‘Queremos mostrar otra parte de Perú que muchos no conocen y es única’

EXPRESO - 30.04.2011

Andrea Martínez y Rafo León

Machu Picchu casi no necesita ni mención ni promoción, pero hay que descubrir la Lima de Vargas Llosa, o la Ruta Moche, que es un golazo de Perú, una ruta costera única en el mundo…

Perú es uno de los destinos de moda este año. La mejor excusa, si es que se necesita una, el primer centenario de Machu Picchu, una de las maravillas arquitectónicas del mundo.
A partir de ahí sólo hacen falta tiempo y ganas para descubrir sus secretos a voces: una gastronomía única, nuevas rutas arqueológicas y naturales o el corazón de Lima de la mano de Vargas Llosa.
España es un buen punto de partida. Un 5% de los turistas extranjeros que llegan cada año a Perú, algo más de 80.000, son españoles. Además de ser el primer mercado emisor europeo es un hub con 22 vuelos directos a Lima.
Nos lo cuentan a medias dos personas que conocen muy bien este misterioso país, una de las joyas de América.
Andrea Martínez es coordinadora para el mercado europeo de PromPerú y Rafo León escritor y viajero peruano, gran conocedor de todos los rincones de Perú.

¿Qué propuestas concretas ofrece Perú este año a los viajeros?

