Luna, atribuidas a la civilización mochica; y el sitio arqueológico de El Brujo, en donde ya está expuesta al público la momia de la Señora de Cao, la gobernante moche que regentó hace 1.800 y que, con su descubrimiento, ha arrojado luz sobre el rol de la mujer en las civilizaciones milenarias.

A 11 kilómetros de Trujillo se encuentra el popular balneario de Huanchaco: su exquisita comida marina y sus caballitos de totora, embarcaciones artesanales de origen mochica que los historiadores sitúan en los orígenes del surf, bien merecen una visita.

Expreso. Redacción. Q.R

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