Lleida duplica su oferta de alojamientos y plazas de turismo rural

EXPRESO - 07.08.2023

La oferta del sector ha crecido en las últimas dos décadas un 124 % en número de establecimientos y un 117 % en la cifra de plazas, según el estudio elaborado por la Cátedra de Turismo de Interior y de Montaña de la UdL.

El trabajo destaca también la fortaleza y consolidación del turismo en la demarcación, como lo demuestra el hecho de que en 2020, con la COVID-19, la oferta de establecimientos del territorio no se vio afectada por la pandemia.

El informe ha dado a conocer datos interesantes, como el hecho de que la zona del Pirineo de Lleida reúne el 74 % de la oferta de la demarcación en cuanto al número de establecimientos y el 70,3 % de las plazas, o que las comarcas de montaña y media montaña, como el Solsonès, el Pallars Sobirà y el Alt Urgell, han experimentado un mayor crecimiento en términos absolutos, si bien las comarcas del llano, especialmente la Noguera, la Segarra y el Urgell, han tenido un incremento extraordinario de más del 400 % en número de establecimientos y plazas. 

El trabajo destaca la fortaleza y consolidación del turismo en la demarcación con el hecho de que en 2020, con la COVID-19, la oferta de establecimientos del territorio no se vio afectada por la pandemia, sino que incluso aumentó con respecto al año 2019 y experimentó una recuperación acelerada en 2021 y 2022, impulsada por la demanda de turismo menos masificado y más cercano a la naturaleza. 

En términos absolutos, la oferta de alojamiento de turismo rural en la provincia de Lleida ha crecido un 124 % en cuanto al número de establecimientos y un 117 % en la cifra de plazas en los últimos 20 años, según el estudio sobre la evolución de la oferta y la demanda en el sector del turismo rural elaborado por la Cátedra de Turismo de Interior y de Montaña de la UdL, en el marco del convenio de colaboración con el Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida. 

El estudio destaca que entre 2002 y 2022 el número de casas de turismo rural en la demarcación de Lleida pasó de 306 a 685, y las plazas disponibles de la oferta se incrementaron de 2.327 a 5.057. Un crecimiento que ha contribuido a generar riqueza y ocupación en numerosos pueblos y ciudades del territorio leridano donde tiene presencia la oferta de alojamiento de turismo rural.

El estudio también destaca la recuperación acelerada que ha tenido el sector en 2021 y 2022 tras los efectos de la pandemia de la COVID-19. 

Juan Antonio Serrano ha reclamado una mayor presión de las federaciones y de los empresarios sobre los ayuntamientos y el Parlamento de Cataluña para una mejor regulación de los Apartamentos de Uso Turístico –HUTs–, en su primera comparecencia como nuevo vicepresidente del Patronato de Turismo en el transcurso de la presentación del estudio sobre la evolución de los últimos 20 años del turismo rural en la demarcación de Lleida elaborado por la Cátedra de Turismo de Interior y de Montaña de la UdL. 

En el transcurso de la presentación del estudio, acto que tuvo lugar el 14 de julio, el vicepresidente del Patronato de Turismo, Juan Antonio Serrano, expresó su preocupación por la regulación de los Apartamentos de Uso Turístico –HUTs–, que ‘ponen en grave peligro el turismo tradicional’.

Serrano manifestó que hay que tomarse más en serio la problemática que suponen los Apartamentos de Uso Turístico, que actualmente presentan en la demarcación de Lleida una oferta de 4.240 establecimientos y 23.320 plazas, unas cifras que se encuentran por encima del resto de alojamientos turísticos del territorio como hoteles, campings y turismo rural.

Asistieron a la presentación el director de la Cátedra de Turismo de Interior y de Montaña de la UdL, Eduard Cristóbal; el subdirector de la Cátedra, Daniel Paül, y el director y autor del trabajo, el profesor de la UdL Jaume Macià. Asimismo, participaron en el acto la vicepresidenta cuarta de la Diputación, Rosa Pujol; la presidenta de la Federación de Casas de Turismo Rural de Lleida, Núria Ferrando, y el jefe de Promoción y Marketing del Patronato de Turismo, Juli Alegre.    

El turismo rural, un sector dinámico 

Jaume Macià, el autor del estudio, destacó el dinamismo del turismo rural en la provincia de Lleida, su alto potencial y la evolución que ha experimentado en los últimos años para ser más diverso y ofrecer constantemente nuevas formas de colaboración con otras actividades turísticas.

La provincia de Lleida vivió el boom del turismo rural entre los años 2002 y 2009, cuando el número de establecimientos y plazas prácticamente se duplicó. Un crecimiento que se produjo principalmente en las comarcas del Pirineo de Lleida, aunque a partir de 2009 se frenó el incremento tan acelerado de la oferta y se inició una nueva etapa con un crecimiento mucho más moderado. 

En términos de distribución territorial, el informe destaca la concentración de establecimientos de turismo rural en las comarcas del Pirineo de Lleida, que reúnen el 74 % de la oferta de la demarcación en cuanto al número de establecimientos y el 70,3 % de la cifra de plazas. Por su parte, las comarcas del llano de Lleida representan el 26 % restante en cantidad de establecimientos y casi el 30 % del número de plazas. 

