El interior de Portugal atrae por teletrabajo y a nómadas digitales

EXPRESO - 02.12.2021

La zona cercana a la frontera con España se vuelve alternativa durante la pandemia para quienes desean estar lejos de las aglomeraciones de los grandes centros y ganar en calidad de vida.

La pandemia de Covid-19 ha presentado muchos desafíos que la sociedad moderna ha tenido que enfrentar. Uno de ellos está directamente ligado a lo cotidiano: las empresas han necesitado reinventarse y el modelo tradicional de trabajo ha cambiado. 

La necesidad de practicar el distanciamiento social ha convertido el régimen de teletrabajo en una realidad establecida, con los profesionales desarrollando actividades desde su casa o de otro lugar que no sea la sede de su compañía. 

A pesar de las innumerables dificultades, la situación ha abierto posibilidades para que los trabajadores puedan refugiarse en lugares poco habituales _muchos de los cuales menos afectados por los reflejos de la pandemia cuando se compara a las grandes ciudades, incluso a razón del menor contingente poblacional. 

El interior de Portugal, un refugio de trabajadores de diferentes países

Para algunos, inicialmente parecía un desafío encontrar lugares aparentemente aislados, en medio a la naturaleza y que, aun así, han tenido la estructura capaz de atender a las demandas básicas –como, por ejemplo, internet de calidad. 

Sin embargo, algunos establecimientos, como Casas de Alpedrinha, a tan sólo 50km de la frontera con España -160 km de Cáceres- han demostrado que ello es posible.  Ubicado en el distrito de Castelo Branco, las Casas de Alpedrinha presentan un espacio apropiado, que se puede utilizar tanto para descanso y vacaciones, como para la realización del trabajo remoto.  El emprendimiento queda en la Villa de Alpedrinha, en un ambiente rural, bien dentro del corazón de Beira Baixa. 

En su total, abarca 10 casas de campo bajo dos formatos: todas tienen salas con chimenea, cocina, cuarto de baño y jardín privado; pero los huéspedes pueden elegir entre la opción con una suite, o entonces con habitaciones – y capacidad para recibir hasta 4 personas, con toda la comodidad y en contacto con la naturaleza. 

El ambiente cuenta con piscina (abierta durante los meses de verano), bar y terraza, restaurante, cancha de tenis y vista panorámica, lavandero y servicios esenciales. 

Aunque sea un ambiente rural, sólo 15 minutos de caminata separan a los visitantes de las tiendas de ultramarinos y del comercio local, lo que constituye una infraestructura para garantizarles la comodidad a los que prefieren hacer las compras del día a día o de la semana, sin que sea imprescindible un coche. 

Segundo Luís Sá Pereira, managing partner de las Casas de Alpedrinha, la intención con la expansión de la asistencia a las empresas y a los trabajadores en teletrabajo, es volver accesibles los servicios que la marca proporciona, a partir de valores ajustados según el tiempo de hospedaje (que puede ser de días o incluso de meses).

‘Trabajadores autónomos o aun funcionarios de corporaciones, pueden beneficiarse de nuestro espacio. Y para las empresas, la intención es que sea admisible la negociación de paquetes estructurados de acuerdo a las diferentes necesidades’, destaca Pereira. 

En el contexto pandémico, el trabajo remoto surge como una opción para la minimización de los impactos resultantes del Covid-19.

Otro punto relevante es la oportunidad para que las comunidades locales, especialmente del interior, se muevan a raíz de la llegada de personas provenientes de grandes centros urbanos, que están en búsqueda de un estilo de vida congruente con el momento actual. 

De esta manera, la interacción y el uso de servicios y productos de determinada región del país, también acaba por promocionar el comercio y los diversos negocios.

Expreso. Redacción. A.F

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