Alerta a Cosmopolitan London

EXPRESO - 12.01.2009

A pesar de ser una de las tres ciudades más visitadas del mundo, es inútil, no hay manera de pillarla en ningún renuncio, no se repite nunca. A la última en música, moda, gastronomía, compras y una vida cultural que la convierten en la meca para los urbanitas practicantes, que se ven obligados a visitarla al menos una vez al año.

Ahora que euros y libra esterlina valen casi lo mismo, quizá una vez sea poco.

Visitbritain, VisitLondon, British Airways y Radisson Edwardian unen fuerzas para inspirar, traer y alojar a los incondicionales que esta ciudad tiene.

Desde Madrid y Barcelona BA ofrece vuelos a Heathrow, Gatwick e incluso el céntrico aeropuerto de la City, situado extramuros del moderno y siempre canalla East End. Spitalfields, Brick Lane o Shoreditch son algunos de sus protagonistas principales, barrios que saben y huelen a viandas asiáticas, tiendas de vintage donde pelear por una camiseta con algún famoso o grafitear mientras tomas una copa.

Un poco más al este y tras pasar el meandro que dibuja el Támesis, se elevan los imponentes rascacielos de Canary Wharf donde el anfitrión es Radisson Edwardian, que recibe a los visitantes de este pulmón comercial y de negocios en uno de sus doce establecimientos repartidos por la ciudad.

Pasa por ser el autentico corazón financiero de Gran Bretaña que después de las cinco de la tarde se convierte en un hervidero de ejecutivos en busca de la pinta perdida.

El centro de Londres es relativamente compacto y en pocos minutos de metro o autobús quedan a disposición más de 200 museos y galerías, colecciones permanentes del nivel del British Museum, las dos Tates, The National Gallery, el Victoria & Albert Museum o el Natural History Museum, a coste 0.

Y como el Show Must Go On, es imprescindible cruzar el meridiano imaginario que da paso al farandulero West End o teatrolandia como se le conoce localmente. Una maraña de teatros que presentan clásicos de siempre y los últimos estrenos, sin olvidar obras de factura alternativa.

Oxford, Regent, Kingsway, Drury lane o Shaftesbury Av son sus feudos. Sin abandonar la zona y para los que quieran música, el mítico Astoria de Charing Cross lleva años ofreciendo conciertos diarios de grandes y no tan grandes bandas británicas.

De igual forma el torrente sanguíneo sigue su curso por otras áreas no tan conocidas pero no por ello menos interesantes. Islington al norte, muestra en Upper Street colecciones de arte italiano en Estorick Collection, restaurantes megafashion como Fig & Olive y teatros como The King's Head o Almeida.

El sur ahora es Depford, otro producto de la factoría Made in London que se ha convertido en uno de los barrios estandarte para artistas bohemios.

Estudios de arte como Cockpit Arts o el centro de danza Laban complementan al revoltijo de trastos, ropa de segunda mano y vinilos de época del mercadillo de High Street. Así que sin pensarlo...  Mind the gap!

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