Valladolid, epicentro de FINE 2023

Valladolid es, sin duda alguna, una de las provincias claves a nivel nacional y referencia cuando se habla de vino.

Con hasta ocho denominaciones vitivinícolas dentro de sus límites -cinco de origen y tres de vinos de pago-, la tradición se remonta varios siglos atrás: en el siglo XI ya hay datados viñedos de uva Verdejo en la zona de Rueda.

Con un marcado bagaje gastronómico, que lleva años atrayendo a turistas, la apuesta se redobló hace unos ejercicios poniendo el foco en el enoturismo.

‘La apuesta por la gastronomía era importante pero la cuestión enólogica estaba sin explorar’, comentaba Óscar Puente, alcalde de Valladolid, hace apenas unas semanas en una entrevista.

Un año más, y como patrocinadores principales, tanto el Ayuntamiento de Valladolid como la Diputación de Valladolid tendrán una importante presencia en FINE 2023, #WineTourismExpo, donde más de 90 expositores se darán cita los próximos 1 y 2 de marzo.  

Amplia oferta enoturística

La provincia vallisoletana se caracteriza por un amplio abanico de actividades, que permiten combinar visitas a bodegas con actividades en un privilegiado entorno natural: desde paseos a pie o caballo entre viñedos, hasta degustaciones de alta gastronomía o vuelos en globo.

A esto hay que unir la tradición turística y gastronómica, el entorno rural y la amplia oferta de ciudad, que aglutina riqueza patrimonial y cultural y una constante sucesión de eventos. 

En Ribera del Duero se cuenta con más de una decena de bodegas con propuestas enoturísticas: expositores de FINE 2023 como Bodegas Protos, Abadía Retuerta o Bodegas Arzuaga, junto a la oportunidad de visitar el Museo del Vino en un entorno igualable como el del Castillo de Peñafiel, desde el cual poder observar toda la amplitud de la Denominación de Origen. Sin duda alguna, un parque de atracciones al aire libre para los amantes del vino.

Hay que tener en cuenta que, como decía Conrado Íscar, presidente de la Diputación, en un acto celebrado hace unos meses ‘en poco más de 30 kilómetros están buena parte de las mejores bodegas del país’. 

La zona de Rueda, famosa por sus blancos, no se queda atrás: gracias a sus suelos cascajosos, el clima continental que predomina en toda la provincia y la predominancia de la uva Verdejo, esta zona es única.

Castilla Termal Olmedo, con su propuesta de aguas termales y enoturismo, o la alta gastronomía regada con vinos de la tierra, son casi visitas obligadas.  

Igual ocurre con la DO Cigales, la más cercana a la capital y que en los últimos años ha experimentado un fuerte crecimiento, superando los cuatro millones de botellas etiquetadas.

‘Tenemos que sacar más partido a la cercanía a la ciudad de Valladolid. Es algo que tenemos que aprovechar’, decía Pablo Sáez, presidente de la DO, poco después de su nombramiento.

Su gran atractivo enoturístico puede disfrutarse a través de la Ruta del Vino, ya que es una de las ocho zonas cuyo turismo se quiere potenciar dentro de Castilla y León. 

Aunque en menor medida, hay otras dos DO con presencia dentro de los límites geográficos de Valladolid: Toro y León. Ambas cuentan con un importante número de bodegas que ofrecen visitas a sus instalaciones, así como actividades relacionadas con el vino.

Expreso. #WineTourismExpo