Castilla y León, primera región que regula el acceso de discapacitados a monumentos

EXPRESO - 15.02.2010

Llegar a disfrutar de la cultura, de las obras de arte o del patrimonio monumental constituye, para algunas personas, un hecho excepcional todavía, y no sólo por condicionamientos socioeconómicos, sino también por su discapacidad motora, auditiva, visual o intelectual.

Intentar conseguir normalizar el acceso a esos bienes culturales es el propósito del denominado Libro Blanco de Accesibilidad de las Personas Discapacitadas a los Monumentos que elabora la Consejería de Cultura y Turismo en colaboración con la organización Aspaym.
Este proyecto pretende que las personas con discapacidades, en la medida de lo posible, no encuentren obstáculos en sus visitas a los monumentos de la Comunidad Autónoma.
Hacia una accesibilidad universal
Enrique Sáiz, director general de Patrimonio Cultural, ha manifestado que se trata de ‘una apuesta por la accesibilidad universal de una forma integral’, aspecto esencial en las líneas maestras de su departamento para la conservación y puesta en valor del patrimonio monumental y artístico castellano y leonés.
De igual manera se pronuncia Francisco Sardón, presidente de Aspaym en Castilla y León, al considerar que esta iniciativa significa ‘realizar un esfuerzo de normalización social, aunque reconoce que en materia de patrimonio artístico y monumental no se puede llegar hasta la última reivindicación en el campo de la accesibilidad.
Para Sardón, el Libro Blanco ‘no es una normativa de obligado cumplimiento’, ya que tiene la doble finalidad de ‘identificar aquelllos monumentos que cumplan unos requisitos de accesibilidad mínimos y proponer mejoras de accesibilidad en aquellos que no lo cumplan, pero nunca de obligado cumplimiento’, recalca el director general de Patrimonio Cultural.
Resaltan que desde un primer momento se descartó realizar una normativa reglamentada de la accesibilidad, como ocurre en las viviendas o centros sanitarios.
En el patrimonio monumental, la complejidad, cuando no imposibilidad, de replantearse la actual normativa en esta materia, muy garantista en cuanto a la integridad de los bienes culturales, podría llevar a bloquear cualquier tipo de accesibilidad a los discapacitados, ya que la aplicación estricta de normativas que priman aspectos como la estética integral impedirían cualquier alteración de su estado. Además, las normativas nacionales y regionales están sometidas a las emanadas de la Unión Europea, en el caso de España.
Tanto Sáiz como Sardón reconocen que los beneficiarios de este proyecto son conscientes de los límites a la hora de adaptar la accesibilidad a palacios, castillos, templos o yacimientos arqueológicos.
Expreso. Redacción. A.F

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