Queremos rescatar nuestra identidad cultural sefardí para el turismo

EXPRESO - 27.09.2010

Jorge Patrão, presidente de Turismo de la Serra da Estrela

La historia de los judíos sefarditas no terminó cuando fueron expulsados en el siglo XV. Algunos han mantenido en secreto durante siglos sus cultos y tradiciones como en Serra da Estrela, Portugal, donde se celebra el primer Festival Internacional de la Memoria Sefardita...

Denostados y perseguidos durante siglos, la historia de los judíos sefarditas no terminó en el siglo XV, cuando fueron expulsados masivamente de España y Portugal u obligados a convertirse al cristianismo.

La mayoría emigraron a otros países donde continuaron practicando su religión y sus tradiciones, pero lo que casi nadie sabe es que muchos han mantenido durante siglos en la intimidad de sus hogares el culto judío y sus costumbres ancestrales, hasta la actualidad.

Uno de los pocos lugares donde sobreviven estas comunidades judías únicas en el mundo es la portuguesa Serra da Estrela (Sierra de la Estrella), como nos cuenta Jorge Patrão.
Él es el presidente de Turismo de esta hermosa región lusa de montaña donde la huella sefardita vive aún a través de su gastronomía, su arquitectura y sus tradiciones.
Este año, precisamente, se celebra en Serra da Estrela el primer Festival Internacional de la Memoria Sefardita que va a tener lugar del 1 al 7 de noviembre en localidades de Guarda, Trancoso, Belmonte y Lisboa, organizado por Turismo de Serra da Estrela.
Tenemos la oportunidad de charlar con Jorge Patrão, presidente de Turismo de Serra da Estrela, durante la Feira Internacional de Turismo del Mediterrâneo, en Tel Aviv, Israel, donde nos explica esta iniciativa única que reunirá por primera vez a los descendientes de millones de judíos sefarditas que fueron diseminados por el mundo.
¿Por qué la creación de una ruta sefardí en Serra da Estrela? ¿Qué vestigios sefardíes podemos encontrar aún hoy aquí?
A mí siempre me ha parecido que España y Portugal no han hecho todo lo que podían para preservar la identidad de otros pueblos; mejor dicho, no de otros pueblos, sino de los que forman parte de su propia identidad. La historia sefardí de Portugal es también la historia de Portugal. Gran parte del desarrollo portugués se debe a los judíos sefarditas, principalmente en nuestra región.
Fundamentalmente en dos temas: uno que tiene que ver con las navegaciones de hace 500 años, el avance tecnológico que tenía Portugal de los mares y que era superior en cien años, por ejemplo, a España, más avanzado en el siglo XV. Se debía al estudio de las latitudes, de las longitudes, al estudio de los campos magnéticos, eso era lo que provocaba el avance que había en Portugal, gracias a tantos cosmógrafos portugueses y judíos nacidos en la Serra da Estrela. Esto es un hecho poco conocido.
El otro, el desarrollo de la industria de la lana, de tejidos de lana, que se producía en la Serra da Estrela, uno de los principales núcleos de esta industria en Europa, y que también fue incrementado casi totalmente por los judíos. Aún hoy, el mayor grupo lanero de Europa es de la Serra da Estrela y es mayor, por ejemplo, que el grupo italiano de Hugo Boss.
El origen es siempre el mismo: judíos -cristianos nuevos, después-, la mayor parte ya diluidos hoy en el cristianismo. Por lo tanto, la creación de una ruta sefardí en la Serra da Estrela pretende simplemente rescatar esta identidad cultural y aprovecharla para el turismo, como estamos haciendo en esta feria de Israel.
¿Cuáles son los núcleos más importantes de esta ruta? Belmonte es uno de ellos…
Belmonte es hoy el núcleo más importante por lo simbólico que es. Belmonte tiene la única comunidad judía de la Península Ibérica que la Inquisición no consiguió destruir, que no logró diluir. Fueron trescientos cincuenta años de Inquisición en Portugal, y condujeron al secreto, a la práctica escamoteada, escondida.
Y esa organización tácita -porque no había formalmente comunidad judaica, no podían existir legalmente- pero esa existencia se ha perpetuado durante quinientos años hasta el siglo XXI en el que estamos, de forma que los miembros de la comunidad siempre se casaron entre ellos, siempre convivieron entre ellos, y siguieron rezando, orando, en sus propias casas.
Así hemos llegado al siglo XXI con la única organización judaica de una villa en la Península Ibérica que se mantiene organizada, que puede recrear tal cual la forma de vivir judía.
Además, curiosamente, en Belmonte tenemos el ejemplo vivo de todo aquello que ocurrió hace quinientos años en la Península Ibérica: los cristianos nuevos, aquellos que se diluyeron de su origen judío, fueron obligados a diluirse y están diluidos, son una parte de esta pequeña ciudad.
La otra parte que es la que recrea oficialmente ahora la comunidad judía, desde hace veintitantos años. Son, por ejemplo, personas de mi generación. Gente que se casaba por la iglesia católica pero después se casaba en casa por el rito judío. Ahora ya no se esconden, han recreado todo el sistema de vida judío. Y han creado una sinagoga, un cementerio… Todo eso ha sucedido en los últimos años.
Pero aún hay una tercera parte, menor, porque son menos gente, -a los que no sé si es correcto llamarles ultraortodoxos-, aquellos judíos que desde tiempos ancestrales han practicado en casa [la religión] de forma tan rígida, escondida, que ni siquiera hoy practican su religión en la sinagoga junto al resto de la comunidad judía. Quieren seguir rezando en casa ‘como mi abuelo me enseñó’. Estos últimos son menos, pero también existen. Así que tenemos en Belmonte una situación que no se ve en ningún otro sitio de la Península Ibérica.