Andrea.- Nos hemos centrado en tres temas básicos que son la ruta Moche, que está basada en una ruta de la costa norte del Perú y que precedió a la cultura inca -como sabemos la cultura inca fue la síntesis de muchas culturas preincas-. En realidad hemos querido mostrar otra parte del Perú que muchos no conocen, que es muy diferente y que tiene mucha riqueza.
Otra es la celebración de los 100 años de Machu Picchu al mundo que se cumplen este año y que va a ser motivo de muchas noticias especiales respecto a este documento que es en realidad de la Humanidad.
Y por último aprovechar también para comunicar en este mercado, donde Lima cada vez resulta más importante como centro urbano, gastronómico y de cultura, la Lima de Vargas Llosa con ocasión del premio Nobel que nuestro escritor ha obtenido hace poco y que además es tan querido aquí en España.
Casi lo compartimos…
Andrea.- (Risas) sí, casi lo compartimos, exactamente.
Rafo, ¿nos habla un poco de estas tres propuestas?
Rafo León.- Machu Picchu en realidad casi no necesita ni mención ni promoción. Es un lugar en el escenario turístico tan conocido tan prestigiado, tan respetado… basta con poner una buena fotografía y todo el mundo va a identificarlo. Ahora con el centenario adquiere un nuevo relieve en un momento en el cual además se están haciendo importantes trabajos -continúan- de investigación de exploración, siguen apareciendo nuevos recintos, nuevos lugares y continúa también la tarea de puesta en valor de estos nuevos recintos también para descongestionar el destino, y mantener su aura mágica y que no se convierta en un Disney. Es una tarea muy interesante que ahora se está haciendo de ir expandiendo Machu Picchu para que haya mayores capacidades, esa sensación espiritual tan única.
El otro, que yo creo que es un golazo de Perú, único, lo que Andrea mencionaba como la ruta Moche. La ruta Moche está en la costa norte, entre Trujillo y la frontera con el Ecuador. Lo fantástico es que es una ruta costera donde tienes el océano y el bosque seco ecuatorial que es un ecosistema ya único en el mundo. De esto hubo mucho en África pero ya se lo ‘fumaron’ y los únicos bosques secos ecuatoriales que quedan en el planeta están entre el Ecuador y esta parte del Perú, es un ecosistema de un valor especialísimo.
En este ecosistema a inicios de nuestra era surge una civilización muy grande, muy poderosa y muy sofisticada que dura aproximadamente ocho siglos que es la civilización Moche o mochica o muchik en la lengua de ellos. Esto es 1400 años antes que los incas.
Es una teocracia que unifica una serie de reinos dispersos bajo una sola idea de poder religioso y político (pero no es imperio, no se expande). Y desarrolla una cultura basada en el océano y en el bosque. Todas sus deidades son duales: tienes la deidad marina -la raya, el pulpo- y tienes la deidad terrestre -el águila, el puma- todo esto crea una iconografía de culto muy fuerte, muy poderosa que de pronto, con los trabajos arqueológicos desde los años 70 empieza a emerger en estas pirámides absolutamente maravillosas que nos van demostrando cómo eran, sobre todo el culto.
Así que, en la cercanía de la ciudad de Trujillo, está la Huaca del sol y la luna, donde encuentras un despliegue de iconografía religiosa y de la cotidianeidad del culto, contrastando la sociedad del caos y la sociedad ordenada frente a la intervención divina a través del sacrificio humano.
Más al norte está un magnífico lugar que se llama el Brujo, donde hay una pirámide gigantesca que representa el desfile de los prisioneros que van al sacrificio de donde se obtiene la sangre ritual, y en ese lugar se descubre hace 4 años un fardo funerario, enorme, de más de 100 quilos de peso. Todo el mundo pensaba, con el antecedente de otros hallazgos funerarios Moches, que era el de un dignatario importante por la cantidad de tela, ornamentos, y el ajuar funerario, que era impresionante.
Y resulta que desenfardelando aparece el cuerpo de una mujer joven, de 1,60 de estatura con signos en los brazos y las piernas, tiene el tatuaje de arañas y serpientes que en la simbología Moche son los símbolos de la sanación. Esta mujer está enterrada con dos porras enormes de metal precioso con una serie de objetos que indican poder político pero además con esos signos de sanación que te revela que era sacerdotisa, chamán, y líder política.
Entonces pone patas arriba todo el paradigma arqueológico y además pone a las feministas muy por encima (risas) y descubre esto que nadie se imaginó: que había una teocracia que ocasionalmente podía ser dirigida por una mujer, además con esas características.
Y lo genial es que está ahí, hay un museo maravilloso del sitio, donde está expuesto el cuerpo de ella, pero por respeto a la sacralidad del cuerpo lo que nosotros vemos a través de una ventana es el reflejo de un espejo, y además no está desnuda, sino cubierta por un velo de gasa que permite ver el tatuaje mas no el cuerpo íntimo.
Más al norte, en Lambayeque, está esta maravilla del señor de Sipán y cosas que son más conocidas, que en su momento fueron comparadas con los hallazgos de los faraones.
Esa es la parte arqueológica importantísima, pero todos sabemos que el turismo no es solamente ver momias y piedras, ¿no? Todos queremos tener experiencias, y esta zona del Perú -se lo voy a decir porque mi familia es de allí y yo me he criado por allí- primero: está al nivel del mar, y esto es muy importante para el turista que va a América, no tienes ninguna dificultad con el mal de altura. Tienes un clima veraniego parejo el año entero. Sol todos los días, y a ciertas horas del día es posible ver al sol y la luna juntos, lo que te explica por qué en esta zona había a la vez calendario lunar y también calendarios solares.
Es una cosa muy interesante, todo dual, y todo esto lo puedes ir descubriendo con un buen guía en las propias Huacas (Huaca es el monumento que tiene sacralidad). Tú puedes estar ahí, con el sol arriba, la luna arriba, en un lugar de estos fantásticos y tienes a orfebres, ceramistas, tejedores, cocineras, que siguen directamente la tradición Moche y es gente alucinante que lleva en el ADN la capacidad creativa del ancestro.
