Túnez y Egipto avanzan para poner fin a 7 años de frustración

EXPRESO - 27.09.2018

Desde el pasado 2017, tanto Túnez como Egipto están experimentando fuertes incrementos en las llegadas de ciudadanos extranjeros

HammametDesde el pasado 2017, tanto Túnez como Egipto están experimentando fuertes incrementos en las llegadas de ciudadanos extranjeros. Además, este año también está siendo bastante exitoso para el sector turístico. 

Como ejemplo, hasta el pasado mes de junio, Egipto ha vivido la llegada de 5 millones de visitantes que gastaron 4.130 millones de euros, lo que significa un crecimiento del 77%.
Por su parte, Túnez recibió la visita de 7 millones de extranjeros y muchos hoteles de la costa han colgado el letrero de ‘completo’, por primera vez desde hace mucho tiempo.
Después de tres años de ausencia, algunos grupos de ciudadanos europeos caminan nuevamente por las aceras de la céntrica avenida Bouguiba en Túnez, un signo inequívoco de la recuperación del sector turístico en el país.
Egipto es un país que ya registró el mayor incremento anual de turistas en 2017, según datos de la Organización Mundial del Turismo, OMT.
Para ambas economías, esta actividad representa el 10% del PIB y el citado éxito explica, en parte, la disminución experimentada por el sector turístico español este verano.
Entre los hoteles en los diversos países de la costa mediterránea, existe una relación clara de vasos comunicantes: si algunos países obtienen turistas, otros los pierden.
En Túnez las ganancias del sector turístico se han incrementado, llegando hasta el 40%, como resultado de la fuerte depreciación de la moneda del dinar tunecino.
En 2011, las llegadas de turistas colapsaron, pero en los siguientes tres años, las cifras no estaban lejos de alcanzar los 7,8 millones de llegadas registradas antes de la Revolución.
La transición política tunecina evolucionó a lo largo de un camino más pacífico y exitoso que el egipcio, algo que se hizo evidente en las tasas de ocupación hotelera, pero en el año 2015, llegó el peor golpe. Dos ataques terroristas brutales, uno en el Museo Bardo y otro contra turistas en la playa en la ciudad de Sousse, ambos reclamados por el ISIS, dejaron una larga estela de sangre, con más de 50 víctimas mortales. 
En 2017, al menos 70 hoteles cerraron sus puertas y, desde entonces, las fuerzas de seguridad han aumentado notablemente sus capacidades, y la actividad terrorista se ha restringido a una zona montañosa cerca de la frontera con Argelia. En los últimos tres años, no ha habido otro ataque terrorista en los centros turísticos, aunque en estos días sí existe una preocupación creciente por asuntos relacionados con la falta de seguridad ciudadana.
El sector turístico de Túnez pudo salir del callejón reduciendo drásticamente los precios y gracias a la llegada masiva de turistas de la vecina Argelia. Con la pérdida de los ciudadanos occidentales, los turistas rusos salvaron la temporada.
Expreso. Redacción. J.R

Comentarios