Las comunidades más importantes fueron también las más presionadas por los tribunales de la Inquisición y, por lo tanto se diluyeron más en la sociedad. Covilha, Guarda y Trancoso eran los núcleos más importantes y también están aquí presentes.
Uno de los aspectos que más aprecian quienes viajan a Portugal es su gastronomía.
En la Serra da Estrela, además de sus famosos quesos, de las carnes, los vinos, ¿hay una gastronomía de origen sefardí?
Por supuesto, hay una gastronomía de origen sefardí. De todos los platos, seguramente el más conocido es la alheira, que era totalmente sefardita, y es muy curioso porque es un embutido que fue creado para impedir las acusaciones de la Inquisición.
Como los cristianos comían embutidos habitualmente, los judíos inventaron uno que no contenía carne de cerdo, con lo que tiene la apariencia de un embutido, pero no es igual a los otros.
En la Serra da Estrela estamos elaborando ahora productos kosher [puros según el rito judío], tenemos muchos ya, dulces, vino, aceite de oliva… y ese es uno de ellos, la alheira.
En la Serra da Estrela hay actualmente un auge del turismo rural, ¿qué oferta de alojamiento nos podemos encontrar en esta región?
Un aspecto importante de nuestra promoción es que la Serra da Estrela es el único lugar de Portugal donde se puede esquiar, hay nieve, y esto ha favorecido mucho el desarrollo turístico en los últimos años. Hemos pasado de quince a treinta y cinco unidades hoteleras.
Este año, precisamente, ha sido inaugurado un hotel con el mejor centro de spa y bienestar de la Península Ibérica, H2Otel, y el turismo en espacios rurales ha pasado de quince unidades a ciento veinte. Eso nos ha permitido tener una oferta muchísimo mayor. El número de pernoctaciones turísticas se ha ampliado en diez años de 150.000 a medio millón de pernoctaciones, según las cifras oficiales.
Es muchísimo, debe de ser una de las regiones portuguesas donde más crece el turismo…
De hecho, creo que porcentualmente es la que más ha crecido, a pesar de que estamos en un país de ‘sol y playa’ y Serra da Estrela es una región de interior que tiene montaña, naturaleza y turismo cultural.
A su juicio ¿cuál es el mejor mes del año para visitar la Serra da Estrela?
No me gustaría escoger porque me parece que todas las estaciones son buenas. Pero el invierno, por ejemplo, es la época en que viajan en busca de nieve unos diez millones de portugueses que no tienen esquí en otro sitio y lo encuentran aquí, en la estación de Dore, a dos mil metros de altitud.
En cuanto a naturaleza, tenemos una montaña con los mayores valles glaciares de Europa, en esta sierra hay paisajes extraordinarios para caminar, hacer senderismo… y todo está muy preparado para recibir al turista.
También hay turismo cultural. Es la región de las aldeas, los pueblos históricos de Portugal, que son especiales. Son doce, y están casi todos en la Serra da Estrela, las ‘aldeas históricas’.
Y tenemos, además, esta ruta judaica que está siendo un éxito extraordinario para determinado nicho de mercado. Un éxito por los muchos portugueses y extranjeros que la han descubierto ya. Pensemos que un gran porcentaje de la población portuguesa se caracteriza por tener ancestralmente sangre judía. Tienen un antepasado judío, tienen una memoria judaica, que no se ha diluido en estos quinientos años.
¿Qué pueden encontrar los viajeros en el Festival Internacional da Memoria Sefardita que se va a celebrar en noviembre?
Por un lado, una parte de congresos, donde entre otros se van a tratar dos temas esenciales. Uno, Gracia Nassi, cuya figura va a ser analizada y debadita. Gracia era una judía portuguesa casada con un banquero que fue obligada a convertirse al cristianismo y tuvo que emigrar a Flandes, a Amberes, y después a Italia, al Imperio Otomano.
En el siglo XV, hacia 1568, se volvió una referencia de la historia judía internacional, y se ha convertido en una referencia en Israel, en las comunidades sefardíes. Fundó aquí la ciudad hebrea de Tiberíades, con su propio dinero, para poder traer judíos a Israel, y era una de las pocas personalidades financieras de Europa que rivalizaba con los Fugger, el gran imperio alemán.
Otro tema de este año, de esta primera edición, que hemos querido que sea simbólico, es la vida de Aristides de Sousa Mendes. Fue un cónsul portugués en Burdeos que ayudó a salvar del Holocausto en 1940 a 30.000 personas, pasándolas primero a España por la frontera de Bayona y después a Portugal por la de Fuentes de Oñoro. Su figura va a tener un memorial en la plaza principal de la ciudad de Guarda.
Esos va a ser dos temas fundamentales de la parte del congreso, pero también el Festival Internacional da Memoria Sefardita incluye también actividades paralelas.
Por ejemplo, música. Hay ya un Réquiem en CD editado por un maestro de la región sobre la vida de Aristides de Sousa, y vamos a presentar grupos de música latina, algunos de origen español. Hay uno de Sevilla, aún no quiero desvelar el nombre, que está desarrollando un proyecto etnográfico sobre músicas y cantos sefardíes portugueses.
Se trata de la primera edición del Festival, ¿tiene vocación de evento anual?
Nuestra intención es que se pueda celebrar todos los años, pero en un periodo fuera del estacional de la nieve. Por ejemplo, en otoño. Y queremos que este Festival reúna a centenares de profesionales de Portugal, España, Brasil, Estados Unidos, Israel, donde las comunidades judías son importantes o donde hay una presencia judaica, como es el caso de España.
Expreso. Tel Aviv. Ana Bustabad Alonso.

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