Estos Moches eran unos genios, por ejemplo la cerámica retrato Moche está considerada un arte universal único. Es de un realismo extraordinario y tenía fines de control social, de identificación étnica, fines didácticos y hasta fines terapéuticos. Por ejemplo, en el museo Larco de la ciudad de Lima, que es un museo especializado en Moche, hay toda una sala de ceramios, -nosotros decimos huacos- cuya temática es el erotismo y la sexualidad, probablemente con una función didáctica, medicinal, o en algunos casos diríamos hasta policíaca, en el sentido de que tienes a gente fornicando con la muerte como una manera de anunciar o prevenir enfermedades venéreas. Hay toda una cosa riquísima en términos culturales. La orfebrería es extraordinaria, los tejidos… todo eso está vivo.
La gastronomía actual del norte probablemente sea la más variada en el Perú, en cuanto combina elementos del mar y del campo en unas combinaciones que son consideradas de las mejores en el Perú.
Y finalmente traemos algo que en términos turísticos se está desarrollando, pero que en términos de imagen para el Perú es absolutamente extraordinario: la Lima de Vargas Llosa.
Esta ruta y guía las hicimos en 2008 (antes de saber que le iban a dar el premio Nobel) con la idea de que haya una ruta física como hay la del Quijote acá.
En estos momentos se está construyendo la ruta, pero con ocasión del Nobel PromPerú quiso traer a España este elemento porque bueno, se puede imaginar, estamos compartiendo el premio con ustedes, entonces es importante que la gente sepa que muy pronto va a poder ir a Lima y hacer la ruta de los relatos de Vargas Llosa en la ciudad con esta guía en mano, y esto inaugura una serie de otras guías literarias.
¿Entonces se están llevando a cabo iniciativas para aprovechar la coyuntura?
Rafo.- Sí, PromPerú está con una capacidad de reacción extraordinaria, claro, aún cuando la ruta se está construyendo ya se está trayendo a las ferias. Pero el fuerte en este momento yo te diría que es Moche.
¿Moche está preparado para absorber todo este turismo?
Andrea.- Sí, además no sólo está preparado hoy, tiene ya restaurantes, bastante capacidad, sino que hay una inversión de más 1000 millones de dólares para los próximos años enfocada en la ruta, ya tanto por el sector privado como público, tanto en hotelería, infraestructuras de transportes, se ha creado porque esta ruta existe desde hace muchos años, como lugar, atractivo turístico.
Esta vez se ha conformado a través del Viceministerio de Turismo un ente gestor en el cual el sector privado y público están coincidiendo alrededor de lo que hay que hacer y eso creo que tiene un valor muy importante para el futuro de esta ruta y para las inversiones que se hagan ahí.
El turismo de eventos, ¿está integrado en sus atractivos? Por ejemplo, ¿Machu Picchu se puede integrar en el turismo de incentivos?
Andrea.- Lima, Machu Picchu, Cuzco, Arequipa, por ejemplo, se ha preparado muy bien para ser ciudad de incentivos. Tienen buró de convenciones. Lima tiene hoteles con capacidad de 1.000, 2.000 personas, Dentro de poco se inaugura el Westin que va a tener un centro de convenciones enorme, y lo puedes combinar con temas como gastronomía, ir al mercado, preparar algo, y combinar con alguna visita, por ejemplo a Paracas, tenemos muy cerca de Lima, en el sur, donde está Nazca y la reserva natural de Paracas, sitios espectaculares para albergar grupos de incentivos, por ejemplo en Paracas puedes hacer la ruta del Pisco, cantar pisco, aprender a hacer un Pisco Sauer…
Rafo.-…O visitar una reserva natural única en América, para gente que tiene interés en el tema ambiental, porque tiene una reserva marina muy importante.
Andrea.-  Y la conectividad directa con España para el tema de incentivos es muy importante, porque el viaje es más corto, y hay la infraestructura de hoteles boutique, y hoteles que son pequeños pero que tienen capacidad para albergar este tipo de eventos.
Y además de estos puntos fuertes de Perú, ¿nos pueden recomendar algún lugar secreto, fuera de los circuitos?
Andrea.- Yo, como muchos de los que hemos logrado visitar Kuelap y toda la zona de Chachapoyas estamos enamorados de este lugar, que todavía no tiene un buen acceso, y todavía faltan las infraestructuras. Está en el norte del Perú, y es un lugar maravilloso por su contenido cultural, su paisaje natural y su gente, entre la montaña y la costa.
Rafo.- Sí, está entre la costa y la selva. Ella menciona Kuelap y yo coincido en su lugar secreto como el centro de una cultura Chachapoyas, que fue conquistada por los incas poco antes de la llegada de los españoles. Fue el último bastión de la resistencia (incluso los Chachapoyas se asocian con los conquistadores) y el testimonio arqueológico está completamente integrado con un bosque de nubes primigenio. Todo el tiempo tiene una especie de neblina, y estás en el medio de una estación completamente mágica. La gente tiene una austeridad muy tradicional, muy intimista. Es un lugar que te saca de todo.
Andrea.- Hay un museo que alberga las momias de la Laguna de los Cóndores y hay Sarcófagos de Carajía, es extraordinario. Es un lugar secreto, porque todavía el acceso es complicado. Aunque más que complicado es largo. Casi todos los operadores españoles lo tienen en su programa hace muchos años pero venden muy poquito todavía. Pero si quieren encontrar un lugar especial pueden ir allí.
Rafo.- En la ciudad de Chachapoyas, que es el punto de partida para visitar toda la zona, hay un aeropuerto que solo recibe naves pequeñas y se está negociando para que pueda recibir naves comerciales.
Andrea.- ¿y tu lugar secreto, Rafo?
Rafo.- Yo coincido, y me bajo un poquito a la costa de Kuelap por el curanderismo, del que soy muy fanático. Me acabo de hacer mi mesa de curanderismo para mejorar mi año 2011 que es parte de la vida cotidiana de un montón de gente, la convivencia con esta otra salud ancestral.
Andrea.- Has hecho tu baño de flores y miel.
Rafo.- Sí, sí.
¿Y qué tal se come? ¿Cuál es su plato preferido de la gastronomía peruana?
Andrea.- Eso es más difícil ¡todo! A mí me encanta el ceviche, que es un plato fresco, rico, que se puede comer todo el año en Perú, y la causa rellena, el arroz con pato...
Rafo.- Sí, a mí me encanta el arroz con pato norteño que tiene una historia muy interesante. Nosotros tenemos un pato nativo en Perú, en la costa norte, en la zona Moche -hay mucha representación de patos en cerámica- y los nativos antes de la llegada de occidente preparaban ese pato en un caldo con la chicha de maíz, la bebida fermentada de maíz. Los conquistadores ven esto y le ponen arroz a modo de paella, y entonces se crea el arroz con pato, que es un ejemplo clásico de la mestura.
Expreso. Madrid. Manuel Bustabad Alonso
Fotos: Manuel Bustabad y Promperú.

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