En los últimos años las comarcas que forman parte de la marca Tierras de Lleida han tenido un incremento extraordinario de más de un 400 % tanto de establecimientos como de plazas, que en valores absolutos supone 143 nuevos establecimientos y 1.212 nuevas plazas respecto al año 2002. En 2022 tenían una oferta de 178 establecimientos y 1.502 plazas.

Las comarcas del llano que principalmente han propiciado este aumento han sido la Noguera, la Segarra y el Urgell, con 45, 42 y 30 establecimientos más, respectivamente. Por su parte, las comarcas que presentan la oferta más baja de establecimientos de turismo rural de toda la demarcación son las Garrigues, el Segrià y el Pla d'Urgell.

A pesar de encontrarse entre las de menor oferta, las tres comarcas mencionadas han aumentado su oferta respecto de 20 años atrás gracias a proponer nuevas experiencias turísticas como pueden ser el oleoturismo, el enoturismo o el turismo de la fruta, que demuestran el potencial de la zona. 

En 2022 las comarcas del Pirineo y Aran disponían de 507 establecimientos y 3.555 plazas. En la zona del Pirineo el Solsonès, el Pallars Sobirà y el Alt Urgell disponen de 125, 103 y 98 establecimientos, respectivamente, y se posicionan como los destinos con una mayor oferta en el conjunto de Cataluña.

El resto de comarcas del Pirineo y Prepirineo también presentan una oferta muy destacada en cuanto a alojamientos de turismo rural y hacen valer su desarrollo turístico, el hecho de que sean espacios consolidados turísticamente y su amplia oferta de actividades relacionadas con el patrimonio cultural y natural. 

La Val d'Aran, a pesar de haber sido pionera en la oferta de turismo rural, prácticamente no ha experimentado ningún tipo de crecimiento en estos últimos 20 años. El estudio destaca que en 2002 Aran tenía 18 establecimientos, y 20 años después solo ha aumentado en uno, con lo que actualmente dispone de una oferta de 19 alojamientos.

Es muy probable, según señala el estudio, que el hecho de que Aran ya tuviera la existencia previa de una amplia oferta hotelera y de segunda residencia, muy vinculada al turismo de nieve, y sobre todo el boom de las viviendas de uso turístico, hayan frenado el desarrollo del turismo rural.    

Evolución de la demanda 

En cuanto a la demanda, el estudio revela que la provincia de Lleida ha sufrido variaciones en cuanto al número de viajeros y pernoctaciones a lo largo de los años, influenciadas por acontecimientos económicos, sociales y sanitarios. La crisis económica del 2008, que por un lado cerró con las mejores cifras de la historia, representó el punto de partida de un bajón de viajeros y de pernoctaciones.

De 2008 a 2013 se produjo un descenso constante del número de visitantes y estancias, interrumpiendo el clima de bonanza y de crecimiento que vivía el sector del turismo rural hasta entonces.

A partir del año 2014, coincidiendo con la recuperación económica y los niveles de consumo de la población, se produce un nuevo repunte en el número de viajeros y de pernoctaciones en los establecimientos de turismo rural de la provincia, que se consolida en 2018 hasta situarse en 87.307 visitantes y 209.251 estancias. 

En 2020, con la activación del estado de alarma por la pandemia de la COVID-19 y el consiguiente confinamiento, se produce un descenso notable en cuanto a viajeros y pernoctaciones, con un descenso de visitantes de casi el 40 % con respecto a 2019.

Con la vuelta a la “normalidad” tiene lugar una recuperación acelerada debido a la demanda de alojamientos turísticos menos masificados y más cercanos a la naturaleza. Durante los últimos tres años (2020, 2021 y 2022) este tipo de demanda ha aumentado notablemente, lo que ha resultado en un incremento de las pernoctaciones y los viajeros.

En 2022 se cerró con 89.500 visitantes y 238.252 estancias, igualando prácticamente los 90.600 viajeros de 2007, pero por debajo de las 276.029 pernoctaciones del mismo año. 

El nuevo contexto turístico posterior a la COVID ha propiciado una revalorización del turismo rural y de naturaleza como alternativas a las modalidades predominantes del sector (sol y playa, urbano...).

La provincia de Lleida, con su diversa oferta de patrimonio natural y cultural, turismo familiar y turismo activo, se encuentra en una posición favorable para aprovechar estas oportunidades de desarrollo turístico.    

Procedencia de los visitantes 

El público alojado en los establecimientos de turismo rural en la demarcación de Lleida ha estado dominado por turistas nacionales, que representan alrededor del 90 % de los viajeros y las pernoctaciones.

La llegada de turistas extranjeros a este tipo de establecimiento ha sido mínima, y se plantea como un reto aumentar su presencia.  En cuanto a la estancia media y el grado de ocupación, se ha observado una disminución en los últimos años.

La estancia media ha pasado de 3,5 días en 2010 a 2,5 días en 2022, y el grado de ocupación anual ha mostrado una tendencia a la baja desde 2009. Aunque se ha producido una mejora en las últimas temporadas, las cifras de ocupación todavía están lejos de las conseguidas en años anteriores a la crisis económica. 

El estudio concluye que el turismo rural en la demarcación de Lleida tiene un alto potencial de desarrollo, especialmente en un contexto de búsqueda de experiencias turísticas menos masificadas y más cercanas a la naturaleza.

El informe destaca también la importancia de promover la diversificación de la oferta turística, mejorar su promoción y atraer a turistas extranjeros para fortalecer aún más el sector del turismo rural en el conjunto del territorio.    

Expreso. Redacción. J.R

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