Tahití, con la isla de las ballenas, da la bienvenida a estos mamíferos

EXPRESO - 06.07.2008

En el archipiélago de las Australes, el más meridional de Tahití y sus islas, las familias de ballenas jorobadas descansan del frío Océano Antártico durante los meses de julio a finales de octubre. Sesiones especiales de snorkel se organizan en Rurutu, conocida como ‘la isla de las ballenas', para verlas a distancias muy, muy cortas.

Si las fotos impactan, vivir in situ esta aventura es un regalo de la naturaleza. Grupos de mamíferos cetáceos, los mayores de todos los animales conocidos -que llegan a pesar más de 50 toneladas y medir por encima de los 30 metros-, llegan a las tropicales aguas de las Australes entre julio y finales de octubre para aparearse y tener a sus crías en un entorno menos hostil.

A las hembras se les puede ver mientras amamantan a sus ballenatos, o descansando en zonas poco profundas de Rurutu sobre lechos de arena o fondos coralinos. Los 'pequeños', que se cobijan debajo de su madre, no aguantan sin respirar más de 10 minutos, así que es normal verlos subir a la superficie con regularidad.

Los centros de buceo que ofrecen excursiones de snorkell, con una duración media de 3 horas, son Raie Manta Club y Rurutu Baleines Excursions. En la bahía de Moerai, al norte de Rurutu, hay plataformas de observación de las ballenas para los que prefieran quedarse fuera del agua.

La isla de Rurutu está situada a 590 km al sur de Tahití, a 2h30m de vuelo. Al aterrizar, el paisaje es verde, de picos frondosos, bosques de pinos, y valles con plantaciones de café, piña y otros frutos, que contrastan con el gris de los acantilados calcáreos donde abundan las cuevas adornadas de estalactitas y estalagmitas.

A pesar de ser origen volcánico como otras islas de Tahití, no está rodeada por una barrera coralina, sólo posee pequeños arrecifes, lo que propicia que las ballenas jorobadas se acerquen más a la costa.

Expreso. Redacción. A.F

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