Europa controla a los viajeros con más de 10.000 euros en efectivo

EXPRESO - 15.06.2007

La Unión Europea impone ya controles a los viajeros que lleven más de 10.000 euros en efectivo con el objetivo de combatir el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.

Cualquier viajero que se presente a la entrada o a la salida de la UE con este dinero --o una suma equivalente en otras divisas o valores fácilmente convertibles, como cheques no cruzados-- deberá declararlo a las autoridades aduaneras, y éstas podrán retenerlo si lo consideran sospechoso.

De acuerdo con una investigación llevada a cabo por los servicios aduaneros de los Estados miembros, los movimientos de dinero líquido a la entrada y a la salida de la UE ascendieron a 1.350 millones de euros (1.600 millones si se cuentan también cheques, títulos y piedras y metales preciosos) entre septiembre de 1999 y febrero de 2000. Aunque no se puede evaluar con precisión las cantidades blanqueadas, el volumen de dinero transportado en mano es suficiente para representar un riesgo para los intereses comunitarios y nacionales, según la Comisión.

La nueva norma complementa la directiva sobre blanqueo de capitales, que ya prevé un seguimiento de las transacciones realizadas a través de entidades financieras y de crédito.

"El nuevo reglamento hará más difícil para los terroristas la entrada y salida de capitales destinados a financiar actividades ilegales", dijo el comisario responsable de Aduanas, László Kovács, que destacó que al mismo tiempo el umbral de 10.000 euros "es suficientemente alto como para evitar que la mayoría de los viajeros y operadores económicos tengan que realizar formalidades administrativas desproporcionadas".

Las nuevas reglas establecen que las autoridades aduaneras podrán realizar controles a los viajeros y a sus equipajes y retener los capitales no declarados. Además, estarán obligadas a actuar contra cualquier persona que no haya declarado que lleva más de 10.000 euros.

El reglamento no armoniza las sanciones que se tienen que imponer a los infractores, sino que es cada Estado miembro el que debe decidirlo teniendo en cuenta la importancia de la infracción y la necesidad de que tengan un efecto disuasivo.

Los Estados miembros deberán registrar la información recogida a través de estas declaraciones y de los controles que realicen, y ponerla a disposición de las autoridades competentes en materia de lucha contra el blanqueo de dinero y financiación del terrorismo.

Asimismo, podrán intercambiar esta información cuando haya pruebas de que el dinero en efectivo se transporta para cometer estos dos delitos.

Las nuevas reglas se apoyan en la recomendación especial IX sobre el blanqueo de capitales adoptada el 22 de octubre de 2004 en París por parte del Grupo de Acción Financiera sobre Blanqueo de Capitales (GAFI). Esta recomendación anima a los Gobiernos a poner en marcha medidas que permitan detectar movimientos transfronterizos de dinero en efectivo.

Hasta ahora, no todos los países de la UE ejercen un control sobre los movimientos de capitales en sus fronteras, y los que lo hacen aplican reglas nacionales muy diferentes unas de otras. Esta heterogeneidad, según Bruselas, daña la eficacia de los controles y deja lagunas susceptibles de ser aprovechadas por los criminales.

El nuevo reglamento armoniza por ello las disposiciones a nivel comunitario con el objetivo de garantizar un nivel de control equivalente de los movimientos de efectivo en las fronteras exteriores de la UE, aunque permite a los Estados miembros adoptar medidas nacionales suplementarias, como controles de los movimientos de efectivo en el seno de la comunidad.

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